La Confederación Europea de Sindicatos (CES) y la patronal europea de las pymes (UEAPME) han chocado este miércoles de lleno por la propuesta de la Comisión Europea de introducir una baja de paternidad mínima de 10 días y un permiso de 4 meses adicional, intransferible y retribuido para que padres y madres cuiden de sus hijos. "Estos permisos, tenemos que considerarlos como una inversión a corto y largo plazo", ha defendido la secretaria confederal del CES, Montserrat Mir Roca, durante una audiencia sobre la conciliación de la vida familiar y laboral en la Comisión de Empleo de la Eurocámara para discutir las últimas propuestas de la Comisión Europea. Mir Roca ha defendido la necesidad de que el permiso de paternidad y parental sean remunerados en todo caso y ha considerado "positivo la no transferibilidad de los permisos para reforzar que los utilicen los hombres". También ha defendido extender estos derechos a los autónomos porque si no habrá "discriminación". "Las pruebas demuestran que cuando el permiso no es remunerado con gran frecuencia son las mujeres las únicas que asumen esta responsabilidad", ha justificado, insistiendo en la necesidad de impulsar "medidas, instrumentos para atajar los obstáculos a las mujeres en el mercado laboral" y dejando claro que "no hay ninguna prueba de que estos permisos vayan a suponer un aumento de costes" para las empresas. "No creo que el paquete (presentado por la Comisión) se dirija solo a las mujeres. Se dirige a hombres, trabajadores, también a las compañías porque serán más competitivas, tendrán más personas en el mercado laboral, más talento para apoyar sus ideas", ha remachado, tras recordar que un estudio reciente de Eurofund cifró en 370 millones de euros el coste de la menor tasa de ocupación laboral femenina, equivalente al 2,8% del PIB de la UE. También ha defendido promover condiciones laborales flexibles pero "no como medida para imponer la flexibilidad a los trabajadores". Mir Roca ha considerado que las propuestas representan "una oportunidad de oro para construir una Europa social fuerte", promover "un nuevo modelo" y "romper un estereotipo importante" y por ello CES utilizará el 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, "para hacer ruido" en defensa de la directiva. "No sólo las madres son las responsables de educar y de estar con los hijos", ha insistido. Desde la patronal de las pymes en cambio se ha alertado de los "problemas" que plantean los permisos parentales para las pequeñas y medianas empresas en términos de coste financieros, la carga burocrática de tramitar los permisos, "la sobrecarga inevitable" que las bajas conllevan para los empleadores y el resto de trabajadores y el riesgo de una caída de la productividad de la empresa, por la dificultad de sustituir a un trabajador con capacidades únicas y necesarias para la empresa. "La mejor solución depende realmente de los mercados laborales nacionales y de cómo reacciona la gente a los diferentes incentivos. Lo que se debe evitar es una pérdida de la productividad de las pequeñas empresas", ha alertado, recordado que la gran mayoría de pymes en Europa son microempresas de apenas 4 o 5 trabajadores. "Cada permiso se que coge tiene un enorme impacto", ha insistido el asesor de UEAPME, Arnold de Boer. El representante de la patronal de las pymes ha insistido en que hay que "evitar un enfoque demasiado estricto y formal y evitar las cargas financieras, administrativas y económicas más amplias" para las empresas y ha lamentado que la propuesta de Bruselas no explicite cómo va a garantizar que no se vean afectadas de forma "desproporcionada" las pymes, especialmente las microempresas, tal y como plantea. En todo, ha insistido en la necesidad de garantizar medidas "suficientemente flexibles para adaptarlas a los mercados laborales nacionales y las preferencias culturales" y ha defendido que la primera medida para promover la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral pasa por aumentar las infraestructuras de cuidado infantil y de mayores. "Es un elemento en el que tenemos que trabajar rápido", ha defendido.
LA PROPUESTA DE BRUSELAS
La Comisión Europea propuso el pasado mes de abril que se instaure un permiso retribuido de "al menos cuatro meses" para el cuidado de los hijos al que puedan acogerse cada padre y cada madre, que no sea en ningún caso transferible entre los progenitores y del que cada uno pueda hacer uso hasta que el menor cumpla los doce años de edad para apuntalar el pilar social en Europa y conciliar mejor la vida familiar y laboral. En la actualidad, la legislación comunitaria prevé que los trabajadores puedan solicitar una excedencia de hasta cuatro meses para el cuidado de menores de hasta ocho años de edad, pero no hay reglas que exijan que sea un permiso remunerado y permite transferir al otro progenitor tres de los cuatro meses. El proyecto incluye también una baja de paternidad mínima de 10 días para los hombres (en España es de cuatro semanas desde el pasado mes de enero), pero elude plantear mejoras específicas en el mínimo de 14 semanas de baja maternal que ya se aplica en la UE y que en el pasado intentó sin éxito aumentar cuatro semanas más. En julio de 2015, Bruselas tuvo que retirar una propuesta anterior para ampliar a 18 semanas remuneradas el periodo mínimo de permiso maternal en la Unión Europea, por el bloqueo de años en las negociaciones y el rechazo expreso al proyecto de once Estados miembros, entre ellos Reino Unido, Francia, Alemania, Dinamarca, Suecia y Países Bajos. La Eurocámara era entonces partidaria de elevar a 20 semanas remuneradas el permiso de maternidad. También planteó en abril mejorar las condiciones de las familias que tienen enfermos o personas dependientes a su cargo y reclama para todos los trabajadores al menos "cinco días de permiso al año" y que los padres puedan acogerse a jornadas laborales más flexibles. Para ello, propuso que los trabajadores con menores de doce años o personas dependientes a su cargo tengan el derecho a una jornada reducida, flexibilidad en su horario laboral o la posibilidad de teletrabajo.
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