Dice un proverbio muy popular que nunca hay que decir de esta agua no beberé, y esta semana el dicho se aplicó como anillo al dedo al cura con hijos y presidente del Paraguay, el obispo defenestrado Fernando Lugo.
En su afán de seguir afianzando el diálogo con los partidos políticos, el presidente Fernando Lugo dio un capítulo cerrado a la denuncia de complot realizado en setiembre de 2008 y ahora señala que en ningún momento acusó al líder del Unace, Lino César Oviedo, de golpista.
El jefe de Estado realizó el martes una visita a los dirigentes del Partido Unace, cuyo principal líder, Lino Oviedo, lo dejó plantado y solamente al término de la reunión salió a saludarlo. La actitud respondía a los agravios inferidos por el cura en setiembre de 2008, cuando advirtió por los medios a la ciudadanía sobre intenciones golpistas tras una reunión donde asistió Oviedo.
Pocos hombres han dado muestras tan contundentes de incoherencia como el cura con hijos Fernando Lugo, personaje incapaz de cumplir compromisos, ni siquiera con su iglesia y su Dios.
Un muestra de incoherencia más fue este encuentro con el mesiánico y golpista Lino Oviedo, tantas veces vilipendiado por él y sus partidarios. Tanto Lugo como su entorno en incontables ocasiones se refirieron al general Oviedo como a un matón temible, involucrado en el narcotráfico, además de ser una amenaza militarista y fascista, e involucrado en el asesinato de varios jóvenes en una manifestación callejera en marzo de 1999.
Hoy tanto uno como otros debieron tragar sus palabras, ante la gravedad de la situación política en que se ven envueltos, acorralados por sus propios partidarios, el juicio político y el inexorable fracaso de su gestión.
Todo sea por la "REMORFA" del estado (reforma del estado es un eufemismo para definir las privatizaciones y el capitalismo salvaje), ya que no hay dinero para el presupuesto.
Definitivamente, Dios los cría y ellos se juntan.
CON LOS MALDITOS FASCISTAS
Decía Augusto Roa Bastos que el infortunio se enamoró del Paraguay, y la penosa seguidilla de ciris, marchas y contramarchas del gobierno arzobispal de Lugo parecería corroborar la sentencia.
Tanto es así que deshauciado por el abandono que sufre por parte de la maquinaria publicitaria fraudulenta que lo llevó al poder, ante las evidencias del fracaso de su gobierno y la inminencia de su destitución, el cura chanta Fernando Lugo acudió hace días con el rabo entre las piernas a rogar por su vida ante el Partido Colorado.
Así exhibió su dignidad el mesías prometido al Paraguay, engendro clerofascista promocionado por la izquierda chanta que ha sumido a su país en el caos y la bancarrota moral. Como un cobarde que ahora pide perdón a quienes ayer vilipendiaba con virulencia, y cuyos vicios sólo terminó agudizando con su lujuriosa impostura.
A propósito, ver URL:
http://f17digital.blogspot.com/2010/03/fernando-lugo-arrea-lumpenaje-al-estilo.html
NI OLIVER STONE, NI LINO OVIEDO NI VELORIO
A pesar de tanta actitud claudicante, el cura con hijos acabó la semana sin la ansiada foto con Oliver Stone, sin el apoyo del golpista Lino Oviedo, y sin poder asistir al sepelio de un amigo traicionado.
En apenas 24 horas el cura Fernando Lugo sufre tres desaires: no fue recibido por Lino Oviedo, fue echado a patadas de un velorio, y para completar, quedará haciendo pavo porque no lo visitará Oliver Stone como habían anunciado sus gorilas con bombos y platillos.
"El cineasta estadounidense Oliver Stone no viajará este miércoles a Paraguay para almorzar con su presidente, Fernando Lugo, como tenía previsto, debido a unos problemas de documentación en Brasil,anunciaron el martes fuentes gubernamentales paraguayas" dice unescueto cable internacional.
Definitivamente, un papelón con todas las letras nuestro héroe el cura con hijos.
Un comentarista anónimo describió el estado de popularidad y la fuerte caída de imagen de Lugo, el peor presidente de las Américas según Latinobarómetro, comentando respecto a la expulsión del cura-presidente del velatorio de un amigo, con quien fue ingrato: “Así como se olvido de su amigo, se olvido de reconocer sus hijos,tambien se olvido de sus promesas electorales. Fuera Lugo del velatorio, de la presidencia, del Paraguay y de nuestras vidas.”
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