El director de la Vuelta Ciclista a España, Javier Guillén, dejó claro que "el gran secreto" para que la edición de este año de la 'grande' haya salido adelante "ha sido que la gente ha cumplido" con todas las medidas, y reconoció la "tremenda alegría" de haberlo conseguido, con el "grandísimo consuelo" de lo que se ha podido ver en una carrera "con una extraordinaria personalidad e identidad".
"Si hoy estamos aquí es porque La Vuelta se ha podido celebrar, lo que es un motivo de tremenda alegría, y por eso mis palabras van dirigidas como reconocimiento a todas las competiciones y eventos que se han celebrado, pero también toda mi solidaridad para todas aquellas que no", señaló Guillén en los Desayunos Deportivos de Europa Press, patrocinados por Repsol, Loterías y Apuestas del Estado, Liberbank y DAZN.
El directivo calificó la última edición como "dificilísima y de muchísima tensión". "Es 'La Vuelta del COVID', y el enemigo al que nos enfrentábamos es particular y singular porque te pide que te alejes. Ha sido una Vuelta muy distinta y en la que había que planificar con muchísima anticipación y con el desconocimiento y la incertidumbre", añadió.
"Ha sido un grandísimo aprendizaje y si hubiera que hacerla de nuevo, haríamos lo mismo, pero cambiando bastantes cosas. Hemos conseguido que sea inolvidable y esperamos que sea irrepetible", admitió, recalcando que desde que apareció la pandemia de coronavirus en marzo trabajaron "con el objetivo de aplazarla".
Por ello, cuando en julio se pudo llevar a cabo la Vuelta a Burgos, algo a lo dio "mérito", en Unipublic empezaron a creer que podía "ser posible". "Luego la cosa no mejora; siempre creímos que se podía hacer, aunque hubiese la sensación de que no se podía, y sabíamos perfectamente que si cualquiera de las 'burbujas' pinchaba habría sido difícil, porque las Comunidades Autónomas con restricciones no nos dejarían entrar", indicó Guillén, que entendía que "alguien dijera que se suspendiera".
El director de la ronda recordó que una "carrera de tres semanas es lo más difícil que te puedes encontrar a la hora de organizar". "Y por eso fue tan importante demostrar que era posible y que si se cumplen las medidas podemos salir adelante", admitió.
En este sentido, cree resultó vital que el Tour de Francia saliese adelante, porque lo ve "como el evento deportivo internacional de mayor trascendencia mundial". "Para el ciclismo es un privilegio contar con él, porque si no hubiera sido muy complicado que hubiese Giro y Vuelta", expresó.
"Una vez que el Tour decide ocupar nuestras fechas, sólo nos quedaba movernos cuanto más lejos posible para tener una mejor participación y menos coincidencia con otras carreras. De todos modos, en marzo pensábamos que en octubre y noviembre estaríamos alejados de la pandemia, por lo que la previsión no fue tan buena como pensábamos", agregó Guillén.
"EL HITO IMPORTANTE FUE EL PROTOCOLO DEL CSD"
La 'Grande Boucle' les ayudó en el protocolo que se hizo con la UCI, aunque "reforzándolo". "Nos subimos a ese carro, pero el hito importante fue la puesta en marcha del CSD del protocolo de vuelta de competiciones profesionales, que fue un instrumento esencial y nos sirvió como guía perfecta", resaltó, sin olvidar la "negociación" con las Comunidades Autónomas. "Tuvimos nueve interlocuciones distintas pero tenemos un agradecimiento absoluto por su apoyo, pero sobre todo por su orientaciones", puntualizó.
Todos los puntos de paso de la ronda les hicieron "las mismas observaciones y consideraciones", y todas tenían claro que "La Vuelta se debía celebrar". Para ello, diseñaron "tres niveles de 'burbuja'", pero lo que realmente les preocupaba era "el público". "Nos preocupaban aglomeraciones y no ser ejemplarizantes en cuanto a las congregaciones", recordó.
En este sentido, advirtió que lo que pasó con el público en el Tour "no era lo más deseable, pero legal". "El Tour hizo muchísimos llamamientos, pero luego está la libertad individual de cada uno", argumentó.
Así, celebró que la campaña 'La Vuelta en casa' funcionase "a las mil maravillas", así como la decisión de restringir "absolutamente a todo tipo de vehículos los finales en alto". "Ha sido durísimo decir a los aficionados que se queden en casa porque el seguimiento del público es el alma de los deportes profesionales", afirmó. "Todo pasaba por la autorresponsabilidad, y el secreto de La Vuelta ha sido que la gente ha cumplido", agradeció.
Guillén también se refirió a una "inversión ingente no prevista" para poder dar la seguridad sanitaria a toda la caravana con "más del 6 por ciento del presupuesto de coste a medidas anti-COVID", como por ejemplo "cuatro kilómetros más de vallas". Una de las medidas de las que se siente "extremadamente orgulloso" fue la unidad médica puesta en marcha con el laboratorio móvil para realizar las PCR y que no fue "idea" de La Vuelta.
"La auténtica innovación sí fue su capacidad de análisis, éramos capaces de hacer mil PCR en un día y eso nos dio una capacidad extraordinaria de reacción ante cualquier sospecha. Sin él, no entiendo qué se podría haber hecho", detalló, destacando la importancia de saber que las primeras pruebas no detectaron ningún positivo. "Es como cuando gane el Atlético la Champions", manifestó con una sonrisa como fiel seguidor colchonero.
"EL GRANDÍSIMO CONSUELO ES CÓMO HA SALIDO"
El directivo elogió "la calidad sanitaria" de los servicio hoteleros y de restauración de las ciudades por las que ha pasado La Vuelta, y explicó que necesitaban que "los equipos estuviesen cómodos, pero seguros", y que se jugaban "todo" en la primera etapa. "Si salía mal, lo habríamos tenido muy difícil", reconoció. "Me empecé a preocupar tras el segundo día de descanso, se generó un estado de euforia y aún faltaban cinco etapas para llegar a Madrid. Hubo que frenarlo, porque si nos hubiéramos dejado llevar la última semana habría sido la más complicada", avisó.
"El grandísimo consuelo es cómo ha salido La Vuelta. Ha tenido muchísima batalla y ha cumplido el guión de tener emoción hasta el final. Se puede decir que España no es tan dura climatológicamente a finales de octubre y principios de noviembre, sólo hemos tenido dos días de lluvia y se ha visto una España preciosa. Pero no la queremos en otoño, La Vuelta es para el verano", admitió.
Con todo, opinó que la carrera ha salido "reforzada" y que el deporte español puede "presumir de ser muy seguro". "Podemos presumir de una carrera con una extraordinaria personalidad e identidad, y aunque Tour y Giro tengan más tradición histórica, creo que es la más identificable y tiene incertidumbre, emoción y un gran contenido de pasión", comentó.
Tampoco olvida su "extraordinaria trascendencia internacional" tanto a nivel televisivo como el hecho de salir al extranjero, lo que no se pudo llevar a cabo en esta edición finalmente -iba a salir de Países Bajos y a pasar por Francia y Portugal-. "Iba a ser la más internacional y se ha quedado en la más local", bromeó.
"Queremos insistir en esta internacionalización, pero lo que me gusta es su carácter nacional, que es capaz de llegar a cualquier rincón de España y además vertebra y tiene la capacidad de descubrir lugares, es un elemento dinamizador del turismo", subrayó. "Tenemos que seguir trabajando porque tiene un extraordinario futuro", recalcó.
Finalmente, confesó que le extrañó "muchísimo" la gran cantidad de contagios que sufrió la Guardia Civil porque estaban "fuera del protocolo", y no escondió que bajarán "mucho la cifra de facturación". "El impacto ha sido importante, pero lo importante era salvar La Vuelta. El resultado no va a ser desastroso, y se ha hecho inversión de futuro", zanjó.
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