El Gobierno de Ruanda ha defendido este jueves que el juicio por terrorismo contra Paul Rusesabagina, mundialmente conocido como el héroe cuya historia narra la película 'Hotel Ruanda', está fundamentado en "hechos clave" que el acusado "no ha rechazado hasta la fecha".
El ministro de Justicia y fiscal general ruandés, Busingye Johnston, ha publicado una carta en respuesta a una misiva de una congresista estadounidense que reclamaba la liberación y traslado a Estados Unidos de Rusesabagina y ha vuelto a negar que el hombre fuera "secuestrado o extraditado" al país africano.
"Abandonó Dubái voluntariamente en un jet privado y, cuando su avión aterrizó en Ruanda, se bajó del mismo voluntariamente y fue puesto bajo arresto a raíz de una orden de arresto emitida en 2018", ha manifestado Johnston.
Rusesabagina denunció el lunes a una compañía aérea chárter griega en Estados Unidos por su presunta complicidad en la trama que permitió su arresto y traslado a su país natal a finales de agosto pasado. Así, afirmó que subió a bordo de un vuelo de GainJet Aviation SA pensando que volaba hacia Burundi, donde iba a dar una charla, pero al bajar del avión descubrió que estaba en Kigali, donde fue detenido y permanece encarcelado.
Johnston ha recordado que Rusesabagina y otras 18 personas "fueron imputadas por nueve cargos graves, incluidos la formación de un grupo armado irregular, pertenencia a un grupo terrorista, financiación del terrorismo y asesinato como un acto de terrorismo", entre otros.
El ministro ha insistito en que "el sistema de justicia de Ruanda es independiente" y ha añadido que "Rusesagabina no mantuvo en secreto ni en silencio sus intenciones criminales".
En este sentido, ha apuntado a sus lazos con el Frente de Liberación Nacional (FLN), considerado un grupo terrorista por Kigali, reconocidos en septiembre por Rusesabagina, quien argumentó sin embargo que su papel era únicamente "diplomático".
Rusesabagina dijo entonces que el Movimiento Ruandés para el Cambio Democrático (MRDC) --del que era presidente-- creó el FLN "como un brazo armado, no como un grupo terrorista como afirma el fiscal". "No niego que el FLN cometió crímenes, pero mi papel era la diplomacia", destacó.
Johnston ha recalcado que Rusesabagina publicó en diciembre de 2018 un vídeo en YouTube para felicitar el nuevo año y expresar su "apoyo total" a las FLN, en el que "abogó abiertamente por una guerra en Ruanda".
El ministro ha destacado que en este vídeo Rusesagabina afirmó que "ha llegado el momento de usar cualquier medio posible para lograr un cambio" y ha agregado que, tras ello, "el MRDC/FLN llevó a cabo y reclamó la responsabilidad de varios ataques terroristas". en los que murieron nueve personas.
ORDEN DE ARRESTO DESDE 2010
Johnston ha incidido en que "Rusesabagina era objeto de una orden de arresto internacional desde 2010 por las pruebas sobre la financiación que entregó a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) --que opera en el este de República Democrática del Congo (RDC), una organización terrorista reconocida internacionalmente cuyo único objetivo es causar terror y desestabilizar Ruanda".
Por otra parte, el ministro ha destacado que "Rusesabagina goza de buena salud y cuenta con un acceso regular a atención médica profesional, un hecho que los familiares con los que habla regularmente son conscientes.
"Como ciudadano de Ruanda y Bélgica, además de residente en Estados Unidos, recibe visitas consultares de las embajadas estadounidense y belga cuando han sido solicitadas, un hecho que puede comprobarse", ha argüido.
Por último, Johnston ha manifestado que Rusesabagina "es representado por un abogado de su propia elección"." Como cualquier otro ciudadano ruandés, su derecho a un juicio librey justo está garantizado y protegido por la Constitución", ha remachado.
Rusesabagina es mundialmente conocido después de que su historia quedara recogida en la película 'Hotel Ruanda'. Como gerente en funciones del hotel Mille Collines, en Kigali, consiguió proteger dentro del establecimiento a más de 1.200 tutsis y hutus moderados durante el genocidio de 1994 --en el que fueron masacrados cerca de 800.000 tutsis y hutus moderados-- aprovechando sus contactos.
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