Mariano Sánchez Soler (Alicante, 1954) es escritor, periodista y profesor universitario.
Doctor por la Universidad de Alicante se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y ha compaginado durante más de veinte años el ejercicio del periodismo con una intensa labor como novelista, poeta y ensayista de temas de historia actual.
Es autor de las novelas ‘Carne fresca’, ‘Festín de tiburones’, ‘Alacant blues’, ‘Lejos de Orán’, ‘La brújula de Ceilán’, ‘Para matar’ y ‘Nuestra propia sangre’ ( Premio García Pavón de Narrativa Policíaca). Estudioso de la transición española y del franquismo, ha publicado entre otros títulos ‘Los hijos del 20-N’, ‘Descenso a los fascismos’, ‘Ricos por la patria’ (Premio Internacional de Literatura de No Ficción Rodolfo Walsh, 2002), ‘Los Franco, S.A.’, ‘Los banqueros de Franco’ y ‘La transición sangrienta’. Actualmente compagina la literatura con la docencia como profesor del grado de Comunicación Audiovisual en el Centro de Estudios Ciudad de la Luz, adscrito a la Universidad Miguel Hernández de Elche.
Imparte cursos sobre novela negra, creación literaria y periodismo de investigación en la Universidad de Alicante y organiza, desde 2005, ‘Mayo Negro’, un encuentro anual sobre literatura y cine negro-policiaco.
No recuerdo los años que hace pero la verdad es que ya son unos cuantos. Conocí a Mariano Sánchez Soler con motivo de un programa televisivo en el que intervinimos ambos para hablar de la afición que nos une a ambos: la literatura negra. Después me invitó a participar en una de las ediciones de su ‘Mayo Negro’ alicantino.
Desde entonces, periódicamente, conversamos y nos vemos aunque no con la regularidad que sería deseable. Alicante y Valencia, a veces, están más lejos que esos 180 kilómetros que nos separan geográficamente. Pues bien, Sánchez Soler termina de publicar ‘Anatomía del Crimen’, editado por Reino de Cordelia, una interesante guía de la novela y del cine negros que, además, ha sido proclamada finalista del Premio de la Crítica de la Comunidad Valenciana. En sus páginas, habla de novelas y películas, de personajes y escritores, de cánones y reglas, todo ello vinculado estrechamente al territorio policiaco. Y lo mejor de todo, es que el escritor alicantino desvela sus preferencias, se moja y da opiniones.
A continuación, mis improbables, tienen un extracto de la conversación que mantuvimos en fechas pasadas, en una de esas ocasiones en las que podemos charlar de lo nuestro, de literatura, de libros, de literatura y libros negros. Mariano, tu obra como escritor contiene un importante componente de investigación, pero tu vertiente como autor de ficciones tampoco tiene desperdicio, ¿en qué territorio te encuentras más a gusto?
Son complementarios, forman parte de un todo. Mis ficciones se alimentan de las investigaciones que realizo en los temas de historia actual (transición, franquismo, neofascismo, corrupción…), son un material fundamental para la escritura de mis novelas y relatos de ficción. Me sirven para la creación de personajes e historias. Por otra parte, con la ficción literaria consigo explicar y reflexionar sobre los temas reales que investigo, y me permite llegar más lejos, más allá de los hechos demostrados en mis investigaciones. ¿Cómo surge la idea de publicar ahora un libro sobre el género negro?
Portada de Anatomía del Crimen
Es el resultado de más de veinte años escribiendo y leyendo novela y cine negro. También es producto de la elaboración teórica y práctica desarrollada durante los últimos diez años en que imparto un curso-taller de novela negra en la universidad de Alicante. En él explico y reflexiono sobre el género negro, como escritor y como estudioso, sin perder nunca de vista la necesidad de clarificarlo y divulgarlo con amenidad y contundencia.
‘Anatomía del Crimen’ ha sido proclamado finalista del Premio de la Crítica en la Comunidad Valenciana, ¿qué significa esto para ti? ¿Eres menos marciano y se empieza a reconocer tu labor, tan dilatada en el tiempo, por estas tierras?
Es un reconocimiento y un acicate para comprender que estoy en el buen camino después de tantos años dedicado a la literatura, con tenacidad, como creador y como estudioso. Mis libros están ahí para demostrar mi trabajo, mi aportación y mi visión de la vida y el mundo.
En el libro afirmas que “La actividad literaria es para mí la única manera que conozco de seguir vivo en este mundo tan bestia”, ¿tan duro te resulta esto del vivir?
Lo duro es comprender las fuerzas que mueven el mundo que nos rodea. Saber que no debemos perder la esperanza de mejorar las cosas. La creación literaria te mantiene a flote. Es una manera de estar en el mundo, de vivir de pie. Impartes talleres de escritura de género policíaco en la Universidad de Alicante, ¿se puede enseñar a escribir novela negra?
Se puede enseñar las claves, manejar los materiales, las herramientas que mueven la construcción narrativa, la estructura, la creación de personajes, el punto de vista, el narrador… Como el alfarero que enseña a manejar el torno, como el pintor que enseña perspectiva y colores, como el escultor…, también se puede hacer con la literatura, que es una actividad artística. Después todo dependerá del talento y la dedicación de cada cual. Se supone que todos saben escribir, pero crear personajes y construir historias, alimentar emociones a través de la palabra, es ya otro cantar.
¿En la novela negra todo ha de encajar perfectamente de acuerdo con un guión previo o puede – debe – quedar algún hilo suelto?
Depende. Hay escritores de mapa (que lo tienen todos atado al detalle) y escritores de brújula (que improvisan), pero todos saben de dónde parte y adónde quieren llegar. Tienen un objetivo. Todas las preguntas deben tener respuesta.
Mariano Sánchez Soler
¿Para escribir novela negra hay de bajar a los infiernos de la realidad o no es necesario?
La novela negra baja al infierno de cada autor. Y los infiernos interiores de cada novelista están arraigados a la realidad, a su visión de esa realidad, a la manera en que la vive. Nuestro entorno nos inspira siempre, aunque nos dedicáramos a la novela fantástica o de ciencia ficción.
Dices en ‘Anatomía del Crimen’ que la novela negra ha de buscar la verdad, desde este punto de vista, ¿la novela negra es una herramienta indispensable para analizar el tiempo y la sociedad que nos ha tocado vivir?
Cualquier creación artística, literaria, es una búsqueda de la verdad. En el caso de la novela negra esa verdad se convierte en urbana, en social, como instrumento de conocimiento. Al apostar por el realismo, al bajar a la calle, las ficciones criminales reflejan la sociedad en que vivimos, aunque sea a través de la mirada de un criminal solitario. ‘Anatomía del Crimen’ habla de los pioneros del género policíaco en España. En este sentido, ¿qué significó que Francisco García Pavón ganase el Premio Nadal con ‘Las hermanas coloradas’, una novela negra, en 1969?
El comienzo de la novela negra de calidad en la España, todavía durante el tardofranquismo, con la dictadura agonizante y violenta, cuando era imposible criticar al poder. García Pavón abrió una puerta (con su personaje fijo Plinio) que Manuel Vázquez Montalbán atravesó a partir de 1974 con “Tatuaje”.
Andreu Martín y Francisco González Ledesma, dos estilos, dos formas de entender la novela negra, ¿qué representan para ti?
Son grandes maestros, dos referentes éticos y literarios, y dos amigos extraordinarios a quienes estoy unido por la literatura desde hace décadas.
El libro, al final, incluye una interesantísima selección de clásicos del género negro, recomienda tres títulos cuya lectura, a tu juicio, resulte imprescindible para que un profano se aficione al género.
En el libro la lista es extensa, muy extensa. Pero para alguien que no haya leído novela negra y quiera iniciarse en el género, le recomendaré tres clásicos imprescindibles: ‘La llave de cristal’, de Dashiell Hammett; ‘El largo adiós’, de Raymond Chandler y ‘1280 almas´’, de Jim Thompson. Me duele no poder recomendar otras cincuenta o cien novelas imprescindibles, pero estas tres obras marcan el camino de la lectura.
Observo que ‘Anatomía del Crimen’ no abarca el “cómic negro”, ¿cuándo escribirás un libro que hable del cómic negro?
Conozco a otros especialistas más preparados que yo para escribir ese libro. Francisco J. Ortiz, por ejemplo. Aunque soy un buen lector de comic, lo mío es el cine y la novela. Sí que tratas, en cambio, el cine negro y en concreto el español, ¿vive buen momento el cine negro español?
Si exceptuamos a Enrique Urbizu, y su magnífica ‘No habrá paz para los malvados’, el cine negro español en la actualidad es un erial, con algunas películas memorables: ‘Celda 211’, de Daniel Monzón, ‘25 kilates’, de Patxi Amezcua, ‘La noche de los girasoles’, de Jorge Sánchez-Cabezudo… autor también de la serie ‘Crematorio’, extraordinaria en el panorama televisivo español.
Para finalizar, Mariano ¿cuál será tu próximo proyecto literario?
Acabo de terminar una nueva novela negra en que doy otra vuelta de tuerca a la realidad, a partir de un famoso crimen español cargado de misterio. La he escrito bajo la inspiración del primer John Carpenter y del último Samuel Fuller, dos cineastas a quienes homenajeo a mi manera.
El locutor y escritor Martín Llade (San Sebastián, 1976), quien una vez más será la ‘voz en off’ que locute el Concierto del Primero de Año desde la sala del Musikverein de Viena, ha publicado una nueva novela, cuyo protagonista – no podía ser menos – es Beethoven, que lleva por título ‘El misterio Razumovski’ (Ediciones B), donde Llade convierte al divino Ludwig, un tipo sordo, apasionado, colérico y radical, en una suerte de detective aficionado.
El crepitar de las hojas secas bajo sus pies acompañaba el jadeo de Xóchitl mientras se deslizaba entre los arbustos que bordeaban el río. Huía, aunque no sabía bien de qué. Quizá de los recuerdos, quizá de las sombras que habían convertido a su barrio en una trampa mortal.