El saliente secretario de Estado para la Administración Territorial, Roberto Bermúdez de Castro, ha recordado este viernes al ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que efectivamente, las comunidades autónomas tienen representación fuera de España, pero se trata de oficinas turísticas y comerciales, no sedes políticas como la que despliega el Diplocat.
En una entrevista a Onda Cero recogida por Europa Press, respondía al ministro sin citarle, pues Borrel dijo esta semana que no se podía prohibir a la Generalitat restaurar el Diplocat, suprimido bajo aplicación del 155, ya que todas las comunidades autónomas podían tener oficinas en el exterior y contaban con aval para ello del Tribunal Constitucional.
"No. Otras comunidades tienen oficinas comerciales, turísticas o económicas, políticas solo tienen una que es la de Bruselas", ha zanjado Bermúdez de Castro, para incidir en que "todos estos pasos que se están dando hacia la vuelta" al estado anterior al 155, "hay que controlarlos".
En este sentido, opina que el Ejecutivo debería aprovechar la reforma de la financiación autonómica para introducir controles, de modo que "las comunidades tengan algún tipo de atadura" para que "si con esa financiación llevan a cabo competencias que no le son propias, tengan algún tipo de penalización".
El que fue número 2 de Soraya Sáenz de Santamaría y se encargó de implantar el 155 en Cataluña, considera en todo caso que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "no va a ser tan incauto de ceder en determinados temas en Cataluña" y tiene "la creencia de que no va a haber una bajada de nivel en la postura del Gobierno central" al respecto, que "no puede" porque "electoralmente en el resto de España lo va a pagar".
Considera así que en este "enfriamiento posible" entre la Administración Central y la Generalitat para afirmar que "hay que dejar ver cómo evolucionan las cosas un mes o dos y ver realmente cómo evoluciona el Gobierno".
Pese a ello, recuerda que la situación era y es "muy complicada socialmente" y señala que hay lugares, entre los que cita Girona y Lleida, "donde realmente el Estado no existe", por lo que entiende que la prioridad del nuevo gobierno debería "recuperar la presencia del Estado en cualquier punto de Cataluña". "Creo que eso es fundamental y se debe hacer porque si no, seguirá habiendo un problema grave", ha apostillado.
Sobre la posición de los independentistas, Bermúdez de Castro tiene "la sensación" de que "van a seguir con el lenguaje épico" pero "aprobaciones de leyes que les supongan problemas van a hacer pocas esta legislatura".
Dice que en todo caso, "hay un problema" y es que "Torra está la línea Puigdemont" y si bien hay "un segundo nivel que sí está dispuesto a bajar la tensión", mientras ambos estén al frente no parece que eso vaya a producirse. Por eso, no cree que dar más competencias a la Generalitat, que "pocas más pueden asumir" o más financiación y mejores infraestructuras "puede ser un parche que dure seis u otro años" pero no soluciona la cuestión.
Tampoco lo haría a su juicio una reforma constitucional, pues sería una solución "a corto plazo, pero a medio plazo, si no hay otra serie de medidas" entre las que ha citado la vuelta del Estado a Cataluña y la recuperación de la confianza de sus ciudadanos, "ahí habrá un problema".
"Esa gente va a seguir al máximo nivel de reivindicación porque viven de eso. Hay mucha gente y mucho medio de comunicación que viven de eso, hay mucha subvención y mucha gente metida en este 'embolao'", ha dicho en relación al independentismo.
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