Parecía en el primer cuarto que la mejor España había vuelto tras la pájara final ante Gran Bretaña, pero todo fue un espejismo. Los 17 puntos del período inicial se evaporaron como la espuma; las soluciones aportadas por Scariolo han sido sumamente discutibles, y salvo que se pierda el lunes contra Brasil, repetir la plata de Pekín será lo más parecido a una quimera, con USA en una hipotética semifinal.
| FICHA TÉCNICA | 77- Rusia: Ponkrashov (14), Shved (-), Kirilenko (8), Khryapa (12), Kaun (1) -cinco inicial- Fridzon (24), Mozgov (12), Voronov (-), Antonov (3) y Monya (3).
74- España: Calderón (2), Llull (6), Rudy Fernández (10), Pau Gasol (20), Marc Gasol (10) -cinco inicial- Navarro (9), Sergio Rodríguez (8), Felipe Reyes (4), San Emeterio (3) e Ibaka (2).
Parciales: 11-28, 21-12, 24-13 y 21-21.
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Y eso que Kirilenko casi ni apareció, y Shved, ni eso. La defensa sobre la gran estrella rusa fue casi lo único bueno que hizo España en ese sentido desde el segundo cuarto; mientras que David Blatt apenas si usó a su talentoso base durante siete minutos.
Pero surgieron otros como Fridzon, Ponkrashov y Khryapa, jugadores sumamente contrastados a los que jamás en la vida les puedes dejar tirar con comodidad, porque corres el riesgo de que los tres tengan su día y te la armen. Scariolo, responsable
Eso mismo es lo que le ha sucedido a España en general, y a Sergio Scariolo en particular. Porque el técnico italiano no ha sido el único responsable de esta debacle, pero sí el principal al no saber tomar las decisiones adecuadas en los momentos más calientes del partido.
Nos podemos arriesgar a que nos tapen la boca por la existencia de algún problema físico que desconocemos, pero cuando los rusos la metían de todas las posiciones y de todos los colores, ¿dónde estaban, ante la indolencia defensiva, dos consumados especialistas como Serge Ibaka y Víctor Sada? El primero, sólo nueve minutos en cancha hoy; el segundo, ni eso.
Así da igual que el inicio de España sea espectacular, con fluidez en ataque y con los Gasol, como siempre, dominando en la pintura y fuera de ella (11-28, min 10). Porque cuando los rivales se cierran sobre los dos hermanos y el tiro exterior no entra, hay que defender.
Hay que apretar el trasero, como dirían algunos entrenadores de forma un poco más “brusca”. Y si dos tipos como Ponkrashov y, sobre todo, Fridzon (24 puntos y 9 de 15 en tiros de campo) te la empiezan a liar, has de aportar soluciones.
En el tercer cuarto, con Rusia en plena remontada, fue Khryapa el que se puso las botas con tres triples mientras sus dos compañeros descansaban; y cuando éstos regresaron, dos canastas de Fridzon y, cómo no, un triple de Ponkrashov le dieron la vuelta al marcador (56-51, min. 30) ante la impotencia de todo el equipo español, empezando por su banquillo.
No obstante, parecía que Scariolo había conseguido dar con la tecla durante el último período, dando descanso a unos asfixiados Pau y Calderón, y presentando un quinteto con Sergio Rodríguez, Navarro –que hoy sí ha podido jugar algunos minutos- y Felipe Reyes. Entre los tres, el juego de España se refrescó ostensiblemente, y como además el porcentaje ruso desde más allá de 6,75 comenzó a fallar, la selección se volvió a Marchar en el electrónico (60-69, min. 36). España se deja sorprender de nuevo
Dio absolutamente lo mismo, porque Scariolo se empeñó en tener sentados a los titulares hasta casi el final –cuando los “buenos” han de volver siempre-, y Rusia lo aprovechó para recuperar terreno con la misma facilidad con la que lo había vuelto a perder. Mozgov, con un par de canastas solo bajo el aro, Ponkrashov y Fridzon apretaron de nuevo el marcador (70-71) justo antes de que regresaran Pau y Calderón, y otro triple de Khryapa igualó el duelo a 73 a falta de un minuto.
España erró un par de ataques más, y de nuevo Mozgov, aprovechando un despiste de Pau, machacó el aro español y puso un 75-73 decisivo. El mayor de los Gasol falló el primero de los dos tiros libres de los que dispuso a cinco segundos del final, y Fridzon, cómo no, sentenció para Rusia desde la personal ya que el hombre que quedó libre para subir el balón buscando el triple salvador fue… Marc Gasol.
En definitiva, un verdadero desastre en un partido que, salvo que el rival sea Estados Unidos, jamás debe dejar escapar un equipo que pretende optar a repetir final olímpica. Por mucho que quien te remonte 17 puntos sea esta Rusia notable de Kirilenko, Shved… pero también de Ponkrashov, Khryapa y Fridzon. Porque, con los cruces de los actuales Juegos, si te ocurre –como hoy a España- ya puedes dar por perdida la medalla de plata.
El lunes (21:00), Brasil. El que pierda probablemente será tercero, y evitaría a los norteamericanos hasta la final. ¿Habrá lo que los italianos denominaron en la Eurocopa de fútbol, “biscotto”? Visto lo que ha ocurrido en deportes como el bádminton, apuesten a que no; pero sólo saldremos de dudas después de que se produzca el salto inicial.
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