En una entrevista realizada en junio del año 1985 por la prensa española, la veterana cazadora de nazis Beate Klarsfeld declaró que las verdaderas pistas para localizar al criminal de guerra nazi Josef Mengele se encontraban en Paraguay, donde nunca le habían querido ayudar. El recordado Angel de la Muerte del campo de concentración de Auschwitz incluso se había nacionalizado paraguayo como José Mengele por resolución de la Corte Suprema de Justicia.
Klarsfeld había visitado este país sudamericano en busca de aquellas pistas, entrevistándose con periodistas y directivos de los medios de comunicación, quienes le negaron ayuda. Se trataba de muchos empresarios de la comunicación y comunicadores que siguen manejando a la prensa paraguaya hasta el día de hoy, que por aquel entonces no querían indisponer a su protector, el dictador de Paraguay. El encubrimiento del célebre genocida nazi es un buen indicador para saber cuál es la tendencia política de algunos propietarios de medios de comunicación paraguayos.
Precisamente conociendo la simpatía que gozaban entre las clases dominantes de Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay o Brasil, desembarcaron en Sudamérica numerosos veteranos de la Segunda guerra mundial, y las cifras estimadas hablan que llegaron entre ellos no menos de 800 mandos nazis y más de 200 criminales de guerra.
Klarsfeld también denunció que la CIA se negó rotundamente a colaborar con su investigación al respecto, como era de suponer, dado el respaldo que brindaba por entonces Washington a la dictadura neo nazi de Alfredo Stroessner. No era el refugio de Mengele un caso aislado en Paraguay: una extensa lista de criminales internacionales le secundaba.
Hoy el Paraguay gobernado por el cura Fernando Lugo, evidentemente, ha retomado la senda iniciada por el dictador Alfredo Stroessner: la de convertirse en una tierra de forajidos.
El ex gobernador de Tarija, Mario Cossío, opositor al presidente Evo Morales, fue declarado el martes refugiado político por la Comisión Nacional de Refugiados (CONARE) de Paraguay.
Así lo informó Zulma Gómez, integrante del organismo y senadora del oficialista Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el cual sostiene al gobierno del cura Fernando Lugo.
De esta manera, es el mismo oficialismo del falso bolivariano y fraudulento referente moral Fernando Lugo el cual acoge a este enemigo declarado de la izquierda latinoamericana y del socialismo del siglo XXI.
El hecho político también demuestra lo poco que el Paraguay ha cambiado desde las épocas en que obtenían asilo en este país criminales de guerra nazis como Joseph Mengele.
ANTECESORES DE COSSÍO
El más conocido de los antecesores de Cossío, Josef Mengele, el "angel de la muerte" de Auschwitz. Había nacido en Gunzburg en 1911, era hijo del rico industrial en el rubro de maquinarias Karl Mengele, un nazi acérrimo que en 1933 ofreció su salón industrial a Hitler para que pronunciara discursos en los mitines del Partido Nazi. Los negocios de la familia crecieron con amplias facilidades durante el régimen nacional socialista.
Fue durante su estancia de 21 meses en Auschwitz cuando el doctor Mengele alcanzó la fama, ganándose el apodo de "ángel de la muerte". Cuando los vagones de tren repletos de prisioneros llegaban a Auschwitz II (Birkenau), eran recibidos por Mengele en el andén que seleccionaba a los más aptos para sus experimentos.
Viajó al Paraguay en 1949, donde vivió plácidamente con dinero enviado por la empresa familiar por muchos años, gozando incluso de ciudadanía paraguaya. Había contactado con Stroessner gracias al piloto Hans Rudel, por entonces bien relacionado en Argentina.
Aunque luego se trasladó al Brasil, donde adoptó la identidad falsa de Pedro Gerhard, su presencia en Paraguay era frecuente. La comunidad alemana era muy apreciada por Stroessner, descendiente de bávaros. Un extendido rumor da cuenta que el dictador recibió tratamientos para su cáncer de piel del mismo ángel de la muerte, lo cual hizo de Mengele un personaje influyente y temido en Paraguay.
También logró asilarse en Paraguay Auguste Ricord, cerebro de la Conexión francesa del tráfico de heroína en las décadas de 1960 y 70.
Joachim Fiebelkorn, desertor del ejército alemán, mercenario de la Legión Extranjera, vinculado a la "Internacional neonazi", fue asesor de la Policía Política de Stroessner, luego se rajó a Bolivia con otras joyitas donde trabajo como instructor militar y organizó el servicio de guardia de Roberto Suarez Gómez, "el padrino" de la mafia del tráfico de Cocaina en Bolivia. Fue acusado luego de haber participado en el atentado terrorista del 2 de agosto de 1980 en Bolonia donde murieron 85 personas a causa de una bomba colocada en la estación de ferrocarriles.
Hans Stellfeld, 65 años, ex Gestapo, huido a Sudamérica al fin de la guerra. Instructor militar, ceramista, comerciante de animales exóticos, contrabandista de drogas, guardaespaldas, importador de armas de los Estados Unidos. Durante su permanencia en Paraguay Hans Stellfeld se dedicaba aparte de asesorar a los sabuesos del Tirano a la exportación de pájaros y clasificación de peces.
Miro Baresic, terrorista de nacionalidad croata que, en el Paraguay de la época del stronidmo fue instructor en el Colegio Militar “Mariscal Francisco Solano López”. Antes de venir al Paraguay, en 1971, fue protagonista del asesinato del embajador yugoslavo en Suecia, Vladimir Rolovic. Detenido y condenado en Suecia, fue liberado un año más tarde, cuando unos correligionarios secuestraron un avión de la compañía SAS y exigieron su liberación.
Georges Watin (el “chacal”), En 1956, dos años después de iniciada la guerra en Argelia, Watin participa en el secuestro de Mohamed Chaouche, del que se sospecha actúa como recaudador de fondos para el FLN (Frente de Liberación Nacional). Chotiche muere después de ser torturado. A partir de ese primer asesinato Watin decidirá que todos los medios son buenos cuando la causa es justá y para él Argelia era francesa y debía seguir siéndolo por los siglos de los siglos.El hombre no estaba para grandes discusiones morales o teóricas, tal y cómo lo prueba que considerase al general Salan, comandante en jefe en Argel, como a un traidor y que, en 1957, atentase contra él disparando con un bazzoka contra su despacho. Cinco años después, ya dentro de la OAS (Organisation Arinée Secréte), estará bajo las órdenes de ese mismo Salan.
La OAS, fundada en 1961 por generales rebeldes y de simpatías pro-fascistas, encontró un buen cobijo en España, donde se refugiaron varios de sus miembros. En sólo un año realizó 751 atentados en Francia, intentando sembrar el caos, propiciar un golpe de Estado y acrecentar el número de partidarios de iffla solución militar. Watin, que en Argelia se había distinguido organizando acciones criminales contrala población árabe, es expulsado hacia Francia en 1961, donde es detenido y puesto en libertad sin cargos.
La obsesión anti-gaullista de la OAS hará que se crea que la solución a una guerra colonial pase por asesinar al general. En 1962 Watin forma parte de la llamada OAS-France Mission 111 que, a las órdenes del teniente coronel Jean Marie BastienThiry y de André Canal, alias el monóculo, deja el Citroén DS de De Gaulle convertido en un colador. Es el atentado llamado del Petit Clamart, del que De Gaulle y su esposa escapan milagrosamente ilesos. En Chacal la operación es evocada y Watin cree que su fracaso se debe a la participación de demasiada gente y a falta de "profesionalismo". Un año después, en febrero de 1963, es sirviéndose de un fusil con mirilla telescópica como quiere reparar las balas perdidas de pocos meses antes. La conspiración es descubierta en el último momento y Watin se refugia en Suiza.
La justicia francesa le condenó a muerte en rebeldía pero Watin aprovechó que, en la époQa, no existía un convenio de extradición entre los dos países, para negociar su posterior traslado a Paraguay, donde vivía desde mediados los años 60. En julio de 1968 fue amnistiado y en 1986 dio aún que hablar al aparecer su nombre envuelto en una estafa de considerables dimensiones. Murió en Paraguay a los 71 años de edad, donde probablemente también lo haga plácidamente Mario Cossío, luego de embolsar 49 millones de dólares de dinero público boliviano.
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