Como ya sucediera en vísperas de las elecciones paraguayas de abril del 2008, nuevamente la prensa vinculada a la embajada norteamericana de Asunción a través de los dólares del National Endowment for Democracy intenta presentar como movimientos de izquierda a los grupos financiados por USAID, encubriendo el gran fraude que pretenden reeditar.
Cuando todos hablaban del “marxista y bolivariano obispo de los pobres” Fernando Lugo, fui el único que levantó su voz para desmentir tal operativo de prensa que encubría una gran estafa política, y denunciar los estrechos vínculos de Lugo, su entorno y sus publicistas, con la embajada norteamericana de Asunción, la SIP, USAID y el National Endowment for Democracy, una noble fundación que ocasinalmente suplanta a la CIA en temas propagandísticos.
En el Paraguay, la usina de desinformación dirigida por el National Endowment for Democracy tiene su epicentro en la radio dirigida por el ministro consorte Humberto Rubin, viejo beneficiario de las donaciones de dicho ente conservador y anticomunista.
Un aliado de Estados Unidos
Los informes de Wikileaks que revelaron que EEUU consideraba a Lugo "afín a EEUU" y que Lugo retribuía considerando a EEUU "un socio valioso", echaron por tierra las campañas de Aldo Zucolillo, Rubin y otros que pretendíeron promocionar a Lugo como un furibundo “chavista bolivariano”.
Cuando las filtraciones de Wikileaks revelaron que el cura Fernando Lugo era considerado, ya antes de ganar las elecciones paraguayas de abril del 2008, como un futuro valioso aliado para los estadounidenses, fui el menos sorprendido. Los cables revelados permitieron conocer que Lugo había prometido a James Cason que no seguiría el camino de Hugo Chávez, que se manifestaba asqueado por las FARC, y que el mismo Cason había recomendado apoyarlo considerando que sería útil con su estilo “moderado” para dividir a la izquierda de la región.
El embajador norteamericano también había afirmado en sus informes que “no representaban problema” los supuestos grupos izquierdistas cercanos a Lugo, consideración que probablemente hacía alusión a que algunos de estos falsos radicales como los agrupados en Tekojoja y Pmas ya estaban comprados por USAID.
Fernando Lugo, al contrario de lo que promocionara su propaganda, era visto como afín a Estados Unidos, al cual consideraba un "socio valioso", según filtró Wikileaks. También se supo que el ministro de Lugo, Rafael Filizzola, solicitó en la embajada norteamericana equipos de espionaje telefónico al Tio Sam.
El 6 de mayo de 2009 la embajadora Liliana Ayalde informó que “Fuentes cercanas a Lugo dicen que el Presidente está frustrado por su inhabilidad de ejercer cambio”. La Embajada decía estar preocupada de que lo hicieran renunciar, lo cual señala el interés del imperio en mantener a su ficha en el cargo. Añadían que no comprendían el alcance de lo que planeaban los adversarios políticos de Lugo, pero tampoco comprendían “los forcejeos por el poder en el círculo interno de Lugo, o si Lugo tiene algún tipo de plan maestro para gobernar. Seguimos creyendo que Lugo es pragmático, tiene una afinidad por los Estados Unidos, y nos ve como un socio valioso”. A diferencia de sus compañeros “bolivarianos”, que hostilizan sin cesar a la diplomacia estadounidense y denuncian continuamente su ingerencia, Lugo despliega todo el arsenal de la zalamería con la representante diplomática Liliana Ayalde. En uno de los cables de la embajada americana (25 de febrero del 2009) la embajadora Liliana Ayalde consigna que pasaron un agradable fin de semana en el Chaco con Fernando Lugo y su equipo pescando pirañas, comiendo yacarés y observando pájaros.
La embajadora también fue una invitada de honor a todos los actos del gobierno, como un miembro más en el gabinete de ministros. Se considera que es más influyente que la mayoría de los secretarios de estado, e incluso a veces más influyente que el mismo presidente.
Hugo Chávez, ni vestido de Santa Claus
Pero las revelaciones sobre el fraude luguista no se quedaron allí.
Según el diario boliviano La Razón, el Gobierno de Paraguay pidió informes a Estados Unidos para conocer las actividades militares de Bolivia con asistencia venezolana en la frontera, según un texto de la embajada estadounidense en Asunción que data del 8 de octubre del 2009.
“(El canciller) Lacognata expresó su preocupación por las actividades militares de Venezuela en Bolivia, particularmente cerca de la frontera con Paraguay. Él le dijo a la embajadora que Paraguay era pacifista por principios y por necesidad y se opone a construir una carrera armamentista”, revela el supuesto documento oficial.
La ex autoridad había dicho además que Paraguay “sin un servicio real de inteligencia, estaba en desventaja en esa carrera”. Lamentó que Bolivia no le comentó a Paraguay sobre sus planes de comprar seis aviones de Rusia en la reunión del mecanismo 2+2 entre Bolivia y Paraguay.
Según el mismo cable, Lacognata fue más lejos todavía en esa misma cita, ya que pidió auxilio a Estados Unidos para que informe sobre las actividades militares venezolanas en Bolivia, cosa que, según dijo a la embajadora de EEUU en Asunción, Liliana Ayalde, también pidieron al Perú.
La diplomática norteamericana “prometió una respuesta, pero dijo que iba a ser muy difícil de proveer esa información”, agrega el cable de WikiLeaks.
Otro cable fechado el 22 de octubre del 2009 dice que el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, había decidido no viajar a Bolivia para una reunión de líderes de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) para no aparecer al lado de Evo Morales. Evidentemente, la presión de sus aliados de la ultraderecha como la prensa vinculada al National Endowment for Democracy era un motivo de peso.
Por su parte el canciller Lacognata expresó su frustración por la visión que la gente tiene sobre Lugo en cuanto a seguir a Hugo Chávez de Venezuela. Dijo que si bien Brasil puede aprobar el ingreso de Venezuela al Mercosur, “no pasará aquí ni si Chávez se viste como Santa Claus”. Es lo que expresó el canciller Héctor Lacognata a la embajadora Liliana Ayalde el 10 de diciembre de 2009. Cinco días después, el 15 de diciembre de ese año, la Embajada estadounidense reportó la delicada conversación en un cable confidencial que fue dirigido a la Secretaría de Estado, con copia a embajadas del Mercosur y a Venezuela.
Sobre Colombia, Lacognata “criticó los esfuerzos de Chávez para unir a los jugadores regionales alrededor de su propia agenda y un enemigo en común de los EE.UU., pero indicó que Chávez está cada vez más aislado. Sobre Honduras, Lacognata dijo que Paraguay verá cómo gobierna Lobo y si puede ganar la confianza de todos los sectores. Dijo que la posición paraguaya no estaba escrita sobre piedra, pero estaban preocupados por el precedente de deshacerse de “un gobierno que a nadie le gusta”.
Ni falta hace agregar la pésima relación que mantiene hoy en gobierno luguista con Cristina Fernández, luego de que en varias oportunidades el cura presidente Lugo demostrara estar más interesado en lograr el favor del monopolio mediático de Buenos Aires enfrentado al Kirchnerismo que en mantener buenas relaciones con la presidenta. En una oportunidad, buscando ese favor, Lugo la reprendió por una llegada tardía a una cumbre en Paraguay, y Cristina retrucó acusándolo públicamente de misógino. Un analista argentina consigna que la embajada de Estados Unidos se ha convertido en el principal y gran colaborador del gobierno en lo que se ha denominado “la instauración del cambio”.
El peor ciego
Dice un refrán que el peor ciego es aquel que no quiere ver, y precisamente ese tipo de personajes abunda en una prensa paraguaya que rinde pleitesía como si fueran grandes próceres a estos conocidos personeros de la embajada norteamericana.
Esta actitud ha favorecido la llegada al gobierno de unos farsantes como Lugo y su séquito, que han demostrado mayor fidelidad al imperio y a sus propios intereses de amasar fortuna que a la doctrina del socialismo que proclamaron a los cuatro vientos profesar. Lo peor de todo es que favorecidos por el encubrimiento, pretenden reeditar el engaño.
Ya lo advirtió William Faulkner, lo que se considera ceguera del destino es en realidad miopía propia.
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