Margallo cree el 155 conllevaría la suspensión del Govern y de un presidente "que se han declarado en rebeldía"

El exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo ha señalado este lunes en Valencia que el artículo 155 de la Constitución que podría aplicar el Gobierno el jueves, cuando cumple el plazo dado al presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, para restaurar la legalidad constitucional, conllevaría la suspensión de las funciones del Govern y del president porque "no tiene demasiado sentido" que tras haberse "declarado en sedición, en rebeldía" siguieran ocupando posiciones que ostentan gracias a la Carta Magna y al Estatuto para "dinamitarlos".

"No hubiese tenido demasiado sentido que al Teniente Coronel Tejero lo hubiesen dejado después del 23 de febrero irse tranquilamente al cuartel a seguir preparando la siguiente sonada", ha dicho antes de pronunciar la conferencia 'Por una convivencia democrática' sobre la reforma de la Constitución en el Club de Encuentro Manuel Broseta.

A su juicio, si se aplica finalmente este artículo a partir del jueves --cuando el Gobierno ha considerado "oportuno", ha defendido-- deberían, en paralelo, abrirse las conversaciones para una actualización de los pactos constitucionales de 1978 "para presentarnos en las elecciones autonómicas en Cataluña, que es donde se va a jugar la segunda parte del partido con una oferta atractiva con un proyecto nacional ilusionante y nuevo".

Al ser preguntado sobre si cree que Puigdemont aceptaría esa aplicación del 155, ha sido claro: "Creo que no lo aceptará".

Cuestionado sobre si cree que hay que cambiar el marco territorial de la Constitución, ha indicado que "es una de las primeras cosas que hay que cambiar en la Constitución, aparte de consagrar derechos y libertades nuevos, políticos y sociales, para atender a los que más perjudicados se han visto en la crisis, y políticos, para acabar con el divorcio entre gobernantes y ciudadanos".

A su juicio, "hay que consagrar un Senado territorial que sea un foro de debate y de discusión entre las comunidades autónomas entre sí y entre las comunidades autónomas y el Estado, hay que delimitar las competencias con más claridad para evitar la conflictividad en los tribunales que tanto ha enrarecido el ambiente" y también "hay que establecer los principios básicos de financiación autonómica en la propia Constitución, y hay que hacer un título nuevo sobre la Unión Europea en que, entre otras cosas, se establezca el papel de las comunidades autónomas en la adopción de las decisiones que se adoptan en Bruselas y en la responsabilidad por el incumplimiento de las obligaciones del derecho internacional".

También ha abogado por "una ley oficial de lenguas que colme el vacío que hay en estos momentos entre el artículo tercero de la Constitución y la legislación autonómica, un vacío que ha sido llenado por el Tribunal Constitucional en un tema tan delicado como la lengua".

"UN JUEGO DE ASTUCIAS"
Al ser preguntado por la actitud del presidente catalán, García Margallo ha señalado que "aquí lo que estamos viendo es un juego de astucias". "Lo que se está intentando es desplazar la carga de la prueba de la ruptura de una posibilidad de diálogo a la otra parte; fundamentalmente pensando en las elecciones autonómicas, desde luego, pero sobre todo en la percepción de la comunidad internacional y muy concreto de la Unión Europea", ha explicado.

Se ha remitido a "un proverbio medieval muy viejo en política que dice que el que saca primero la espada no ocupa nunca el trono" y considera que "lo que están jugando en esta especie de pasapalabra es quién asume la culpa y la responsabilidad de haber roto el diálogo".

Para el exministro, esto "tiene muy poco sentido" porque "está perjudicando a España, pero sobre todo está llevando a Cataluña a una situación extremadamente compleja".

De hecho, ha advertido de que "si la incertidumbre se sigue prolongando en el tiempo las empresas seguirán saliendo y Carles Puigdemont puede tener el privilegio de ser el presidente de la Generalitat que ha convertido la zona industrial de Cataluña en un auténtico erial".

SIN MEDIACIÓN DE LA UE
Sobre la decisión de la UE de no intervenir en este tema, ha asegurado que "no tiene otra" porque "el artículo 4 del tratado de la UE dice que corresponde a los estados miembros, por tanto una cuestión interna, la organización territorial y la defensa de la integridad territorial".

"Es algo en lo que la UE tiene mucho que decir. Aunque ha dicho que la ruptura de la integridad territorial en contra de la Constitución y, por tanto, en contra del artículo 4 no sería bienvenida y podía provocar un efecto emulación", ha agregado, para recordar que en la unión "hay 350 regiones, eso haría absolutamente ingobernable la UE y no tiene sentido el fragmentar los estados miembros en función de criterios étnicos, lingüísticos o culturales".

"Simplemente porque ningún Estado miembro de los 28 es un Estado puro, para buscar un Estado puro que no tenga ninguna mezcla de ninguna otra cultura, etnia o lengua probablemente haya que ir a buscarla a las tribus amazónicas, pero en el resto somos todos producto de un mestizaje. Llevamos no sé cuantos siglos cruzándonos los unos con los otros", ha zanjado.