La frase “La religión es el opio del pueblo”, inmortalizada por Carlos Marx en su introducción a "La Crítica de la filosofía de Derecho" de Hegel, en 1844, se convirtió en la piedra angular de la concepción marxista de la cuestión religiosa, según la cual todas las religiones e iglesias modernas son órganos de la burguesía llamados a defender la explotación y a embrutecer a las clases desfavorecidas.
Poco tiempo antes, José Blanco White ( 1775-1841), arremetió contra el estamento clerical del cual él mismo fue parte como sacerdote, para denunciar la doble moral practicada por numerosos miembros de la iglesia, antecesores de nuestro contemporáneo cura presidente de Paraguay Fernando Lugo.
Blanco observó que los desvíos de los hombres de sotana eran vistos por la gran mayoría de sus contemporáneos con total normalidad, y que el comportamiento amoral de los religiosos no parecía haber generado en la feligresía una conciencia crítica hacia la iglesia más allá del comentario jocoso.
Blanco incluso narraba el asesinato de una mujer a la salida de la iglesia, luego de ser atacada por un fraile de los carmelitas descalzos. Los motivos del crimen eran que el clérigo, que era además confesor de la agredida, estaba celoso del compromiso de matrimonio adquirido por la joven, de tan sólo diecinueve años. El asesino fue detenido y condenado a muerte, pero el rey le conmutó la pena capital por la de cadena perpetua en una fortaleza de Puerto Rico.
Era parte de los privilegios concedidos al clero por el rey Carlos III, quien había tomado la decisión de no castigar a ningún sacerdote con la pena de muerte.
DEBACLE Y DESILUSIÓN
Los abusadores obscenos de la religiosidad siguen entre nosotros, y un buen ejemplo hubiera encontrado Blanco en la tierra sin mal de nuestros días.
Si bien los escándalos no fueron, según la teoría oficial, capaces de deteriorar la imagen y minar la popularidad del clérigo-presidente de Paraguay, la inoperancia y falta de cumplimiento a sus promesas sí lo lograron.
Los mismos partidos y organizaciones de izquierda que acompañaron su proselitismo, hoy califican de Lugo de “criminal neo-estronista”, en tanto varios detenidos en el contexto de una caza de brujas contra la izquierda afirma que no pueden entender cómo y con qué criterio el Ministerio Público y la Policía Antisecuestro, a cargo del ministro socialista Rafael Filizzola, le eligieron para ser procesados como “terroristas”. Alcides Ramón Giménez González dijo que no está afiliado a ninguna organización campesina como para poder deducir que está preso por esta razón. Aclaró que trabajaba en un surtidor como “playero” (vendedor de combustible). Los campesinos dicen que son “chivos expiatorios” del gobierno de Lugo y de la Fiscalía porque están presos solo porque habían utilizado supuestamente sus teléfonos celulares para comunicarse con algunos miembros del EPP.
Los organismos represivos también apresaron al ingeniero José Rodriguez, referente de la Liga Nacional de los Carperos, por haber lanzado un Plan Nacional de lucha campesina para recuperar la tierra usurpada por el latifundio y los agronegocios.
Las integrantes del Colectivo de Ex Detenidas Políticas Carmen Soler, en Buenos Aires, se presentaron en el acto por el Día Internacional de la Mujer, con la presencia la Sra García, Vice Ministra de la Juventud del Paraguay, realizado en el Club Deportivo Paraguayo de Buenos Aires para exigir, la libertad de las presas políticas de Buen Pastor en el marco de la campaña “por un Bicentenario sin Presas Políticas en Paraguay”.
Horas antes, el Colectivo se convocó, junto a decenas de organizaciones políticas y sociales fraternas frente a la Embajada de la República del Paraguay en Argentina, para denunciar la injerencia imperialista de EE.UU según modelo del Plan Colombia, la instrucción de militares de Argentina a los fiscales represores de Paraguay, la persecución política a las organizaciones campesinas y la impunidad en los asesinatos de referentes campesinos cometidos por policías, militares y matones contratados por latifundistas en Paraguay en los últimos años, de los cuales el actual gobierno de Lugo lleva 9 según denuncia de CODEHUPY.
Los oradores exigieron al gobierno la inmediata libertad de los presos políticos porque están detenidos sin imputación válida, en una causa cuyos plazos procesales se han roto en detrimento de las garantías según los estándares internacionales.
El principal revés del gobierno de Lugo, sin embargo, vino de las urnas el 7 de noviembre, donde sus candidatos fueron derrotados de manera aplastante, y volvió a repetirse este domingo pasado en las internas del partido colorado, donde el cura y sus secuaces operaron a través de múltiples encomenderos.
SOBERBIA MISÓGINA DERROTADA
Tanta soberbia tenía que tener algún costo para el cura, hoy de gira por Asia en su papel de gerente de ventas de los productos de la oligarquía.
Una nueva derrota asimiló este domingo Fernando Lugo al consumarse el anunciado fracaso de su principal brazo político dentro del Partido Colorado, Luis Alberto Castiglioni, quien llamó a votar por él el 20 de abril, actitud clave para la victoria clerofascista.
Con Castiglioni fueron derrotados además sus publicistas Aldo Zucolillo, Antonio J. Vierci, y Humberto Rubín, jugados por Lugo y Castiglioni, en lo que puede calificase como una portentosa demostración de fuerza de la organización política.
El candidato de Fernando Lugo en estas internas coloradas, Luis Castiglioni, se consolidó por su parte como un eterno perdedor ante mujeres, dado que fue derrotado en el 2007 por la candidata Blanca Ovelar, y hoy por la senadora Lilian Samaniego.
Con esta nueva derrota, imponer un sucesor para la presidencia de la república se hace cada vez más lejano para el cura y sus secuaces. El resultado también constituye un duro castigo para Castiglioni, por su solapado respaldo al gobierno arzobispal.
La suerte del luguismo, sínteis de inoperancia, bochorno y falacia en la historia política paraguaya, va quedando definitivamente sellada a través de estos resultados, mal que pese a los grandes adulteradores de la realidad, dueños de la verdad y de la historia en el Paraguay.
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