Escuelas Católicas y la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) han expresado su "preocupación" tras la intervención de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, este miércoles en el Congreso. Entre otras medidas, ha anunciado que la asignatura de religión dejará de ser computable para la nota media, así como la derogación de algunos artículos de la LOMCE, entre ellos el que permite que la programación de la oferta de plazas escolares se establezca por "demanda social", algo que la ministra considera que "puede propiciar que la escuela pública pueda considerarse subsidiaria de la concertada". Escuelas Católicas, que agrupa 2.008 centros educativos católicos de toda España, advierte de que las palabras de Celaá "causan inquietud y desaliento en un sector educativo que representa al 26% del sistema educativo español," y asegura que contrastan con la oferta de "diálogo y voluntad de alcanzar un Pacto Educativo estatal" que había mostrado la titular de Educación del Gobierno de Pedro Sánchez. "Escuelas Católicas lamenta el anuncio de querer cambiar, sin el mínimo consenso, la LOMCE para quitar peso a la enseñanza concertada y recuerda, en este sentido, que el Artículo 27.1 de la Constitución reconoce en plano de igualdad el derecho de todos a la educación y la libertad de enseñanza", afirma la organización en un comunicado. Según Escuelas Católicas, la libertad de enseñanza implica "la libertad de creación de centros y, por lo tanto, de oferta de un proyecto educativo concreto; y por otra, la libertad de las familias a elegir el tipo de centro conforme a sus convicciones y deseos para sus hijos". Por ello, considera que es "imprescindible" para el ejercicio de estos derechos "la financiación pública" de los centros educativos católicos. "Escuelas Católicas quiere expresar su indignación y preocupación al conocer las líneas maestras del proyecto educativo de la ministra de Educación, Isabel Celaá", añaden en el comunicado, en el que niegan "rotundamente" que "la LOMCE favorezca a la enseñanza concertada". Además, la organización defiende la "necesidad" de que la asignatura de religión "se mantenga como materia curricular" en base a los acuerdos vigentes suscritos con el Vaticano y "porque el Artículo 27.2 de la Constitución establece que el objetivo principal de la educación es la "formación integral de la persona", señalan desde Escuelas Católicas.
CECE PIDE "CULTURA DEL ACUERDO"
La "preocupación" de CECE se centra en las decisiones anunciadas por Celaá "al margen del Pacto Educativo". "Confiamos en que se trate de un error de interpretación, puesto que hasta ahora siempre ha manifestado un claro y rotundo deseo de alcanzar consensos y de no legislar contra la enseñanza concertada", afirma esta confederación de centros concertados en un comunicado. CECE lamenta que los debates educativos "se centren de nuevo en los conciertos, la asignatura de religión o los itinerarios de la ESO", cuestiones que no considera "relevantes a la hora de acometer y resolver el fracaso escolar, el abandono temprano, el desempleo juvenil, la falta de equidad, la situación de la formación profesional o el bajo nivel de idiomas". "La sociedad está cansada de la ideologización del debate educativo y sin duda agradecerá que el Ministerio de Educación sepa centrar los temas que necesitan reforma sin desviar la atención hacia cuestiones colaterales", añaden desde CECE para reclamar "cultura del acuerdo sin excluir a nadie y sin legislar contra nadie, porque nadie sobra para mejorar la educación", sentencian.
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