Dice que el PNV y el Gobierno vasco "pueden hacer mucho para acelerar el fin de ETA" pero "sobre la premisa de que ha habido verdugos y víctimas"
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, afirma que "sin pedir perdón y sin la desaparición de ETA es imposible acercar a los presos" y asegura que "hoy no se dan las circunstancias para que cambie la política penitenciaria". Asimismo, indica que el PNV y el Gobierno vasco "pueden hacer mucho para acelerar el fin de ETA" pero "sobre la premisa de que ha habido verdugos y víctimas".
En una entrevista al diario El Correo, recogida por Europa Press, asegura que no ha llegado el momento de acercar a Euskadi los presos si no que "ha llegado el momento de seguir aplicando el imperio de la ley por encima de todo".
"ETA tiene que cumplir cinco condiciones: disolverse, entregar las armas, manifestar su arrepentimiento, pedir perdón a las víctimas y resarcir el daño. A partir de ahí, empezaríamos a hablar. Mientras tanto, no vamos a cambiar la aplicación de la legislación vigente ni la ley penitenciaria", añade.
Preguntado por el hecho de que el Gobierno vasco insista en el acercamiento de presos y lo plantee en la negociación con el Gobierno central, afirma que no le gusta hablar de líneas rojas" "pero en el tema del terrorismo sí que las hay y son las víctimas". En concreto, indica que, mientras que no hayan recibido esta "petición de perdón y no hayan visto ese arrepentimiento sincero, difícilmente se puede hablar de otros temas".
Por lo tanto, asegura que "hoy no se dan las circunstancias para que cambie la política penitenciaria o que se plantee siquiera el estudio de acercamiento de presos de ETA".
Ante el planteamiento del colectivo de presos EPPK de que los presos puedan aceptar medidas individualizadas, cree que se trata de "buscar atajos" e indica que "utilizar medias verdades y pretender engañar a la sociedad eludiendo las cinco exigencias que he enumerado no va tener un premio.
"Sin arrepentimiento, sin petición de perdón y sin la desaparición de ETA es imposible dar ningun paso con los presos. Sería traicionar a las víctimas y a la propia sociedad", añade.
Zoido dice que ni la disolucion ni el desarme, por sí solos, provocarán un cambio de la política penitenciaria "si no hay arrepentimiento".
"ETA MUY DEBILITADA"
Zoido cree que ETA está "muy debilitada" y "los presos están pagando esa debilidad". A su juicio, "ha llegado ya el momento en que los propios presos le exijan a ETA su disolución y la entrega de las armas", añade.
El ministro de Interior considera que un gesto así sería importante y agrega que los "grandes perjudicados de ETA, al margen de las víctimas que son los grandes sacrificados, son los propios presos, tanto porque ellos no se desvinculan de la banda como porque la propia ETA no les deja dar ningún paso".
Zoido señala, por otra parte, que ETA tiene, en principio,una "capacidad operativa reducida" pero mientras no se disuelva y entregue las armas, "las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado van a seguir muy alerta".
"ETA tiene que saber que cada vez que se mueva alguno de sus componentes o que haya una sucesión en su dirección se va a encontrar con una respuesta contundente de la Policía y la Guardia Civil en España o de las fuerzas de seguridad francesas", manifiesta.
Preguntado por si el Gobierno vasco y el PNV pueden ser claves en ese final de ETA, afirma que el PNV está ahora en un momento en el que "podría ser determinante" porque "no cabe la menor duda que tiene mucho que decir y decirlo para bien".
"Pero lo que no puede ser es una equivalencia entre unos y otros. Que se hable de una guerra entre dos partes. Aquí ha habido verdugos y víctimas. Y sobre esa preemisa, el PNV y el Gobierno vasco pueden hacer mucho para acelerar el fin definitivo de ETA", concluye.
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