Como en el cuento del Pastor Mentiroso, que Hortensia Morán asoció con el cura Fernando Lugo en su libro testimonial, en el mar de mentiras que rodea al gobierno arzobispal del Paraguay ya no es posible distinguir a la verdad entre tantas falsedades.
En este sentido, muchos todavía dudan sobre la supuesta campaña para una imposible reelección del cura Fernando Lugo, la cual hasta ahora no ha podido establecerse si se trata de una broma de mal gusto, un operativo de prensa para desviar la atención o una verdadera pretensión descabellada de promover el vitaliciado del Pastor Mentiroso.
Mientras escribo estas líneas, las noticias en la radio anuncian que el legislador Alfredo Jaegli ha solicitado el tratamiento sobre tablas del pedido, para rechazarlo de plano por amplia mayoría.
Sin embargo, los interesados en el tratamiento del pedido de enmienda en el Congreso, ideólogos de la reelección de su líder como Carlos Filizzola o Sixto Pereira, intentan ahora luego de reunir cien mil firmas y clamar que el pueblo pide por el cura, evitar el tratamiento del tema para prolongar el estado de crispación social con fines insondables.
Pedidos de Ultratumba
Así como en el sínodo del cadáver el Vaticano se animó a juzgar a un Papa Muerto, o así como muchos beneficiarios del régimen arzobispal de Fernando Lugo están dispuestos a reelegirlo aún después de muerto, también varios pedidos de ultratumba se han alzado para pedir con todas sus fuerzas la reelección del cura.
Según afirma la misma prensa que respaldó la campaña elect oral de Lugo, en la planilla 153 aparece la rúbrica de Aciceso Lelon, con una cédula de identidad que pertenece a Pastora Guanes, fallecida en 1999. Es que en medio de su absurdo razonamiento, muchos luguistas alegarán que una persona por el fortuito hecho de estar muerta no puede ser cercenada en sus derechos de firmar una planilla.
En otra planilla tomada al azar, de los 15 “firmantes”, nueve son beneficiarios de subsidios de la Secretaría de Acción Social. Es decir, firman su derecho al zoquete que reciben, en una muestra del descarado clientelismo y prebendarismo imperantes en la política arzobispal de la “izquierda” teocrática financiada por la embajada norteamericana que arropa a Lugo.
Varios grupos ciudadanos organizados en defensa de la constitución han anunciado, por su parte, acciones judiciales contra los responsables de tales planillas irregulares.
En el mismo contexto, se ha pedido la separación de un juez por entregar planillas al efecto de la “iniciativa ciudadana” por la reelección, y han sido denunciados legisladores como Sixto Pereira y Carlos Filizzola por atentar contra el orden constitucional.
Bochornoso fracaso del proyecto
La pretensión de seguir la fiesta de fracasos y bochornos de Fernando Lugo, para desgracia de los beneficiarios del régimen arzobispal, se va diluyendo, luego de una severa derrota parlamentaria encajada esta semana.
La Comisión de Legislación del Senado rechazó el miércoles un proyecto de enmienda constitucional que permitiría al presidente Fernando Lugo presentarse a la reelección, algo prohibido por la legislación vigente. Mucho antes los principales líderes de los partidos mayoritarios representados en el Congreso paraguayo anticiparon que no darían su voto para permitir la reelección por vía de una enmienda, algo prohibido expresamente en un artículo constitucional.
El proyecto de enmienda todavía tiene que pasar por otra comisión senatorial antes de ser tratada en el pleno del Senado el 21 de julio. Pero se sabe por anticipado que será rechazada de plano por cuando los partidos Colorado, UNACE, Patria Querida e incluso el oficialista Partido Liberal ya se han pronunciado públicamente en contra de la iniciativa.
El senador Marcelo Duarte, presidente de la comisión, declaró a los medios que los miembros de la comisión consideran que la enmienda no es el mecanismo indicado para modificar la constitución. "Más allá de las cuestiones procesales hay un tema de fondo cual es la improcedencia de una modificación para satisfacer los intereses personales de los gobernantes de turno, en este caso de Lugo", dijo Duarte.
El dictamen constituye el epílogo del proyecto de vitaliciado, de triste memoria en la historia paraguaya, y salvaguarda la garantía fundamental de la democracia paraguaya, el impedimento de eternizarse en el poder. En estos momentos se lleva adelante la votación, cuyo resultado hace tiempo se conoce: la derrota y despedida a la pretensión luguista.
Apenas la crónica del fracaso anunciado, colofón de un imposible proyecto mesiánico fraguado por un séquito insaciables de cortesanos, y el adiós definitivo a la reelección del Pastor Mentiroso.
|