Los factores socioeconómicos compuestos por el lugar de residencia y el tamaño del hábitat tienen una influencia limitada sobre la elección de los grupos de alimentos y bebidas en la población española, de acuerdo con el estudio ANIBES, coordinador por la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
El estudio, publicado en la revista científica 'Nutrients', tiene como título 'La influencia del lugar de residencia, el género y la edad en la elección de los grupos de alimentos y bebidas en la población española: resultados del estudio científico ANIBES', y ha comprobado que los niños residentes en el este de España beben una cantidad significativamente superior de bebidas no alcohólicas que los que vivían en la zona noroeste.
Tal y como apunta el investigador principal del trabajo, el doctor Gregorio Varela-Moreiras, presidente de la FEN, director del Grupo Investigación Nutrición y Ciencias de la Alimentación (CEUNUT) y catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, el lugar de residencia no parece ser determinante para el consumo de los diferentes grupos de alimentos y bebidas durante la infancia (9 a 12 años) y la adolescencia (13 a 17 años).
En relación a los adultos (18 a 64 años) y mayores (65 a 75 años), las elecciones de alimentos sí que estuvieron condicionadas: "La ingesta de azúcares y dulces fue significativamente superior en hombres adultos residentes en el noroeste de España respecto a aquellos que vivían en el sur del país y los hombres mayores del área norte-centro realizaron un consumo significativamente superior de huevos en comparación con el noreste".
En relación al tamaño del hábitat, el profesor Varela-Moreiras ha apuntado que los niños residentes en zonas semi-urbanas y urbanas consumieron cantidades significativamente superiores de carne y derivados que los procedentes de zonas rurales (171,1 gramos/día, 177,1 gramos/día y 135 gramos/día, respectivamente). Además, registraron una mayor ingesta de leche y productos lácteos que sus homólogos de áreas rurales. Respecto a las niñas, explica que "no se encontraron diferencias significativas atendiendo al hábitat".
En el grupo de adolescentes, las chicas residentes en áreas rurales realizaron una ingesta significativamente inferior de precocinados frente a las de áreas semi-urbanas. Por su parte, los adolescentes chicos procedentes de áreas rurales realizaron un consumo significativamente superior de cereales y derivados (203,1 gramos/día) respecto a los adolescentes de áreas urbanas (160,8 gramos/día).
"En el caso de los adultos varones que vivían en áreas rurales y semi-urbanas, realizaron una ingesta significativamente superior de aceites y grasas que los residentes en áreas urbanas", ha señalado el profesor, añadiendo que el consumo de leche y productos lácteos fue bastante menor entre los hombres residentes en áreas semi-urbanas. En lo que respecta a las mujeres adultas, "no se encontraron diferencias significativas con respecto a su hábitat de residencia", ha añadido el doctor Varela-Moreiras.
En el grupo de mayores (65-75 años), "los hombres residentes en grandes núcleos urbanos realizaron una ingesta considerablemente menor de legumbres que los residentes en zonas semi-urbanas o rurales, algo que no se observó en el grupo de mujeres de esta edad.
LUGAR DE RESIDENCIA Y CONSUMO DE ALIMENTOS Y BEBIDAS
En lo que respecta a los adultos, los hombres residentes en el sur consumieron muchos más aperitivos que los que vivían en Madrid y el área noroeste, mientras que los hombres del área norte-centro realizaron una ingesta significativamente superior de carne y derivados que los que vivían en el área noroeste.
En las mujeres adultas, Varela-Moreiras ha destacado una ingesta de aceites y grasas mucho más alta entre las residentes en el área sur respecto a las de Islas Canarias, área centro, este, área metropolitana de Madrid y noroeste. Y señala que, "el consumo de bebidas sin alcohol fue significativamente mayor en las residentes del área noroeste y sur, en comparación con las residentes del área este".
Al estudiar al grupo de mayores, el profesor ha explicado que los hombres residentes en el área norte-centro comen muchas más verduras y hortalizas que los mayores varones del sur.
"Los resultados de este nuevo trabajo científico muestran que los factores socioeconómicos compuestos por el lugar de residencia y el tamaño del hábitat tienen una influencia limitada sobre la elección de los grupos de alimentos y bebidas en la población ANIBES, lo que podría interpretarse como una cierta globalización en la accesibilidad alimentaria, aunque se han observado excepciones concretas para algunos grupos de edad y sexo. No obstante, es fundamental reconocer que existen otras variables socioeconómicas relevantes y se requieren más estudios que continúen midiendo y sondeando el peso de esas influencias para poder desarrollar políticas e intervenciones de salud pública efectivas y eficientes", ha concluido Varela-Moreiras.
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