Víctor Díaz/Sevilla Como cada vez que juega David Ferrer en la Copa Davis es imposible hacer la crónica del corespondiente partido sin apelar a la gesta, a la garra o al factor dramático, y hoy no podía ser menos. Tal y como ocurriera ante Stepanek en la final de 2009 o frente a Fish -fuera de casa- en los cuartos de este mismo año, el tenista alicantino ha vuelto a brindar al torneo de la ensaladera otra maratoniana y épica actuación, ésta contra Juan Martín Del Potro. Tras la paliza de Nadal a Mónaco, cinco sets (6-2, 6-7(2), 3-6, 6-4 y 6-3) y casi cinco horas ha necesitado "Ferru" -que hoy ha vuelto a hacer honores a su apodo- para deshacerse del número uno argentino y propiciar así que Feliciano López y Fernando Verdasco salgan mañana a diputar el doble ante David Nalbandián y Eduardo Schwank con toda la tranquilidad del mundo, y con la posibilidad de sentenciar la quinta Davis para España. De arrollar, nada de nada Quien más quien menos podía llegar a pensar, después del primer partido y el 6-2 de Ferrer en el set inicial de éste, que prácticamente todo estaba ya hecho; pero todos sabíamos que "Delpo" debía comenzar a sacar su calidad en cualquier momento. Y desde la segunda manga el partido ha sido suyo durante mucho tiempo. Sus derechas y sus golpes con el revés, amén del deficiente porcentaje de Ferrer con su primer servicio, fueron decisivas tanto en el "tie-break" del segundo set, como durante todo el tercero. En éste se ha visto a un Ferrer alicaído, casi hundido, que fue incapaz de aprovechar la ventaja adquirida en el primer juego. Del Potro le "sacó" de la pista con dos roturas y un 3-6 que hacía prever un futuro realmente negro para España en este choque, y la incertidumbre para el devenir de la final. Efectivos minutos de reflexión: Pero con una oportuna visita a los vestuarios del español tras perder la tercera manga empezó de nuevo a cambiar el rumbo de los acontecimientos. Poco a poco el choque se ha ido igualando en el cuarto set, al ir subiendo progresivamente David su agresividad y su concentración. En principio no supo sacarle rédito a un "break" en el cuarto juego, pero luego se ha rehecho y, con una nueva rotura gracias a una doble falta de su rival se ha llevado la manga por 6-4. El público español de la pista construída dentro del estadio Olímpico -los argentinos, como siempre, llevaban imponiendo su fenomenal ambiente todo el día- empezó a meterse de lleno en el partido en este cuarto set, lo que sin duda ha repercutido sobremanera en la reacción del jugador alicantino. El quinto set, tras cuatro horas de juego, iba a convertirse en una cuestión de supervivencia. Y ahí, frente a un más que cansado Del Potro, el que ha sobrevivido, una vez más, ha sido el número 5 del mundo (6-3). Porque nunca lo duden: en la Davis, a la heroica, siempre gana David Ferrer.
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