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Erika Villaécija: "En Londres espero hacer el ochocientos más rápido de mi vida" | |||||||
"Lo que más miedo me da en aguas abiertas es el tema del contacto físico o el giro de las boyas, todo el mundo va a querer estar arriba y va a haber bastantes golpes" | |||||||
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Renovarse o morir. Erika Villaécija será la única nadadora española en doblar disciplina en Londres. La barcelonesa estará en su prueba favorita, el ochocientos libre, pero saldrá también de la piscina para debutar en la estampida de los diez kilómetros en aguas abiertas. Un reto al alcance de muy pocos, pero que la campeona mundial en Dubái afronta como un paso más en una carrera plagada de éxitos. Las dos más o menos igual. Los entrenamientos van bien , aún me queda una semana de carga, de entrenos fuertes, pero como se está acercando la competición se llevan bastante mejor. Tengo mucha ilusión por nadar, tengo ganas, experiencia suficiente y ha sido un año bueno de preparación. ¡Qué lejos queda ya Atenas! ¿Qué ha cambiado en ocho años? Te has hecho mayor y le das más importancia a todo. En Atenas fueron mis primeros Juegos, con solo veinte años, y casi no me di ni cuenta de los entrenamientos o de la competición que había hecho hasta que ya pasaron. Ahora lo vivo todo de otra manera, porque lo especial es poder disfrutar los Juegos. ¿De Londres solo vale regresar con medalla? La medalla es por lo que luchan la mayoría de personas que van a los Juegos Olímpicos, porque tienes que aspirar siempre a lo máximo o te quedas en el camino. En ochocientos mi primer objetivo es entrar en la final, y si lo consigo, hacer luego el mejor tiempo de mi vida, no importa en la posición que quede. Luego, en la prueba de aguas abiertas , espero nadar en cabeza de carrera todo el rato y a ver si es posible jugármelo al sprint. Estamos hablando de dos disciplinas, el 800 metros libre y los 10 kilómetros de aguas abiertas, completamente diferentes. ¿Cómo ha podido compatibilizarlas? La verdad es que las combino bastante bien. De momento he hecho casi todos los entrenamientos en piscina, porque afortunadamente en Londres las aguas son un poco menos ‘abiertas’, en el lago de Hyde Park, con vueltas cortas y aguas tranquilas que me favorecen por mi experiencia en piscina. He hecho bastantes metros más en los entrenos para poder aguantar bien la prueba, pero sobre todo he trabajado con mucha intensidad y con mucho gimnasio para poder apretar en la parte final. "En aguas abiertas tienes que estar atento a todo, cómo vas tú y cómo va el resto" Tras haberle acompañado durante toda tu carrera, ¿la medalla en 800 libre sabría mejor? Sí, supongo que sí sería la más especial. Pero yo ya estoy muy orgullosa de todos los resultados que me ha dado el ochocientos en mi carrera. Desde hace ya diez años la nado a nivel internacional y sigo estando a un alto nivel, que es lo importante. Disfrutar el momento, competir bien, y si se puede hacer algo grande mejor, pero el objetivo es superar mi mejor marca. ¿Por qué el salto a la larga distancia hace dos años? Empecé solo por probar, para ver cómo iba todo, y tuve el premio de quedar décima en el campeonato del mundo (Shanghái 2011) y clasificarme para los Juegos. Es una oportunidad más de poder hacer algo grande y una apuesta de futuro, de poder seguir más adelante, ya que soy de las más jóvenes ahora. ¿Fue una decisión personal, algo consensuado con Joan Fortuny (su entrenador) o simplemente surgió de manera espontánea? Fue una decisión más de mi entrenador que mía. También ese año Kiko Hervás entrenaba en la calle de al lado (NdA: el otro representante español en aguas abiertas), y la cosa fue un poco por ver cómo era y porque me decían que tenía la oportunidad de hacerlo bien. Lo que más miedo me da es el tema del contacto físico o el giro de las boyas, porque al ser un lago pequeño va a ser una carrera intensa, todo el mundo va a querer estar arriba y va a haber bastantes golpes. ¿Es el Viejo Oeste de la natación? Sí, algo así. No tiene nada que ver con la natación pura de piscina, porque allí sabes más o menos la marca que vas a conseguir según lo que hayas entrenado. En aguas abiertas tienes que estar atento a todo, cómo vas tú y cómo va el resto. Yo intento abrirme siempre hacia el lado derecho, para evitar el contacto y los golpes e ir más cómoda durante la carrera. ¿Mejor agua fría? La prefiero así. Mi primer Mundial en Canadá fue bastante duro, pero tras haber estado en Shanghái con aguas a treinta grados, prefiero mil veces temperaturas más frías. Tienes que estar más atento a cómo te encuentras, porque los pies y las manos se te ponen muy frías y parece que no puedes coger bien agua, pero con calor es peor porque sudas más, estás más cansado y tienes que pararte a avituallar, cosa que yo normalmente no hago. A Londres llevamos un equipazo de cincuenta y un nadadores. ¿Podemos esperar grandes cosas? Solo que las chicas de waterpolo se hayan clasificado, cuando nunca lo habían hecho, es para ser optimistas. La apuesta más segura es la sincronizada, pero llevamos un equipo joven, con ganas, y si todos llegamos bien, a ver si es posible hacer los mejores Juegos. ¿Qué cambia el tener como rival a una nadadora del mismo país, como es Mireia Belmonte? Al final no importa mucho, porque cuando te tiras a la piscina da igual que al lado haya alguien de tu país o de otro. En Londres habrá muchas pruebas con más de un español compitiendo, y lo importante es que si estamos en la final lo que se consigue es dar más nivel a nuestra natación. "Una vez que acabe Barcelona, decidiré si me apetece seguir o no" ¿El grupo está unido o lo habitual es ir por libre? Para ser un deporte individual, es cierto que la gente está unida, pero a la hora de competir cada uno va a la suya porque tenemos en juego cosas diferentes. Pero quitando algunas personas, entre nosotros nos llevamos bastante bien. La natación es uno de los deportes históricos en los Juegos, pero tampoco se escapa del pozo mediático el resto del tiempo. ¿Alguna fórmula mágica para atraer al público? Es complicado. La natación es un deporte que solo es importante cada cuatro años, pero por ejemplo con el tema de la Eurocopa o que el fútbol también está en los Juegos, queda un poco más tapado. ¿Les asusta que el fútbol se coma protagonismo en Londres? No nos asusta, porque sabemos que es lo que hay. Son deportes más mediáticos, que mueven mucha más gente, pero luego si voy a Londres y gano una medalla, me va a dar igual que se hable de fútbol o no, porque para mí va a ser lo más importante. Cuando empiezas a nadar, sabes que no vas a hacerte millonario o ser una súper estrella. Es un deporte mucho más humilde que eso, donde tienes tus objetivos e intentas cumplirlos, pero si empieza a salir más gente haciéndolo bien como Aschwin, Mireia, Rafa, Duane o yo misma, conseguiremos que el público conozca la natación un poco más. ¿Alguna promesa si toca metal? Si gano alguna medalla me gustaría tirarme en paracaídas. Es algo que me llama la atención, pero que si no es por algo muy importante no lo haría. Tengo muchas manías, y en piscina una de ellas es comer una aceituna por cada cien metros que tiene la prueba, ocho en el caso del ochocientos. ¿Qué no puede faltar en su habitación de la Villa Olímpica? Dos muñequitos de peluche, que siempre me llevo, aunque ahora son tres. Me compré el tercero el otro día, antes de empezar a dormir en una de estas cámara de hipoxia. Ellos, y el pijama de la suerte. ¿Qué sentimientos le produce una ciudad como Londres? No he estado en Londres nunca todavía. Me da buenas sensaciones porque los Juegos que viví en Europa, en Atenas, me fueron muy bien, y los de fuera, en Pekín, fatal. Aparte es una ciudad que siempre he querido visitar, y espero tener ahora la oportunidad. El mundo de la natación conoció a Erika en el Mundial de Barcelona 2003, y el año que viene, una década más tarde, el campeonato vuelve a la capital catalana. ¿Demasiado pronto para ser la retirada perfecta? Barcelona es importante, allí fue mi primer Mundial, y es mi casa. Ahora mismo solo tengo en mente los Juegos de Londres y Barcelona. Es verdad que luego tengo esa oportunidad de seguir en aguas abiertas, pero todavía no pienso en ello. Una vez que acabe Barcelona, decidiré si me apetece seguir o no, porque camino para seguir siempre tengo. |
Menuda semana tras el breve descanso. Precios del petróleo, cifras de inflación, titulares fiscales y debates sobre la reunión del BCE de la próxima semana. Nos visitaron fantasmas del pasado, del presente y, potencialmente, del futuro próximo.
El consejero delegado de International Airlines Group (IAG), Luis Gallego, destacó este viernes “el buen funcionamiento” de los aeropuertos españoles en comparación con otros de Europa, entre los que citó los de Londres, Ámsterdam y Frankfurt, según dijo una conferencia con periodistas en relación con los resultados del ‘holding’ de Iberia y Vueling en el primer semestre.
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