Era una cuestión de tiempo. A pesar de no encontrarse ni cerca del hombre sobrehumano que destrozó a sus rivales en Pekín, a Michael Phelps le sobra gasolina para entrar en la historia como el deportista con más medallas de todos los tiempos. Diecinueve metales para desbancar a la gimnasta soviética Larisa Latynina, que casi medio siglo después abandona el trono olímpico.
No importó que Phelps tampoco se hiciera con la victoria en su prueba fetiche, los 200 mariposa, donde no se bajaba de lo más alto del podio desde 2001. El americano sabía que su misión era otra muy diferente, un reto al que puede que no encontremos nuevo candidato hasta dentro de otros cincuenta años. Ahora el objetivo es redondear la gesta, ascender hasta la impensable veintena y dejar Londres con un palmarés prácticamente insuperable.
Avanzando paso a paso (DIEGO G. SOUTO)
Que un tío se plante en tres Juegos con las mismas medallas que toda tu delegación soñaría alcanzar en una sola mosquea. Sobre todo ahora, donde tras cuatro jornadas de competición tampoco hemos visto recompensa metálica. Esta vez el momento agrio del día fue para Elosegi, en la final de C1. Repite la posición de Pekín, y nos deja con otro casi en los labios. Si lo unimos a las derrotas de waterpolo (¡qué poca suerte con los árbitros!) y la de balonmano, ambas por un gol de diferencia, el día en que me cuele como espontáneo en una entrega de medallas a robar alguna está más cerca.
Belmonte endereza el rumbo
Nos consuela la marcha firme del equipo de baloncesto (victoria ante Australia) y las victorias de Feliciano y Ferru en Wimbledon (una vez más aviso a navegantes: ojo con el tenis). También nos ha producido una gran alegría el pase a la final de Mireia Belmonte en 200 mariposa. Mejores sensaciones y otra oportunidad para no irse de vacío de Londres. Mañana, la final.
La que ya no estará en el Aquatics será Ye Shiwen. Hoy se ha tirado al agua para conseguir su segundo oro. Y tan tranquila. Sus últimos cincuenta metros le sirven para ganar aún saliendo desde su alojamiento (en China). La natación vuelve a ocupar todas las portadas con dos de los que serán grandes protagonistas de estos Juegos. Phelps y Ye, el casi pasado y el mucho futuro unidos en un recinto que ya es lugar sagrado de la historia olímpica. Una alegría universal que hace más llevadero este lento peregrinaje hasta nuestra primera sonrisa. ¿Será mañana?