Se acabó la fiesta. Stratford despide ya a los millones de visitantes que han disfrutado durante las últimas dos semanas de los Juegos Olímpicos. Dieciséis días de competición al más alto nivel, con proezas inimaginables y fracasos trágicos. Londres ha demostrado por qué es la tercera vez que los cinco aros viajan a la capital inglesa. Instalaciones magníficas, accesos fluidos y una organización británica que ha facilitado el éxito final del evento.
Mañana vuelta a casa, con la tristeza de abandonar una rutina diaria única pero la satisfacción de haber podido contar en vivo uno de los mejores inventos que ha tenido el ser humano. En esto que me desinfecto, aprendo a comer de nuevo y consigo despegarme de las sábanas, caerá el vídeo final de despedida con algunos momentos grabados a lo largo de estos días. Por ser el último, prometo un 50... no, venga, lo tiramos... ¡¡un 60% de imágenes enfocadas!! Lo nunca visto.
¿Quién es el Dream Team? Vaya despedida nos ha tocado. España - Estados Unidos, el mejor partido de baloncesto que se puede ver hoy en día, en la repetición de la maravillosa final de Pekín cuatro años atrás. En Londres, mucho de lo mismo, pero todavía más igualada.
Para enmarcar (RCH)
Faltó solamente encadenar un par de jugadas por encima del marcador. Fue un pulso tremendo donde los nuestros tocaban la ventaja con las yemas de los dedos para en dos jugadas volver a caer a los cinco puntos. Un tira y afloja espectacular que permitió a los americanos arriesgar lo justo en los minutos finales.
Pero llegar un punto por debajo en el comienzo del último cuarto (83-82) ratifica que España es el único equipo capaz hoy en día de conseguir el milagro frente al atracón de estrellas yanqui. No pudo ser el oro, pero esta generación pone un broche mágico a once años de éxitos. ¡¡Bravo!!
Vídeo, entrevistas... ¡y fotos! Además del básquet hemos rozado metal en gimnasia rítmica (ya saben mi opinión sobre los jueces en estos deportes) y Hermida se ha quedado a cuatro segundos del bronce (¿será posible?).
También conocimos al ganador de la maratón. El ugandés Kiprotich se coló entre los keniatas para apuntarse la prueba con más simbolismo del calendario. La medalla se la dieron en plena ceremonia de clausura, como manda la tradición, en una despedida cargada de música y fuegos artificiales. Nada que ver con la del primer día, pero digno epílogo antes de proceder al apagado de la antorcha y pasarle el testigo a Río.
Pero nosotros no hemos acabado todavía los Juegos. Nos han enganchado tanto que los mantendremos con vida, cual caudillo agonizando, en los próximos días. Vídeo especial para finalizar y una galería de fotos donde iremos colgando las mejores imágenes recogidas en Londres. Y en la recámara, las dos últimas entrevistas del 2+12. La llama de Siglo XXI todavía brilla con fuerza. ¡Qué no termine la fiesta!