Como aquí, Túnez y Egipto ya han vivido su momento que nunca olvidarán. Quedará para la eternidad la imagen o la noticia que les anunció que ni Ben Alí ni Mubarak volverían a reprimir sus libertades
Miguel Cañigral/ SIGLO XXI
España celebra hoy 30 años de aquél Golpe de Estado que se recuerda como si hubiese sido ayer. Tantos años, tantos reportajes, fotografías, frases... Es imposible no sentir emoción al ver las imágenes grabadas por TVE o el sonido de la Cadena Ser de aquél día.
Libertad es lo que busca todo ser humano, aunque a veces sea difícil de entender e incluso cause miedo a lo desconocido.
En Libia, país del que hasta hace poco la mayoría solo conocía a Gadafi y sus reservas de petróleo, vive estos días pendiente de ese momento para recordar. Y sin embargo, mientras esperan esa frase o esa imagen, Muamar Gadafi, el hombre que lleva más de 50 años ejerciendo el poder autoritario sobre Libia, aparece en la televisión pública para reivindicarse como único líder de Libia y proclamar que todo aquél que se atreva a ir contra él, es decir contra el país, será condenado a muerte.
Gadafi se siente respaldado. No es Mubarak ni Ben Alí. Es ese hombre que fue "Objetivo número de uno" de Estados Unidos, que ha sido recibido por todos los líderes de Occidente y se le ha permitido acampar con su Jaima protegida por un séquito de mujeres vírgenes sin que ninguno de nuestros líderes le tosa por miedo a quedarse sin su petróleo.
La población libia no puede esperar un empujón de Occidente porque Occidente no se puede arriesgar a ir contra Gadafi mientras este todavía tenga opciones de seguir gobernando, firmar acuerdos o romperlos.
Mientras la ONU condena la violencia con la que se están reprimiendo las manifestaciones, hoy podemos volver la vista atrás para darnos cuenta de hasta donde somos capaces de llegar por firmar un contrato energético.
Muamar Gadafi visitó España por última vez en el año 2007. En aquella ocasión aprovechó para reunirse con Zapatareo, con el Rey y con Aznar. En 2003, fue Aznar quien visitó el dirigente libio en la que fue una visita para normalizar las relaciones entre ambos países Y en 2010, Rodríguez Zapatero viajó a Trípoli después de haber intercedido entre Suiza y Libia para la liberación de uno de los hijos de Gadafi, detenido por agredir a dos camareras.