“Examen de ingenios”, es una obra interesante y valiosa en su significado que no es otro que el análisis certero del autor de más de un centenar de figuras del ambiente cultural de influencia española, ya que reúne una colección de semblanzas de escritores y artistas del ámbito hispano, figuras todas ellas que conoció personalmente el autor, por lo que añade a esta singular obra una gran colección de anécdotas, acompañadas por agudas e inteligentes reflexiones sobre los personajes más emblemáticos del mundo cultural del siglo XX.
En este libro se pueden encontrar 103 semblanzas, ordenadas de forma cronológica, en las que se incardinan vivencias personales con la figura comentada, momentos inolvidables con diversos escritores y artistas pertenecientes a cinco generaciones que van desde los años 1898, 1914, 1927, 1936 y 1950. Es decir, aquellos grupos literarios adscritos a cada una de las generaciones más importantes de la literatura española.
Se pueden encontrar nombres como Azorín, Borges, Pío Baroja, Pablo Neruda, Max Aub, Cortázar, Joan Miró, Torrente Ballester, Delibes, Antonio López, Mario Vargas Llosa, Jorge Oteiza, o Paco de Lucía; relación muy breve del más del centenar de personajes que desfilan por esta obra.
El autor afirmaba en una entrevista reciente que en esta obra habla de figuras importantes de la cultura del siglo XX, independientemente de que haya tenido o no buenas relaciones con cada una de ellas.
También, Caballero Bonald, admite que en este libro se encuentran influencias de las obras “Españoles de tres mundos”, de Juan Ramón Jiménez, o “Retratos contemporáneos”, de Ramón Gómez de la Serna, o de la obra de Octavio Paz. Especialmente, admite la impronta del libro de Juan Ramón Jiménez, de quien admira su excelente prosa y al que considera el mejor prosista del siglo XX.
En este obra se encuentran toques de ironía, incluso de sarcasmo, que aparecen dirigidos a ciertas figuras, especialmente a las pertenecientes a la generación del 98, por la poca aceptación de la novela realista, por parte de Caballero Bonald, de la que la mayoría de los miembros de dicha generación eran genuinos representantes. Así como también, ofrece poca complacencia a figuras de la generación de los 50, a la que pertenece el propio autor, como es el caso de Camilo José de Cela.
Esta compilación de semblanzas no está escrita con el ánimo de mostrar una imagen amable y admirada de las muchas figuras que aparecen tratadas en esta singular obra, pues aparecen en ellas amigos y enemigos, afectos y desafectos, antipatías declaradas y simpatías difusas. Admiraciones ciertas y críticas despiadadas pero envueltas siempre en ese guante de fina ironía y sutileza que utiliza para escribir como el cirujano que usa un estilete para cortar el tejido sano y, también, el enfermo, sin temblarle el pulso, sin titubear, pero procurando anestesiar primero al paciente para que la herida no sea dolorosa, aunque la incisión sea exacta y cruenta.
Toda una obra en la que los personajes, a través de sus diferentes semblanzas aparecen reflejados, definidos, con claroscuros como daguerrotipos, pero en los que el propio autor se refleja también a través de ellos, de las opiniones que le suscitan, de las vivencias compartidas, de su visión de aquellos ilustres personajes a los que conoció y trató, admiró o censuró, en un libre acto de expresión de sus ideas de lo que es y debe ser la literatura, de la función del escritor y del artista y, en suma, del personal mundo de cada uno de ellos que crea así un universo original, diverso, interesante y definidor de quienes fueron los más importantes nombres de la cultura hispánica del siglo XX.
Examen de ingenios, José Manuel Caballero Bonald, Seix Barral, Barcelona, 2017, 464 pp.
|