La inflación subyacente aún no muestra "signos convincentes" de que la tendencia ascendente sea sostenida.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha pedido a las autoridades nacionales vigilar muy de cerca el "alto" endeudamiento de los hogares de algunos países de la zona euro y la "boyante" dinámica del mercado inmobiliario, a la vez que ha solicitado que estén listas para utilizar los instrumentos políticos que tienen a su disposición para contrarrestar estos riesgos emergentes cuando sea necesario.
Así lo ha señalado durante su intervención en la 36ª reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional, donde también ha explicado que en la etapa actual el ciclo financiero de la zona euro es "consistente" con la recuperación en curso, así como confirmado que no hay indicios de un desajuste generalizado de los precios de los activos y de la evolución del crédito.
En este sentido, el economista italiano ha indicado que, a pesar de que la política monetaria influye en el crecimiento económico, es importante que los dirigentes políticos asuman sus responsabilidades. Asimismo, desde una perspectiva global, uno de los ingredientes clave para aumentar el crecimiento potencial y la productividad, según Draghi, es la apertura.
"El comercio abierto, la inversión y los flujos financieros sostenibles desempeñan un papel clave en la difusión transfronteriza de nuevas tecnologías que impulsan la mejora de la eficiencia", ha señalado el presidente, que ha subrayado la necesidad de que esto se base en la cooperación multilateral, incluso en el ámbito de la regulación y supervisión financiera, para ser "eficaz".
Según el banquero, en la eurozona es necesario, fundamentalmente, intensificar la aplicación de las reformas y adoptar otras medidas para mejorar el entorno empresarial y reglamentario destinado a impulsar la inversión y mejorar la productividad, así como reducir la rigidez del mercado laboral para crear empleo, especialmente entre los jóvenes. Algunos países, no obstante necesitan adoptar medidas adicionales para garantizar el cumplimiento de las normas fiscales y se deberían esforzar más por priorizar en la inversión pública a la vez que reducir la presión fiscal sobre los trabajadores.
UN GRADO "IMPORTANTE" DE ACOMODACIÓN MONETARIA
Por otro lado, a pesar de que la inflación general ha aumentado "notablemente" durante el último año, la mayor parte lo representa el repunte de los precios de la energía y de los alimentos, de forma que la inflación subyacente aún no muestra "signos convincentes" de que la tendencia ascendente sea sostenida.
Aunque los riesgos de deflación en la zona euro han desaparecido, ha aseverado Draghi, cree que es probable que la inflación general disminuya de forma temporal a finales de año. Los riesgos de estas perspectivas están "ampliamente equilibrados", aunque no tanto los relacionados con el tipo de cambio, que representa "una fuente de incertidumbre que requiere de un seguimiento continuo por sus posibles implicaciones en la estabilidad de los precios a medio plazo".
En el medio de plazo, el BCE prevé que la inflación aumente gradualmente gracias a las medidas de política monetaria, aunque el progreso hacia una convergencia "duradera" y "autosostenible" de los precios hacia el objetivo no es lo suficientemente convincente por lo que sigue siendo necesario un grado "muy importante de acomodación monetaria".
Respecto al programa de compras de activos, que actualmente asciende a 60.000 millones de euros al mes y está previsto que finalice en diciembre, Draghi ha indicado que a finales de año se decidirá la calibración de los instrumentos, teniendo siempre en cuenta la trayectoria de la inflación y las condiciones financieras.
Según el presidente del banco central, las medidas adoptadas sobre política monetaria están teniendo efectos favorables sobre las condiciones de endeudamiento de las empresas y de los hogares, el acceso a la financiación y los flujos de crédito en toda la eurozona, lo que respalda la demanda interna y facilita también el proceso de desapalancamiento.
SOLIDEZ DEL SECTOR BANCARIO
"La resiliencia del sector bancario de la zona euro ha seguido mejorando", ha sostenido Draghi, mientras ha apuntado que los coeficientes de capital CET1 de los bancos de la zona euro se mantienen en niveles sólidos, alrededor del 14%, mientras que la rentabilidad de los mismos se ha estabilizado gracias al fortalecimiento de la recuperación.
Algunos bancos a los que el presidente califica de "débiles" han sido resueltos de una manera "satisfactoria", ya que el impacto sobre el resto del sector bancario de los Diecinueve ha sido prácticamente nulo.
Sin embargo, aún existen desafíos importantes como la rentabilidad, que continúa siendo "moderada", o el exceso de capacidad y de ineficiencia de costes de los préstamos improductivos de "algunas partes del sector". Por esto, el Consejo ha adoptado un plan de acción global para abordar los problemas de activos de baja calidad y ha publicado un proyecto de ley que actualmente se encuentra sujeto a consulta pública.
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