La Fiscalía de El Salvador ha desmantelado en los últimos cuatro años a diez grupos dedicados a exterminar a pandilleros que estarían vinculados a un total de 161 asesinatos, según un informe del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA). De acuerdo con los datos recabados por el IDHUCA, que recoge el diario salvadoreño 'La Prensa Gráfica', entre 2016 y 2018 agentes de Fiscalía y Policía desmantelaron seis grupos de exterminio y en 2019 sumaron cuatro más. El IDHUCA indica que estos grupos de exterminio están relacionados con 161 asesinatos, detallando que "la mayoría de las víctimas pertenecían a pandillas". El año pasado fue el que más crímenes de este tipo registró, con 57. Además, el informe revela que en todos los grupos de exterminio había policías y militares sumando 43 y 21, respectivamente, lo que ha llevado al director del IDHUCA, el sacerdote jesuita José María Tojeira, a afirmar que "continúan las ejecuciones extrajudiciales". Tojeira ha recomendado "dignificar la profesión" de policías y militares como garantía del "adecuado cumplimiento de los principios éticos y legales de la misma". "Y el salario de prácticamente 425 dólares mensuales con el que inicia su trabajo un agente de la Policía Nacional no puede considerarse digno", ha apostillado. Además, ha señalado los problemas de la administración de justicia, mencionando su "enorme lentitud" --"Son 160 casos por fiscal al año, son números imposibles de realizar"-- y un enfoque sancionador que se centra en el castigo a los culpables olvidando la atención a las víctimas. El nuevo Gobierno de Nayib Bukele se ha fijado como una de sus prioridades la lucha contra las pandillas. Sin embargo, se ha topado con la resistencia de un Congreso controlado por la oposición, dando lugar a una crisis política.
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