Uno de cada diez españoles presta cuidados, al menos una vez a la semana, a personas mayores o con problemas crónicos de salud, según la Encuesta Nacional de Salud 2017 del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. De estas, las mujeres son las que ejercen con mayor frecuencia el rol de cuidadoras.
En cuanto al tiempo dedicado, los datos señalan que cuatro de cada diez españolesdestinan más de 20 horas semanales a la atención de esta población. Esta cifra crece cuanto mayor es la edad de estos cuidadores, siete de cada diez cuidadores que dedican más de 20 horas al cuidado de otros tienen más de 65 años.
Esta situación va en consonancia con la necesidad de cuidados de la población española, dos de cada diez personas mayores refieren dificultades para realizar alguna actividad de cuidado personal como alimentarse, sentarse, levantarse, vestirse o ir al servicio. Y de las personas que presentan alguna de estas dificultades, seis de cada diez necesitan más ayuda de la que disponen, según los datos del ministerio.
Padecer enfermedades como la demencia o el Alzhéimer son causas para necesitar cuidados. En la actualidad, más de 1,2 millones de personas en nuestro país vive con Alzhéimer y uno de cada cuatro hogares españoles se ve afectado por un familiar que convive con esta enfermedad, según el estudio 'El cuidador en España. Contexto actual y perspectivas de futuro y propuestas de intervención' , elaborado por la Fundación Sanitas y la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA).
Dos de cada diez de los cuidadores de personas con esta enfermedad tienen más de 70 años y son jubilados, lo que puede dificultar la actuación porque, según avanza la edad del cuidador disminuye su funcionalidad y capacidad para asumir de manera adecuada las distintas tareas que el enfermo requiere, con lo que, "sin la ayuda adecuada, el cuidado puede resentirse", explica el jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores, David Curto.
De entre los motivos principales para ejercer el cuidado, destacan las relaciones afectivas como el cariño hacia la persona dependiente (87%), los lazos familiares (55%) o el convencimiento de la gratitud de la persona cuidada (42%).
CONSECUENCIAS PARA LOS CUIDADORES
El cuidado lleva aparejado una serie de cambios físicos y emocionales en la persona que los ejerce. "El síntoma que manifiesta con más frecuencia es el cansancio y la falta de fuerza física; el desánimo, la depresión y otros problemas de tipo físico" ha informado el doctor, todo ello sin olvidar la enorme carga emocional para el cuidador y su entorno, unido a las situaciones socio económicas que el Alzhéimer, como otras enfermedades, genera.
El gasto en cuidados a estas personas supone unos 31.000 euros al año, según el estudio.Pruebas de diagnóstico, visitas médicas, hospitalización, medicamentos con receta, productos sin receta y cuidados a largo plazo suponen entre el 18 y el 23 por ciento de este gasto.
Aunque también hay una serie de costes indirectos difíciles de cuantificar, como la formación de personal de apoyo para la capacitación en el cuidado, la pérdida de productividad, de tiempo o de oportunidad de empleo y sueldo por parte de los cuidadores.
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