El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, ha condenado el ataque "bárbaro" perpetrado el domingo contra una iglesia protestante en el país, que se saldó con la muerte de al menos catorce personas. "Condeno el ataque bárbaro contra la iglesia protestante de Hantoukoura, en el departamento de Foutouri, que dejó catorce muertos y muchos heridos", ha dicho, en un mensaje publicado en su cuenta en la red social Twitter. Asimismo, ha trasladado sus condolencias a las familias de las víctimas mortales y ha deseado una "pronta recuperación" a los heridos en el ataque, cuya autoría no ha sido reclamada por el momento. Foutouri se encuentra en la región de Este, una zona fronteriza con Níger con presencia de bandidaje y con ataques frecuentes de grupos yihadistas afines a Al Qaeda y Estado Islámico. El pasado 6 de noviembre murieron 39 personas en un ataque de individuos armados contra un convoy de autobuses con mineros. El momento elegido para el ataque, durante la celebración de la misa, es similar al de otros incidentes ocurridos este año en Burkina Faso, un país que hasta hace unos meses presumía de su tolerancia religiosa. En Burkina Faso operan Ansarul Islam, un grupo terrorista autóctono, así como el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), filial de Al Qaeda en Malí, y en menor medida Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS). Además, se ha intensificado la violencia intercomunitaria, que enfrenta principalmente a pastores con agricultores y que ha provocado el desplazamiento de miles de personas.
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