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Etiquetas | Columna de Martín Cid

Visita del Papa y demás cuestiones

El sentimiento anticlerical crece en España
Martín Cid
martes, 16 de agosto de 2011, 08:04 h (CET)
Me tomo unas cervezas en una terraza cerca de mi casa. Madrid es un hervidero estos días: ayer pude contemplar a un monje de verdad (es la primera vez que lo hago de manera tan directa) ataviado clásicamente. Un chico bastante joven que acompañaba a algunos… ¿peregrinos? Bueno, que cada cual nos cuente su historia porque no me acerqué a preguntarle. Esta mañana también había por doquier monjas (no todas ellas con la edad de mi abuela, por cierto) y jóvenes venidos de todas partes del mundo para, ya saben, la llegada del Papa.

Junto a ellos, un loco medio alcoholizado soltando exabruptos sobre que si el Papa tal o cual mezclado con el tema de los pobres y demás cuestiones de la Guerra Civil como quemar conventos o estupideces por el estilo. Ayer, un conocido mío llamado Charlie (al que no le conocía semejante vena) seguía con este asunto anti-Papa que, sinceramente, no logro comprender del todo. Los datos, por una vez, parecen claros: la visita del Papa va a dejar a los comercios algo que no sucede en España todos los días (sí, me refiero a beneficios reales). ¿Los costes? No me voy a meter en este asunto porque las informaciones se entrecruzan pero algo parece claro: la visita del Papa dejará dinero y en estos tiempos que corren parece que no vendrá mal a los comerciantes.

…Y aún así… como que no, que por las calles se escuchan comentarios bastante negativos sobre la visita papal y el sentimiento anticlerical creciente que parece que el Gobierno no ve con malos ojos. La marcha anti-Papa bien demuestra esto y parece que ha creado el revuelo que los laicistas esperaban, queriendo demostrar al mundo que España es un país laico 100%.

Y es a este respecto al que me gustaría referirme: ¿es realmente España un país laico? Si bien el Gobierno puede decir misa (sí, va con ironía), lo cierto es que las cifran hablan de un 73% que se declara católico pero que sólo entre el 13% y el 20% (dependiendo de la estadística elegida) es practicante. Bien, consideremos el 13% por ser la menor, ¿no son españoles por ser católicos? Me temo que sí (y esto me lo negarían pocas personas) y la contra-afirmación sería más o menos la siguiente: ¿no hay colectivos, bastante menos representativos, que sí reciben cuantiosas ayudas del Gobierno sin que por ello se monte una manifestación anti-tal-colectivo?

Y es que me parece a mí que todo este movimiento anti-clerical tiene más que ver con asuntos de nuestros abuelos que con asuntos que hoy en día parecen vitales en nuestra sociedad: ¿no hablan de respeto? Pues parece que hay que respetar todo menos cuando algo no está de acuerdo con lo que creemos. Dícese: ¿en qué molesta a un ateo convencido la visita de este señor? Parece ser que bastante por asuntos que, dicen ellos, tienen que ver con el progreso: eliminar las religiones y su poder social para con ello liberar al proletariado del yugo del opio del pueblo (alguien debería haber añadido con lágrimas en los ojos eso de “Marx ha muerto”). Dícese: ¿hay que forzar a los católicos al laicismo aunque ellos no quieran? ¿es realmente ésa la razón por la que se manifiestan?

Y es que detrás de todo este anticlericalismo hay algo de imposición: que un país o territorio se manifieste laico no conlleva que deba negarse la libertad religiosa (creo que ningún laicista con dos dedos de frente llegaría a este extremo). ¿Por qué entonces tanto cabreo con la visita cuando se trata de un encuentro de católicos? ¿Por qué montar una manifestación contra algo que, precisamente, afirma el principio de libertad religiosa? Es por esto que hay algo que me huele a podrido en Madrid, un no sé qué que me lleva a pensar que estos laicistas, más que demócratas convencidos, son en realidad dictadores que pretenden imponer sus ideas a los demás cuando los demás les han dejado que tengan las ideas que les dé la real gana.

En fin, para terminar, y como hay que elegir entre agnóstico, religioso y ateo porque me han dicho que hay que posicionarse en una porque de no ser así no existes, les diré que acaban de leer la visión de un ateo que no comprende muy bien como otros ateos no respetan un asunto que, precisamente, sirvió como bandera para sus creencias: la libertad.

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