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Operación Gerónimo

Poco importa si Obama nació en Hawái o en Bombay. Lo que importa es que mintió sobre Guantánamo
Antonio Pérez Omister
viernes, 6 de mayo de 2011, 22:00 h (CET)
Obama prometió que cerraría el campo de concentración de Guantánamo, y, además de no hacerlo, ha admitido que los servicios secretos obtuvieron mediante tortura la información que les llevó a localizar a Ben Laden.

Lo más grave de todo, es que el “mundo libre” ha aplaudido sin pestañear esta ignominia bautizada obscenamente como Operación Gerónimo.

Gerónimo fue un legendario jefe de los apaches que destacó dirigiendo a su pueblo en una lucha desesperada y desigual contra el Gobierno de Estados Unidos que les había expulsado de sus tierras.

Los norteamericanos siempre han considerado que Gerónimo era un forajido, y como prueba palmaria de su cinismo, el nombre en clave dado a Osama ben Laden era “Gerónimo” en la operación que las fuerzas especiales prepararon para asesinarle.
En 1859, en una operación militar similar, las fuerzas especiales del entonces gobernador de Sonora, asesinaron brutalmente a la mujer, a los tres hijos y a la madre de Gerónimo, que juró vengarse y se unió a Cochise, el jefe de los chiricahua. Juntos atacaron Sonora en represalia, dando muerte a numerosos soldados norteamericanos y anotándose una victoria que animó a otros apaches a unirse a la causa.

Tras una larga campaña, en 1876 Gerónimo fue derrotado y recluido en una reserva india donde él y los suyos sobrevivieron en pésimas condiciones. La limpieza étnica había comenzado.

Once años después, Gerónimo y algunos de sus fieles huyeron de la reserva para iniciar una nueva campaña de insurrección alentando a otros pueblos nativos americanos a rebelarse contra el Gobierno de los Estados Unidos que los estaba exterminando.

Washington emitió una orden de búsqueda y captura y ofreció, en el más puro estilo “western”, una recompensa de 2.000 dólares por su captura vivo o muerto. En inglés esto es “dead or alive”, es decir, preferiblemente muerto. Lo que nos da una idea de cuán bondadoso es el corazón de estos rencorosos puritanos.

Acorralado en Sierra Madre, Gerónimo fue obligado a rendirse y se le envió a prisión en Sonora. Más tarde fue devuelto a una insalubre reserva india, esta vez en Oklahoma, donde permaneció incomunicado hasta que falleció en 1909, a la edad de 85 años.

La operación de estos comandos que han acabado con la vida de Ben Laden ha sido vendida como un gran éxito en términos militares, pero si nos paramos un momento a analizarla, veremos que lo que han hecho estos tíos, armados hasta los dientes, ha sido asesinar a sangre fría a unos hombres indefensos, y que uno de los dos helicópteros que tomaron parte en la operación, acabó despanzurrándose contra el suelo. ¿Se estrelló o fue derribado?

Un éxito fue desalojar a los gendarmes marroquíes de Perejil sin herir siquiera a ninguno, y sin perder ningún helicóptero. Horas después, los marroquíes regresaban sanos y salvos a sus casas, y las fuerzas especiales españolas a sus cuarteles.

Gerónimo aprendió a leer y a escribir en la cárcel, y eligió hacerlo en español. Además del ancestral derecho sobre las tierras que asistía a la Nación apache, Gerónimo aludió al hecho de que el rey de España les había concedido a perpetuidad la posesión de esos territorios como súbditos de la Corona. El Gobierno de México mantuvo los derechos de los apaches, pero tras la anexión a Estados Unidos de buena parte de su territorio en 1848, los antiguos tratados con los apaches fueron ignorados.

Presuntamente Ben Laden fue responsable de la muerte de miles de personas inocentes en medio mundo, pero conviene no olvidar que Osama ben Laden fue una creación de Estados Unidos, que le financiaron y apoyaron cuando hacía la guerra a los soviéticos en Afganistán en los años ochenta.

Decía Nietzsche: “Cuando se mira durante mucho tiempo al fondo de un abismo, el abismo también puede mirar en tu interior”.

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