Dice el diccionario de paraguayología del escritor Helio Vera que en Paraguay, Salud Pública es equivalente a la distribución gratuita de escapularios y devocionarios, a fin de que quien padezca una enfermedad algo más grave que una gripe pueda pedir socorro a la Virgen de los Milagros.
Otra humorada afirmaba que construir hospitales públicos en Paraguay, sobrefacturando costos, contribuía decisivamente a mejorar la atención médica, dado que merced a las ganancias que dejaban estos emprendimientos un círculo de privilegiados podía recibir atención médica en los mejores centros hospitalarios del Primer Mundo.
La frecuente peregrinación de un círculo de privilegiados en Paraguay, a las más caras clínicas de Estados Unidos y Europa, era uno de los blancos de críticas más recurrentes entre los opositores al régimen anterior. Sin embargo, el obispo de los pobres Fernando Lugo hizo muy poco por derogar la norma, ya que ante un simple edema de cuello fue llevado en Jet a un prestigioso centro médico de Sao Paulo el fin de semana pasado, mientras la castigada ciudadanía paraguaya en situaciones similares debe soportar las enormes carencias del sistema sanitario del país.
Ofensa a la medicina paraguaya
Como un desprecio a la capacidad del médico paraguayo calificó el doctor Francisco Perrota el hecho que Fernando Lugo sea llevado al exterior para tratarse de un edema en el cuello.
"Por cualquier fiebre lo llevan al Brasil" se quejó el prestigioso oncólogo.
El hecho no sólo constituye una afrenta a la medicina paraguaya, también un insulto al pueblo que debe debatirse en la total precariedad del sistema sanitario del pais.
"Se trata del presidente, pero, bueno, con cualquier paciente hay que esmerarse y cuidarle celosamente que no haya ningún problema; y si los hay, están los medios para evitarlos o corregirlos, pero así cualquier fiebre o cualquier edema ya se le lleva al exterior. Ese manejo me parece que es impropio e inadecuado; algún problema hay en el manejo de la conducción del cuadro clínico", dijo Perrota, quien atiende en el IPS.
Afirmó que hay un "manejo muy raro en la salud del presidente", y que se siente muy avergonzado, como médico, de que ante pequeños eventos, la ciudadanía y todo el país se sobresalten. "¿Qué pasará entonces en nuestros hospitales? ¿Estaríamos todos sobresaltados ante eventos desafortunados que tienen nuestros pacientes o complicaciones que se presentan? Y esa misma reacción, uno no ve eso en los hospitales públicos", señaló.
Ya sobre el diagnóstico del linfoma de Lugo Perrota había realizado severas críticas.
“Hay muchos profesionales muy capaces... No es posible que un material de biopsia para un diagnóstico tan sencillo se envíe a Boston, habiendo acá importantes, connotados, capacitados e idóneos patólogos. Ese es el enfoque que yo personalmente deploro, porque hay mucho egoísmo. No hay un concepto de trabajo multidisciplinario, hay un desprecio a la capacidad del médico paraguayo, y espero que el médico que va a tratar al presidente no sea de aquellos que vienen (a Paraguay) a hacer ejercicio ilegal de la medicina”, opinó Perrota.
Fiesta de corruptos en ausencia del cura
El estado de salud del cura Fernando Lugo, enfermo de cáncer y hospitalizado de nuevo en Brasil tras una recaída, reavivó este lunes las dudas sobre si debe seguir en el cargo o apartarse temporalmente del poder.
La ausencia del cura fue saludada con varias denuncias nuevas sobre la corrupción de sus seguidores, hoy en el poder, quienes han demostrado fehacientemente que no es necesario construir hospitales para sobrefacturar. En ese contexto, la prensa publicó que Senavitat pagó hasta G. 39 millones por casas para nativos chaqueños, pese a que las mismas no tienen techo de material, baño moderno, revoque ni instalación eléctrica. Llamativamente, las empresas que ofertaron a menor precio no fueron tenidas en cuenta por el comité de evaluación de la ex Conavi.
El 15 de agosto de 2008, con lágrimas en sus ojos, Fernando Lugo prometió la dignificación de los “sufridos” indígenas paraguayos. Meses después, su gobierno entregó a seis comunidades nativas del Chaco viviendas inutilizables, señala la prensa.
Las 252 casas construidas, tipo kulata jovái, no tienen revoque, los techos son de chapa metálica sin membrana de revestimiento ni cielo raso, por lo que pueden inducir a una insolación. Tampoco cuentan con baños modernos, sino letrinas. El proyecto no previó el cableado.
Lejos de hacer un mea culpa, el responsable del negociado se manifestó “orgulloso” de su obra al ser consultado por los medios.
La misma actitud han exhibido otros procesados por corrupción dentro del gobierno, que ya ha sido denunciado por sobrefacturar desde tierras destinadas a supuesta reforma agraria hasta panificados en la secretaría de emergencia nacional, pasando por viviendas para indígenas como las que enorgullecen al gobierno arzobispal.
No en balde los “habitantes originarios” o indígenas, han sido calificados por la paraguayología como “miembros famélicos de alguna de las 17 parcialidades nativas del Paraguay, mediante las cuales viven prósperamente varias organizaciones no gubernamentales (ONG) y se combate eficazmente la desocupación de antropólogos, sociólogos y otros especialistas, además de un respetable tropel de vivos e improvisados”.
|