¿Qué gana el pueblo comprometiéndose, a través de unos dirigentes traidores, con un gobierno hostil a los pobres? Se pregunta la organización política militar campesina EPP en su ideario, y la respuesta la da precisamente uno de estos dirigentes traidores.
El cura presidente Fernando Lugo cuando concluya su mandato en agosto de 2013 "se irá del gobierno sin haber podido solucionar el problema de la pobreza", dijo esta semana un connotado miemgro de lo que el EPP ha bautizado como “la pandilla seudosocialista luguista”: el “líder” campesino Belarmino Balbuena.
"Lastimosamente, Lugo tropezó con inconvenientes insalvables para cumplir su promesa electoral de vencer a la pobreza: poco tiempo en el poder, un Poder Judicial burocrático que no permite recuperar rápidamente tierras malhabidas, un Poder Legislativo conservador que no estimuló programas sociales y el propio Lugo que no encontró la forma de promover la reforma agraria", sintetizó Balbuena su lectura de la coyuntura ante la prensa internacional.
Las críticas de Balbuena coinciden con un nuevo golpe a la ciudadanía asestado por el gobierno del falso teólogo de la liberación. El claudicante y presionable gobierno del cura Fernando Lugo volvió esta semana a claudicar ante los empresarios, en este caso del transporte, y aumentó los precios del pasaje. Mediante el Decreto Nº 6981, desde la fecha la tarifa se incrementará en un 15% para el servicio de corta distancia y en un 12% para todos los tramos de media y larga distancia. Ambas cifras se duplicarán desde el 10 de noviembre venidero.
A modo de ejemplo, un boleto de Asunción a Encarnación que anteriormente costaba G. 39.300 pasa a costar G. 44.000. En cuatro meses, el monto se incrementará a G. 48.700 aproximadamente. Se desconoce qué motivó al Poder Ejecutivo a decretar el incremento en dos etapas, medida que puede acelerar los índices de inflación, según expertos.
Sea cual fuere el trasfondo, el hecho es una muestra más del carácter antipopular del gobierno arzobispal del falso “obispo de los pobres”. Ya propósito, ¿en qué anda nuestro héroe el cura con hijos?
El EPP lo puntualiza sin ambigüedades: “Fernando Lugo, un “estadista” que bien ocupado anda, no en los problemas urgentes de los pobres, sino en envolverse en lujos principescos, atender a sus innumerables prostitutas, garantizar la sacrosanta propiedad privada de los ricos, rifar los recursos nacionales, garantizar seguridad a los inversionistas y otras porquerías similares”.
“Hacerle el juego a la derecha”
Uno de los lugares comunes del luguismo es afirmar que sus opositores de la auténtica izquierda “le hacen el juego a la derecha”.
Para el EPP, tal “argumento” se aduce solamente para engañar al pueblo trabajador. “Mientras ellos (los Camilo Soares, Hugo Ritcher y cia.) lanzan acusaciones contra sus opositores de izquierda acerca de una funcionalidad de estos con la derecha, van tejiendo cada día más fuertemente su alianza contrarrevolucionaria, antipopular y antipatriótica. Son ellos quienes conspiran contra el pueblo, son ellos quienes pactan con la derecha, son ellos quienes le hacen el juego. Si estos señoritos quisieran evitar que los partidos oligárquicos tuviesen algún éxito hubieran simplemente usado su poder con suficiente energía en contra de ellos”.
Un pequeño ejemplo en tal sentido es su silencio cómplice ante decretos antipopulares como el de la suba del pasaje, citado más arriba.
Intervencionismo imperialista a pedido de la “Izquierda”
No es ningún secreto que con el gobierno de Fernando Lugo en Paraguay se han agudizado el intervencionismo de las fuerzas represoras colombianas, y la participación de asesores norteamericanos en el combate contra la guerrilla marxista del EPP.
Según el EPP, “Los socialclaudicantes nos acusan a nosotros, los revolucionarios… de provocar la intervención imperialista”.
“Los gobiernos de ambos países (Colombia y Estados Unidos) cooperan con equipos, armamentos, tecnologías (basta recordar los ruegos del ministro del interior paraguayo a la embajadora norteamericana y a la DEA para que cooperen en la instalación de equipos de escuchas telefónicas para pinchar los teléfonos de los epepistas) en la lucha contra el Ejército del Pueblo Paraguayo. Los socialclaudicantes no sólo piden, les exigen ayuda…insértese aquí el informe de Wikileaks y fotos”.
Sucede que los socialclaudicantes luguistas han hecho un “descubrimiento”: toda resistencia a un imperio poderoso es inútil, esta condenado al fracaso, y es mejor el sometimiento voluntario, dócil y sin lucha.
Como lo expresa el EPP, “Si vivieran en tiempos de Espartaco, los profetas le dirían al jefe de los esclavos sublevados: ¡No luches!”.
Es la prédica acostumbrada de los predicadores de la sumisión y los ideólogos de la impotencia.
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