La insuficiencia cardiaca es la causa del 3% de todos los ingresos hospitalarios en España, según se ha puesto de manifiesto en la XX Reunión de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que aborda las últimas novedades en el manejo de la insuficiencia cardiaca. Se calcula que se producen alrededor de 100.000 hospitalizaciones anuales por esta causa, según un estudio del Grupo de Insuficiencia y Fibrilación Auricular de la SEMI, siendo además la primera causa de hospitalización de los mayores de 65 años. Así, esta patología representa el 2'5 por ciento del coste de la asistencia sanitaria española y "un enorme reto sanitario en nuestro país, al igual que en el resto de países desarrollados", ha explicado el coordinador del grupo especializado de la SEMI para esta materia, el doctor José María Cepeda. La principal causa de insuficiencia cardiaca en pacientes ancianos es la hipertensión arterial, seguida de la enfermedad coronaria y de la patología valvular. Se asocia normalmente a otras enfermedades como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la anemia, la insuficiencia renal, la diabetes o la demencia. La "presencia de varias enfermedades asociadas dificulta el tratamiento, por lo que debemos realizar un enfoque global del paciente y no de cada enfermedad por sí misma", ha indicado el especialista. Para ello, se requiere la continuidad en la asistencia del internista, el médico de atención primaria y la enfermería.
LA IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO PRECOZ Y EL TRATAMIENTO
En cuanto al tratamiento, "varios ensayos clínicos han demostrado que la administración de hierro intrevenoso en estos pacientes mejora su capacidad funcional y reduce los ingresos por descompensación de insuficiencia cardiaca", ha afirmado el doctor Cepeda. No obstante, la insuficiencia cardiaca comporta dos problemas en su tratamiento: en las primeras fases puede pasar desapercibida o confundirse con otra afección y es difícil diagnosticarla en personas obseas, ancianas o con enfermedad pulmonar crónica. El ejercicio físico y recurrir a la dieta mediterránea y reducir la sal en las comidas son constituyen los consejos que aportan los profesionales médicos para mejorar la capacidad, los síntomas y la calidad de vida de los pacientes. La aparición de la dolencia puede retrarse mediante la modificación de los hábitos que pueden constituir factores de riesgo. Además, la ecocardiografía es uno de los métodos que, tras la exploración física, permite obtener mayor información de los pacientes. Los ecógrafos pequeños y de menor coste, presentes en los últimos años, han generalizado la técnica. "Tiene un importante valor pronóstico a corto y medio plazo", ha sostenido el coordinador del Grupo de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilacion Auricular de la SEMI.
FIBRILACIÓN ARTICULAR E INSUFICIENCIA CARDIACA
La reunión de la SEMI, a la que acuden más de 400 especialistas, también trata la fibrilación, patología que coexiste con la insuficiencia cardiaca. Pueden desembocar la una en la otra y "tienen factores de riesgo comunes, tales como la edad, hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, disfunción valvular y enfermedad coronaria", ha expresado el doctor Cepeda. De hecho, dos de cada tres pacientes con insuficiencia cardiaca tiene fibrilación articular, según el Registro RICA. La fibrilación articular es también más frecuente cuanto más grave es la insuficiencia cardiaca, ya que su aparición agrava los singnos y síntomas de ésta, asociándose además con un incremento de mortalidad. La mortalidad anual de la insuficiencia se sitúa en torno al 16% pero está cerca del 60% a los 10 años de padecerla. Supone la cuarta causa de muerte en España.
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