| Ficha técnica | 1- España: Casillas (3); Arbeloa (1), Sergio Ramos (1), Piqué (1), Jordi Alba (1); Busquets (1), Xabi Alonso (1); Xavi (2), Iniesta (3), Silva (2); Cesc (1).
1 - Italia: Buffon (2); Bonucci (1), De Rossi (2), Chiellini (2), Maggio (2), Giaccherini (1); Motta (1), Pirlo (3), Marchisio (2); Cassano (1), Balotelli (1).
Cambios: En España: Jesús Navas (1) por Silva (min. 64) y Fernando Torres (1) por Cesc (min. 73); en Italia, Di Natale (2) por Balotelli (min. 58), Giovinco (1) por Cassano (min. 64) y Nocerino (-) por Motta (min. 89).
Goles: 0-1 Di Natale (min. 60); 1-1 Cesc (min. 63).
Árbitro: Viktor Kassai (Hungría) (2) En España amonestó con tarjeta amarilla a Jordi Alba (63'), Arbeloa (83') y Fernando Torres (83'). Mientras que en Italia amonestó a Bonucci (58 '), Chiellini (78') y Maggio (88’).
Incidencias: 39.000 espectadores en el estadio Arena Gdansk. Terreno de juego en buenas condiciones. Estuvieron en el palco de honor los Príncipes de España, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, el presidente de UEFA Michel Platini y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Ángel María Villar, entre otras personalidades.. |
| Empate para empezar esta Eurocopa. Resultado aparte, este estreno mostró que España no es España cuando se enzarza en batallas tácticas. Son guerras no aptas para el fútbol de toque. De todas formas, se sobrevivió a estos percances merced a las paradas de Casillas y a la rápida respuesta de Cesc cuando Di Natale adelantó a Italia. La incorporación de Fernando Torres dotó a España de su espíritu de siempre, con una referencia arriba, con un notable trato del esférico, aunque, ésta vez, carente de puntería.
Hay terrenos pantanosos donde es mejor no adentrarse. Si uno decide romper esa barrera de seguridad, corre el peligro de despeñarse. Del Bosque decidió enfrascarse en una batalla táctica con su homólogo Prandelli. Loable -tiene crédito, arriesgada y sorprendente. Porque estando Italia como adversario es jugar con fuego. Existe infinitas opciones de quemarse. Los italianos son unos expertos en estos temas y siempre obtienen buenos réditos. España decidió debutar sin un delantero centro y estuvo cerca de caerse. La ‘azzurra’ interpretó perfectamente esta situación y vivió plácidamente en defensa hasta que apareció en escena Fernando Torres. España recuperó su juego de siempre. Quizá fue tarde.
Experimento erróneo Hasta ese momento, este experimento no generó recompensa alguna. Reconforta que no se trate de una extravagancia de Del Bosque. Lo hizo en el Real Madrid cuando convirtió a Guti en delantero con enorme puntería. Pero ese grupo tenía otros jugadores como Roberto Carlos, cuyas arrancadas creaban dolores de cabeza en las defensas contrarias. Nada de esto hubo con Arbeloa y Jordi Alba. Tampoco porque España, al contrario que el Barcelona -también usa este sistema- no cuenta con Messi. Consecuentemente, esta selección se sintió huérfana de un delantero de referencia. Su juego de toque y de enorme movilidad apenas asustaba a Italia. Sus aproximaciones de peligro siempre eran por el cauce central. Nada de petróleo. Sólo se recuerdan dos acciones de Silva e Iniesta -muy activo y siempre con criterio- con sensación de picor para Buffon. Escaso bagaje.
Esta soledad atacante no era sólo el problema. La ‘azzurra’ no es una selección de ‘catenaccio’. Es un grupo que sabe tocar el balón -no tan bien como España- y que siempre cuenta con el colmillo afilado. Visto el planteamiento de España, los italianos adelantaron metros en el campo, presionando más arriba y consecuentemente contando con menos metros hacia el área de Casillas. Estaban mejor situados y fueron capaces de discrutir el gobierno del balón a España. Ningún recuerdo de esa genética defensiva. De Rossi, incrustado como líbero, repartió juego desde atrás y Pirlo destiló magia más arriba con Marchisio como aprendiz. España no pudo evitar que Cassano, Motta y hasta el extravagante Balotelli tuvieran buenas ocasiones de marcar. Fueron tan claras como espléndidas fueron las intervenciones de Casillas. El capitán salvó a España.
De menos a más El experimento del falso delantero se convirtió en obcecación hasta bien entrada la segunda parte. No obstante, el regreso de vestuarios mostró una España con otro aire. Más fresco, toque rápido, movimientos verticales y buscando bandas y espacios. La euforia de Italia se templó de repente con dos acciones de Iniesta y Cesc. Buffon demostró que es otro gran portero. Y que esta Italia no se asusta. Que sabe responder, aunque Balotelli no fuera capaz de aprovechar un regalo de Sergio Ramos. Más avispado estuvo Di Natale. Es un asesino del área, sus botas siempre contienen pólvora. Éste no perdonó delante de Casillas tras una fascinante asistencia de Pirlo.
Quedaban 30 minutos para remontar. España sólo necesitó de tres minutos para recobrar el equilibrio, justamente cuando Silva dibujó un pase perfecto a Cesc (el primero que marca a Italia en una Eurocopa) para que éste superara a Buffon. Dos acciones que espabilaron a España e hicieron ver a Del Bosque de la necesidad de dotar al sistema de un delantero. El elegido fue Fernando Torres. España recuperó su fútbol maravilloso de toque e Italia empezó a sufrir como nunca antes lo había hecho. Era otro partido y se contaron hasta una mano de oportunidades. Lástima que Fernando Torres tuviera sus botas defectuosamente calibradas, tanto en un regate ante Buffon como en una posterior vaselina. Al juego de esos casi veinte minutos, con Iniesta como cerebro y Xavi más efectivo, sólo le faltó el tanto del triunfo en un partido donde España (fin a su racha de 14 partidos oficiales ganando) se rescató a base de un buen fútbol.
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