El pasado domingo fue un día feliz para los aficionados del Cajasol, puesto que su equipo, después de vencer por 22 puntos al Ayuda en Acción Fuenlabrada (78-56) y de perder el Granada, certificó matemáticamente su pase a las eliminatorias por el título, diez años después de su última comparecencia
Es la sexta vez que el equipo de Sevilla se clasifica para el play-off, y la primera con la actual denominación. El debut se produjo en la temporada 92-93, el cuarto año del entonces Caja San Fernando en la ACB. Con la dirección en el banquillo del histórico José Alberto Pesquera, la directiva cajista formó un muy buen equipo, liderado por veteranos como Brian Jackson o Steve Trumbo, con una estrella consagrada de la ACB como Darryl Middleton, y con el actual “relaciones institucionales” Raúl Pérez como emblema de la cantera.
El equipo terminó quinto en la liga regular, con diferencia la mejor clasificación de su historia hasta el momento; venciendo en octavos de final al Festina de Andorra (2-0). Su trayectoria terminó en un igualado play-off de cuartos contra el Estudiantes (2-1).
Los cuartos de final fueron la misma meta la siguiente campaña, con el mismo bloque de la temporada anterior más Nacho Azofra, que hizo un paréntesis de dos años en su carrera como base estudiantil. El séptimo puesto en la liga se convirtió en un sexto gracias a una extraña eliminatoria de clasificación; y tras deshacerse del Taugrés Baskonia (2-1) el Barça (2-0) les cerró la puerta de las semifinales.
Primer subcampeonato de la mano de Petrovic
Pero el gran “boom” del equipo y del baloncesto en Sevilla no tendría lugar hasta dos años después. Tras una campaña, la 94-95, sin pena ni gloria, en la 95-96 la directiva dio un giro de 180º y contrató a un joven pero ambicioso técnico, el croata Alexander “Aza” Petrovic”, el hermano del gran y malogrado Drazen, con quien compartió presencia en la mítica selección yugoslava en su época de jugador.
Plantilla temporada 95-96
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Junto a Petrovic llegaron dos americanos de primer nivel como Michael Anderson, el primer gran “base-franquicia” de la historia del club; y Warren Kidd, todo un “Carpanta” de los rebotes, que diría Andrés Montes. Además, poco después de comenzar la campaña se incorporó uno de los posteriormente históricos, Richard Scott. El Caja volvió a clasificarse para los play-offs, pero el séptimo puesto le “condenaba” a medirse en cuartos de final contra el Real Madrid, con lo que casi nadie daba un duro por los sevillanos.
Sin embargo, en el primer partido el equipo cajista dejó boquiabiertos a todos, “asaltando” el feudo madridista (75-83) y colocándose a un solo triunfo de las semifinales. Tres días más tarde, con un San Pablo a rebosar, el Caja San Fernando no podía dejar pasar una ocasión histórica, y terminó de consumar la sorpresa después de una emocionante victoria por 90-86, ante la euforia de toda la ciudad.
El TDK Manresa de “Chichi” Creus, campeón de Copa ese mismo año, le disputó el pase a la final; pero los sevillanos estaban en su momento y, en un no menos histórico quinto partido en el Nou Congost, no sólo vencieron a los catalanes por 73-86; no sólo se metieron en la final y en la Euroliga por primera vez, sino que también rompieron un “tabú” que duraba desde la creación de la ACB al lograr la primera victoria visitante en un quinto partido de una eliminatoria por el título. En la final, no obstante, el Barcelona les bajó de la nube con un claro 3-0; pero la hazaña ahí quedó.
La “era Imbroda”
El éxito de 1996, no obstante, no tuvo continuidad. Petrovic y Anderson finalizaron su vinculación con el club después de quedarse fuera del play off “in extremis” en 1997; y un año más tarde la campaña fue tan tormentosa que incluso se temió por perder la categoría. Hacía falta otro nuevo giro, y éste llegó de la mano del mejor técnico nacional del momento, Javier Imbroda, que llegaba procedente del eterno rival Unicaja.
Y si Petrovic tuvo a sus órdenes a un base virtuoso como Anderson, Imbroda contó con André Turner, el genio de Memphis, que sorprendentemente no contaba para Alfred Julbe en el Joventut; con Richard Scott, que retornaba tras un periplo de dos años por Granada y Turquía; con Mike Smith, veterano pero muy válido, al que echaron casi literalmente a patadas del Madrid; y con nacionales como Nacho Romero, capitán tras la marcha de Raúl Pérez; Salva Díez o Manel Bosch.
Aquella temporada 98-99 fue la del doble subcampeonato (Liga y Copa), y la del récord absoluto de victorias, con 25. El equipo terminó tercero, peleando por el liderato hasta la penúltima jornada. Las expectativas en la fase por el título se fueron cumpliendo y, tras vencer (3-2 en la serie) a un correosísimo Pamesa Valencia en cuartos, tocaba el Madrid en semifinales.
Salva Díez es levantado después de que el equipo se metiera en la final por segunda vez en su historia
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Pese a la mayor calidad y amplitud de plantilla con respecto a 1996, parecía complicado derrotar a los blancos en un play-off a cinco partidos; pero sorprendentemente las cosas se pusieron muy de cara con las dos victorias en el pabellón Raimundo Saporta, la primera de ellas por 64-65 con el histórico triple de Nacho Romero en los últimos segundos.
Plantilla temporada 98-99
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Otra vez debía responder San Pablo, y lo hizo llevando en volandas a los suyos en el cuarto choque, después de que el Madrid acortara distancias en el tercero. El 72-58 hizo que sobre el parquet de un Palacio de los Deportes de nuevo hasta la bandera se celebrara una gran fiesta al sonar la bocina, acorde a lo conseguido. De nuevo el Barça, eso sí, repitió el 3-0 de 1996 en aquella final.
En 2000 el Caja San Fernando hizo una campaña de más a menos y, pese a disponer de ventaja de campo en cuartos de final merced al cuarto puesto, el TAU Baskonia les eliminó con un global de 3-1. Fue la última vez, hasta el presente año, que el equipo sevillano y su afición disfrutaron de un play-off por el título.
Ahora, bajo la nueva denominación de Cajasol, tras una travesía del desierto de una década y con Joan Plaza de entrenador el objetivo es, asegurada la clasificación, mantener la quinta plaza en las tres jornadas que restan de liga regular, lo que le daría derecho a enfrentarse, presumiblemente, a su rival del próximo fin de semana: el Power Electronics Valencia.
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