La Iglesia española ha desplegado su creatividad durante estos días de confinamiento por la epidemia del coronavirus. Entre las iniciativas, destacan la de decenas de monjas de diferentes conventos del país que se afanan desde hace días por confeccionar mascarillas quirúrgicas, las catequesis virtuales para los niños que se preparan para la Primera Comunión, las oraciones y bendiciones de sacerdotes y capellanes por Whatsapp, o las iniciativas solidarias como hacer la compra a los mayores de las cofradías o enviar cartas anónimas de ánimo a las personas enfermas.
Una de las actividades más destacadas es la de decenas de monjas de monasterios de toda España que, además de rezar por el fin de la pandemia, se han puesto manos a la obra para confeccionar mascarillas de tela para el personal sanitario de hospitales, para los profesionales de residencias y para voluntarios, para contribuir con este material, que es escaso, a evitar los contagios. Desde las monjas Clarisas de La Laguna, en Tenerife, hasta las Carmelitas Descalzas de Fuente de Cantos, en Badajoz, están realizando esta tarea.
La comunidad de la parroquia de Santa Engracia, en Zaragoza, formada por cuatro religiosas, la madre Filomena y las hermanas María José, Gloria y Peregrina, compaginan esta labor con la oración, la atención del teléfono e, incluso, del Facebook de la parroquia. Las mascarillas que están realizando tienen unas dimensiones de 21 por 21 centímetros, son bastante tupidas y están confeccionadas en algodón para aguantar el lavado a 65 grados, según explican.
A las carmelitas descalzas del Monasterio de San José de Zaragoza, una comunidad de 12 hermanas de entre 33 y 90 años, les llegó la noticia de que se necesitaban mascarillas y aprendieron a hacerlas. "Es un trabajo bonito, cortas unos cuadros de tela de algodón, haces pliegues, coses a máquina y pones una gomita", explica a Europa Press, la madre superiora del convento, Sor María Isabel.
Unos tutoriales de YouTube les bastaron a las tres españolas y tres jóvenes keniatas que conviven en el convento de las Capuchinas de Barbastro para ponerse manos a la obra. La superiora, la hermana Florence Stombua, explica cómo un vídeo de un grupo de profesionales de enfermería fue el detonante para que muchas manos cogieran aguja e hilo y comenzaran la confección.
Mientras, en Monzón, nueve religiosas, de las 13 que conforman la comunidad, se reúnen en el taller de costura para dedicarse a la confección de estas máscaras protectoras que cosen y empaquetan de forma individual, y de las cuales ya han repartido medio centenar entre los efectivos de la policía local, asistentes sociales y personal del Juzgado.
También se han sumado a esta iniciativa las monjas de la diócesis de Tarazona ante la petición del Centro de Salud de la ciudad y de Cáritas; las nueve Carmelitas Descalzas de Fuente de Cantos, en Badajoz, que han cambiado los ornamentos litúrgicos o los trajecitos para bebés por las mascarillas, y las parroquias de Aldeire, Dólar y Ferreira, en Guadix, que también han comenzado a elaborarlas para una residencia de ancianos y para el consultorio médico.
CATEQUESIS DESDE CASA
Además de la confección de mascarillas, las iglesias han lanzado otras iniciativas como las catequesis virtuales para los niños que se preparan para la Primera Comunión y que ahora tienen que permanecer en casa. Así, por ejemplo, los niños de las parroquias de El Burgo y Yunquera, en Málaga, siguen en contacto con sus catequistas y compañeros mediante actividades diversas como elaborar un dibujo libre con el lema 'En casa con mi amigo Jesús' o grabar un vídeo. "Al igual que pasa con el cole, nuestros peques no están de vacaciones sino de 'campamento cuaresmal en casa con Jesús'", ha precisado el párroco, José Bacallado.
Asimismo, la Delegación de Catequesis de la diócesis de Mérida-Badajoz ha facilitado un material sencillo para ayudar a los catequizandos y sus familias a vivir la fe en casa. El material se puede descargar (https://view.genial.ly/5e734efb13cb0c45271cb74a) y se divide por días. Cuando el niño pincha en cada ventana encuentra "un saludo diario, una oración familiar para hacer juntos antes de comer, en la bendición de la mesa, un reto a vivir durante el día y otras actividades posibles a realizar".
Por otro lado, los sacerdotes de diferentes parroquias mantienen el contacto con sus feligreses a través de Whatsapp o de las redes sociales. Así ocurre en la parroquia de San Juan, de Vélez Málaga. Como en este tiempo se ha recomendado a los equipos de Pastoral de la Salud que no realicen sus habituales visitas a los enfermos, a través de Whatsapp, les envían oraciones, mensajes de ánimo, oraciones y saludos para que sientan la cercanía que en estos momentos no puede realizarse en persona.
Cuatro veces al día, el párroco de Virgen del Carmen y Santa Fe de Los Boliches, en Fuengirola, Manuel Jiménez, se hace presente en el grupo de Facebook de la parroquia para invitar al rezo de laudes, del Ángelus y del rosario y la celebración de la Eucaristía. "La gente se conecta desde sus dispositivos móviles y puede seguir en tiempo real la actividad que se vaya realizando", explica.
Otro ejemplo de estos sacerdotes es Enrique Uzcátegui, recientemente ordenado, párroco de Villablanca, San Silvestre de Guzmán y Sanlúcar de Guadiana, en Huelva, que está difundiendo sus charlas cuaresmales a través de Youtube. O el capellán del Hospital de La Paz, en Madrid, que envía su bendición por Whatsapp.
Por su parte, las cofradías de Sevilla también han desplegado su creatividad en estos días de confinamiento. Así, la Archicofradía Sacramental del Sagrario de la Catedral y la Hermandad de Santa Cruz han puesto en marcha una iniciativa solidaria que permite que algunos hermanos faciliten ayuda domiciliaria a otros hermanos o vecinos que así lo requieran, acudiendo por ellos a tiendas de alimentación y farmacias. En esta misma línea, el párroco de Calañas, El Perrunal, La Zarza y Sotiel, en Huelva, ha lanzado una campaña a través de facebook y whatsapp para ofrecerse ha realizar estas compras o a acompañar al médico a las personas que están solas o mayores.
Otra propuesta solidaria es la de la Hermandad de los Estudiantes que, pensando en los enfermos hospitalizados por coronavirus, que requieren de aislamiento total y un estricto protocolo de tratamiento, invita a los hermanos y devotos, cofrades en general y a todo aquel que quiera unirse a esta iniciativa que escriba una carta de apoyo anónima a estas personas que no pueden recibir visitas y pasan la mayor parte del día solos. Las cartas se pueden enviar al mail 'accionsocialestudiantes@gmail.com' .
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