En una reciente entrevista en los medios, el dirigente sindical y militante del Partido de los Trabajadores Julio López señalaba, basándose en argumentos estrictamente ideológicos, que el gobierno de Fernando Lugo no podía ser calificado como socialista bajo ningún aspecto. Citaba a favor de su posición que habían empeorado en Paraguay bajo Lugo la situación de los trabajadores, que no se había avanzado e incluso se había retrocedido en el tema de la reforma agraria, que se había potenciado el aparato represivo del estado y se había profundizado la simbiosis entre éste y la CIA, amén de convertir al Paraguay en un furgón de cola del Plan Colombia.
Las observaciones de López no descubren la pólvora, pues como lo señalé al iniciarse el gobierno luguista en “La CIA y la elección del Obispo”, Fernando Lugo fue una creación de la embajada norteamericana de Asunción, su prensa adicta y las ONG que ésta solventa para controlar a la “sociedad civil” paraguaya, así como de los “notables” que abogan por la penetración imperialista norteamericana en Paraguay, estratégicamente ubicados en el entramado social.
Tal es así que los principales impulsores mediáticos del cura, Radio Ñandutí (hoy vocera oficiosa del régimen arzobispal y clerofascista al servicio de la embajada norteamericana) y el diario ABC color, son conocidos por una relación de vieja data con la Freedom House y el National Endowment for Democracy, dos conocidos entes anticomunistas. Entre los supuestos grupos de “izquierda” destacaron Tekojoja-Gestión Local y Pmas-Casa de la Juventud, dos núcleos disfrazados donde se agazapaban en la semipenumbra los principales beneficiarios de los sobornos de USAID en el Paraguay.
El resultado no podía ser otro si la “izquierda” necesitaba la publicidad de Aldo Zucolillo o Humberto Rubin, dos viejos propagandistas del dictador neo nazi Alfredo Stroessner. El primero de ellos incluso figura en los Archivos del Terror como financista de congresos de torturadores de la Liga Mundial Anticomunista que se llevaron a cabo en Asunción, y el segundo se hizo célebre por animar los cumpleaños del Tiranosaurio, como llamara a Stroessner el genial Augusto Roa Bastos.
El resultado no podía ser otro que lo que hoy señala el EPP, una guerrilla marxista integrada por viejos aliados políticos de Lugo: “Las fuerzas del ejército, la marina, la aviación y la policía nacional se han ensañado muy especialmente con la población civil de la zona de operaciones. Han maltratado, vejado y humillado a mujeres, ancianos y niños”.
Sin embargo, según el último comunicado de la organización político militar, que incluso ya ha editado su ideario en formato de libro impreso, “La ofensiva militar del gobierno social zoquetero y social traidor de Fernando Lugo contra el EPP ha sido un resonante fracaso. Los gloriosos combatiente del EPP han resistido a pie firme en sus posiciones y han propinado una dura paliza a las tropas dirigidas por el payaso exhibicionista y charlatán de feria Rafael Filizzola.
Con conductas cobardes y pusilánimes espíritus, los jefes de este fracasado operativo han hecho partícipe a sus tropas de indignas acciones de torturas contra indefensos campesinos.
Nuestro invencible Ejército del Pueblo está más sólido que nunca. Sus combatientes gozan de buena salud y no han sido tocados por las balas enemigas.
A los responsables de las persecuciones de nuestros camaradas presos (jueces, fiscales, directora de penal y demás serviles funcionarios) les decimos que nadie es invulnerable para nosotros, oportunamente la justicia revolucionaria les caerá con su fuerza.
Compañeros:
Sigamos construyendo sin pausa las Milicias Lopistas del EPP para luchar por el único fin digno de ser perseguido, cual es la felicidad y el bienestar del hambreado pueblo paraguayo.”
Balas de salva del obispo amigo
Según el EPP, los dueños del Paraguay como Zucolillo y otros constituyen “unos viejos malditos, que afectados de demencia senil, viven desconfiando del pueblo, sin ojos, sin oídos, sin dientes, viven rumiando sus mefistofélicos planes de desequilibrados en la búsqueda de dirigir y seguir utilizando la poderosa energía de un pueblo vigoroso en provecho propio”.
De esta manera el gobierno del cura Fernando Lugo no sólo no ha logrado resolver los viejos problemas del Paraguay, como lo reconoce el mismo “obispo amigo” Melanio Medina, sino que le ha agregado nuevos. Es el caso de esta guerrilla del EPP, que todos sospechan tiene infiltrados varios estamentos gubernamentales.
Melanio Medina, que goza del favor de Zucolillo para aparecer en la prensa perorando generalidades para simular su ultra-luguismo, sostuvo que en tres años de gobierno, Fernando Lugo no logró apartarse del entorno antiguo ya contaminado. Agregó que varias autoridades demuestran sed de poder a toda costa.
En su opinión, “en muchos casos hay retroceso, hay gente que sale de su cargo a pesar de hacer bien las cosas y entra otro con intereses económicos para asumir la política”.
Medina olvidó de incluirse a sí mismo en la lista en la lista de vampiros con sed de poder, y los abusos que cometió con su intromisión en Yacyretá son apenas un caso de prueba.
Desenmascaramiento y Popularidad en picada
Las últimas encuestas demuestran que la mayoría de los paraguayos reprueba la gestión del cura Fernando Lugo. Quienes no reprueban sólo le dan un “voto de esperanza” o lo consideran un gobierno continuista con respecto a los anteriores.
A pocos días de cumplir 3 años de gestión, la ciudadanía reprobó la gestión del presidente Fernando Lugo, de acuerdo a una encuesta realizada en casi todo el territorio nacional, que además demostró que más de la mitad de los paraguayos considera deplorable la gestión luguista.
El resultado de la encuesta no podía ser otro, dado que a partir de agosto del 2008, como lo señala el EPP, “los cargos burocráticos que antes se adjudicaban preferentemente a los colorados se han convertido en botín de la Alianza Líbero-seudosocialista, de corrompidos dirigentes gremiales y de no menos corrompidos sacerdotes y obispos católicos que pretenden emular a Fernando “el sátiro de San Pedro” Lugo (amigo de Mario Cossio, Alvaro Uribe y George W. Bush)”.
Lo cierto y concreto es que si Fernando Lugo era en realidad un referente de la teología de la liberación, la izquierda latinoamericana y del socialismo del siglo XXI, en estos tres años lo ha disimulado muy bien. En todo caso, es el único marxista y bolivariano único que lucha contra una guerrilla izquierdista, que permite en su gabinete un escandalate anti-sandinista, el único que solicita en la embajada norteamericana equipos de espionaje telefónico para vigilar a sus adversarios y el único al que antes ya antes de asumir James Cason calificara como “futuro aliado de EEUU”, según Wikileaks.
Es que como lo expresara Eva Golinger, aquellos que reciben dinero e instrucción de organizaciones como Freedom House, NED, IRI, NED, USAID, etc., nunca pueden despojarse del lavado de cerebro al que los somete el imperio para convertirlos en lacayos.
Aunque hoy los seguidores de Lugo aglutinados en el Frente Guazú prometan el oro y el moro, jamás podrán borrar el recuerdo de la simbiosis que profundizaron con la derecha y la CIA bajo el gobierno del “mulo de la oligarquía” Fernando Lugo. Ni lo que el EPP ha llamado una “vergonzoza traición del seudosocialismo luguista al movimiento popular paraguayo”.
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