Los padres que entienden la complejidad del idioma que hablan, lo que se conoce como conocimiento relacionado con la lectura, son capaces de detectar las dificultades, explicarlas y transmitir esas habilidades cuando escuchan a sus hijos leer, lo que a su vez ayuda al desarrollo de la lectura, según un estudio de la Concordia University (Estados Unidos). De acuerdo con sus hallazgos, publicados en la revista 'Journal of Research in Reading', los padres con mayor conocimiento relacionado con la lectura no solo son más propensos a tener hijos con mejores puntuaciones de lectura, sino que también son más atentos cuando esos niños les leen en voz alta. Setenta grupos de niños de seis y siete años de edad y sus padres participaron en el estudio. Los niños realizaron exámenes de lectura y luego se les proporcionó material de lectura a un nivel justo por encima de su rendimiento. Esta dificultad extra fue intencional, ya que proporcionó oportunidades para que los padres intervinieran y echaran una mano. Los padres fueron instruidos para ayudar a sus hijos como normalmente lo harían mientras sus hijos les leen. Las sesiones fueron grabadas en video, transcritas y codificadas para evidenciar la retroalimentación verbal y no verbal de los padres. "Estábamos interesados en ver dos formas de retroalimentación. El primero era comentar cómo le iba al niño, el segundo medir cómo respondía el padre cuando el niño titubeaba o cometía un error", explica Aviva Segal, una de las responsables del trabajo. Los resultados confirmaron sus creencias de que los padres con mayor conocimiento relacionado con la lectura ofrecían más elogios y menos críticas a sus hijos que los padres con menor conocimiento. También encontraron que los padres con un mejor oído para el lenguaje trataban de explicar a sus hijos con más frecuencia las relaciones entre los grafismos (letras y patrones de letras) y los fonemas (los sonidos más pequeños del lenguaje hablado).
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