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BARCELONA, 24 (EUROPA PRESS)
El entrenador del Barça, Roger Grimau, lamentó haber "pagado y arrastrado" durante todo el primer partido de los 'Playoffs' de la Euroliga el mal inicio de choque ante Olympiacos, que se llevó la victoria por 75-77 en el Palau Blaugrana, donde el viernes se jugará el segundo punto de la serie.
"Hemos pagado y hemos arrastrado en todo el partido un mal inicio, una mala primera parte. Hemos concedido puntos fáciles, nos han hecho puntos al contraataque, no hemos estado cómodos. En la segunda parte hemos estado mucho mejor pero nos ha faltado encontrar las situaciones adecuadas en ataque, dar un pase más y encontrar situaciones más fáciles contra un equipo que defiende muy bien. No nos hemos sentido cómodos desde el principio", definió en rueda de prensa.
"El inicio nos ha costado y ha sido de morder el polvo. Nos han parado, no hemos encontrado nuestro ritmo. Pero, en general, la sensación es que el partido ha ido a otro ritmo", añadió, en este sentido.
Para Grimau, el viernes será cuestión de mejorar y de poner toda la ambición en la pista. "En la segunda parte hemos ajustado la defensa pero aún así han tenido ocasiones liberadas. Hemos tenido un triple para empatar, pero es una eliminatoria dura y este es el primer punto, el viernes vamos a por el segundo con toda la ambición", aseguró.
"Es el primer punto de la serie. Sabemos que es duro y que será duro, como todas las eliminatorias. Tenemos que defender como en la segunda parte y no regalar nada. Y en ataque tenemos que encontrar mejores soluciones porque es una de sus virtudes el robar el balón cuando no pueden correr", manifestó.
Sí tiene claro que tendrán que subir el listón físico. "Somos conscientes de que su nivel físico no bajará, lo sabemos. Tenemos que ponernos a un gran nivel físico desde el primer minuto y hacer un buen uso de las faltas. El nivel que queremos es el de la segunda parte, que nos han metido 33 puntos, diría", destacó.
"No sé si la palabra es regalar. Pero según qué concesiones, luego cuesta y tienes que remar mucho, más ante un equipo tan duro como Olympiacos. Sobre todo es controlar que no te hagan daño en situaciones en las que no suelen hacerlo, como corriendo", concluyó.
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