Dicen que cuando una estafa es muy grande, ya se llama de otra manera, y la frase explica porqué en lugar de hablar de una gran estafa política se considera a la llegada del cura Fernando Lugo al poder en Paraguay como un “giro a la izquierda”.
En julio de 2002, la USAID estableció en Caracas una oficina para las iniciativas hacia una transición (OTI) otorgándole un presupuesto de 10 millones de dólares para dos años. Según denuncia Eva Golinger, USAID contrató a una corporación estadounidense, Developmet Alternatives, Inc. (DAI) para administrar su presupuesto e implementar un programa de financiamiento a grupos de la oposición a Hugo Chávez llamado Iniciativas para la construcción de Confianza (VICC). La DAI en realidad funciona como una fachada de la CIA, con oficinas en El ROSAL, donde además cuenta con los servicios de Wackenhut, otra empresa estadounidense de seguridad e inteligencia privada.
La USAID financia actualmente a más de 380 organizaciones, grupos y proyectos venezolanos, todos integrados por personajes que abogan por los intereses imperialistas en Venezuela, y promueven los intereses de la política exterior norteamericana en ese país.
En Bolivia, la acción es aún más siniestra. Su financiamiento supera los 120 millones de dólares anuales, en su mayoría desviados hacia grupos de oposición y movimientos separatistas enfrentados a Evo Morales.
Desde la embajada norteamericana en La Paz, antes de ser declarada persona non grata, el embajador norteamericano Phillip Goldberg había conspirado junto a estos movimientos separatistas para desestabilizar al gobierno de Morales.
Curiosamente, la prensa vinculada al National Endowment for Democracy en Paraguay intenta convencer que a pesar de recibir el respaldo y los elogios de USAID, el cura Fernando Lugo es un furibundo “chavista y bolivariano” que intenta implantar en Paraguay el socialismo del Siglo XXI.
USAID elogia al “bolivariano” Lugo
Lejos de sentirse incómodo ante el gobierno “bolivariano” de Lugo, el administrador adjunto para América Latina y el Caribe de USAID Mark Feierstein, elogió al gobierno encabezado por el cura papá y afirmó que obtuvo importantes logros.
Entre los logros mencionó la adopción por parte de la policía paraguaya de un Manual de Uso de la Fuerza elaborado por expertos norteamericanos, de manera similar a los polémicos manuales de interrogatorio proveídos por la CIA. La embajada norteamericana y el gobierno de Colombia aportan grandes recursos al combate del EPP, una guerrilla marxista que ha emitido varios documentos y publicado un libro desnudando la naturaleza reaccionaria, ultraderechista y pro-yanqui del gobierno de Fernando Lugo.
Durante el gobierno del falso teólogo de la liberación, la influencia de USAID en la sociedad paraguaya no ha hecho otra cosa que aumentar, y los “notables” vinculados a su red prebendaría dominan cada vez con mayor fuerza los medios de comunicación, colegiados e incluso los medios de difusión del gobierno de Lugo como sus páginas web.
Según los datos de USAID, el Programa Umbral, Fase II, se inició sin restricciones luego de llegar Lugo al poder, con un presupuesto de US$ 30,3 millones. Hoy este plan se encuentra en su fase final.
El mismo Mark Feierstein reconoce que el dinero de USAID es distribuido entre “ONG paraguayas”, la mayoría de las cuales sirven como mampara a supuestos movimientos políticos que se disfrazan de “izquierda” y que hoy se encuentran agrupados en el autodenominado “Frente Guazú”. Las principales puntas de lanza del proselitismo de Lugo fueron dos movimientos gestados con este esquema, el Pmas (relacionado con la ONG Casa de la Juventud) y Tekojoja (relacionado con la ONG Gestión Local), los cuales luego del 20 de abril coparon ministerios, instituciones públicas y puestos prebendarios bajo la administración luguista. Partidos históricos y con verdadera ideología socialista como el Partido Comunista Paraguayo o el Partido Revolucionario Febrerista se convirtieron en los convidados de piedra.
Con el mismo modus operandi, a través de su Frente Guazú estos grupos de usurpadores pretenden reeditar la estafa política ampliamente develada por filtraciones de Wikileaks. Resulta evidente que si publicitaban a su líder como el cura reaccionario que era, jamás hubieran suscitado la atención de la prensa internacional que tuvieron en su momento.
La explicación de la insistencia en disfrazarse de estos grupos reaccionarios al servicio del imperialismo la develó hace ya siglos Jean Jacques Rousseau, cuando sentenció que el vicio raramente se insinúa oponiéndose a la virtud, sino que casi siempre toma el disfraz de ésta.
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