Esta nueva novela aúna los tres temas preferidos de Vila-Matas: la reflexión sobre la ficción , el oficio de escritor y el deseo de experimentar nuevas técnicas narrativas, hacer algo distinto a lo ya hecho, pero siempre divirtiéndose, como ya afirmó en una entrevista reciente.
Ambas aspiraciones las consigue plenamente en esta novela en la que cuestiona la posibilidad de ficcionar, pero siempre a partir de la propia ficción que es toda novela. Para ello se vale de Mac, el protagonista, abogado en paro que, para huir del aburrimiento y de la insatisfacción, empieza a escribir unos diarios en los que comienza a imaginar la posibilidad de reescribir la primera obra de un famoso escritor que, además, es su vecino.
Esta novela se convierte así en una novela, pero, también, en una modalidad de ensayo novelado y casi una crónica literaria, en cuanto que reflexiona sobre el oficio de escritor. Por lo tanto, es una novela que se distingue de lo que existe actualmente en el mercado editorial donde abundan las novelas banales y vacías de todo contenido que sobrepase la propia historia o trama narrada.
En esta novela, la trama o argumento se supedita al intento de analizar lo que es la literatura como tal, y el proceso de creación que consiste, en su esencia, en una constante modificación y repetición; es decir, en un volver a escribir y reescribir esa primera novela de la que nacen otras muchas que son como añadidos, afluentes de un mismo río inicial. El autor parece aceptar la frase de Kierkegaard cuando dijo que recuerdo y repetición son un mismo movimiento. En el fondo, la creación no es otra cosa, quizás, que volver atrás y recordar, modificar y reescribir la misma historia infinidad de veces, pero con distintas variantes, lo que la convierte en una nueva historia de la que nacerán otras muchas hasta el infinito.
Una de los temas recurrentes de Vila-Matas es la investigación sobre las posibilidades de la novela fuera del modelo tradicional de dicho género en el siglo XIX. Al decir esto, la trama o argumento y el realismo como esencias de la novela desaparecen como necesidad absoluta en la visión literaria de este autor, para quien la novela, concebida con los parámetros tradicionales, está muerta. Aunque sí cree en la posibilidad de supervivencia de este género, pero siempre admitiendo la necesidad de renovación, de cambio sustancial del mismo, como necesidad ineludible para su permanencia.
A pesar de lo dicho, esta última novela publicada por Vila-Matas tiene un argumento que no es otra cosa que. el planteamiento del que surge la reflexión que hace sobre la posibilidad de hacer ficción dentro de la ficción, en un bucle que gira siempre sobre el epicentro de dicha cuestión Y. mientras, narra las peripecias del protagonista, Mac, trasunto del propio autor, en sus paseos diarios por el barrio barcelonés El Coyote en el que vive. Dichos paseos le llevan hasta una librería, un día, en la que oye hablar con la librera a su vecino, un famoso escritor sobre su opera prima “Walter y su contratiempo”, obra juvenil a la que califica el propio escritor de contener pasajes inverosímiles e incongruentes, y de la que tiene vagos recuerdos, aunque quisiera olvidarla totalmente. Esto le reaviva a Mac su deseo de escribir porque siempre ha aspirado a hacerlo, pero lo hará para modificar y mejorar la obra primera de su vecino, el escritor, con quien está obsesionado Mac porque le irrita que éste lo ignora cuando se encuentran.
De ahí nace esta novela que supone muchas otras cosas porque utiliza el pretexto de su propia trama basada en el diario que escribe Mac -el protagonista excéntrico como muchos otros de este autor que con ellos reivindica la normalidad-, un texto divertido y lleno de aciertos que despierta carcajadas al lector, pero es también un ensayo sobre el fundamento de la escritura y, además, una novela, opera prima, con la que el autor se inicia en la narración, y un caso de investigación criminal. Todo ello escrito con apariencia de improvisación, pero en cuya escritura va creando una novela que demuestra la maestría narrativa de su autor, con sorpresas contundentes en la narración, hallazgos de hondo calado y una estructura que sostiene el andamiaje narrativo con tal eficacia que, a partir de la mitad del libro, va dejando al lector estupefacto, sorprendido y enganchado a la lectura hasta un final que es la culminación perfecta de esta novela singular y ejemplo de buena literatura. Esa segunda parte es todo un reto para el escritor que ha sabido llevarla a cabo con maestría.
En una época en que las novelas le dan preponderancia a los hechos narrados, dejándola huérfanas de otros significados ulteriores a la propia trama -especialmente las que están basadas en hechos reales que atraen la atención de los lectores y las convierten en meros reportajes periodísticos novelados-, es muy grato encontrarse con estas novelas que son un soplo fresco y una demostración de buena literatura y el papel que ésta representa, ya que hacen pensar al lector en algo más que en el argumento narrado porque, detrás de los hechos y de los personajes, se encuentra la reflexión, la pregunta, la idea matriz que la ha inspirado y que la convierte en algo más importante y significativo que una mera historia argumental.
Ya ha dicho, en muchas ocasiones, Vila-Matas, que le gusta escribir y experimentar, al hacerlo, siempre cosas diferentes porque si no se aburriría. Con esta novela consigue que el lector no sólo no se aburra, sino que pase un momento de auténtica diversión, sorpresa, reflexión y se haga preguntas que tendrá que responder por sí mismo. Algo muy poco usual en la narrativa actual y que sólo puede conseguir un escritor de la talla intelectual y maestría narrativa como Enrique Vila-Matas.
Mac y su contratiempo, Enrique Vila-Matas, Seix Barral, Barcelona, 2017
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