MADRID, 14 (SERVIMEDIA) Un equipo de científicos ha obtenido imágenes en alta resolución por satélite que pintan un cuadro sombrío de cómo los glaciares tropicales en el océano Pacífico han menguado en la última década. Los hallazgos guardan relación con el aumento récord de temperaturas mundiales de los últimos años y fueron realizados por investigadores de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) y del Real Colegio Naval Británico de Dartmouth, y sus resultados serán publicados en las publicaciones ‘Remote Sensing’ y en la revista cuatrimestral de la Sociedad de Fotogrametría, ‘Sensed’. Las imágenes tomadas desde los satélites Pléiades revelan que ha desaparecido casi por completo el extenso glaciar Carstensz, situado en el oeste de la isla de Nueva Guinea (Indonesia) y en pleno monte Jaya, la montaña insular más alta del mundo, mientras que el cercano glaciar de Firn de la Pared Este Norte se ha dividido en una serie de fragmentos mucho más pequeños. “Los años 2011-2015 fueron el lustro más caluroso de la historia, con muchos acontecimientos meteorológicos extremos influidos por el cambio climático. Por lo tanto, no es sorprendente que la velocidad actual observada en el retroceso de los glaciares en todo el mundo haya sido históricamente sin precedentes”, explicó Chris Lavers, profesor de Radar y Telecomunicaciones del Real Colegio Naval Británico de Dartmouth. Lavers indicó que las imágenes obtenidas por satélite son “una confirmación visual” de la pérdida de los glaciares ecuatoriales, hasta el punto de que el Carstensz “casi se ha derretido por completo en los últimos 15 años”. MAYOR ACTIVIDAD MINERA Durante el proyecto, Lavers y Victor Abbott, de la Facultad de Ciencias del Mar e Ingeniería de la Universidad de Plymouth, se basaron en los satélites Pléiades para tomar imágenes de Nueva Guinea en junio de 2015, que fueron comparadas con fotografías similares obtenidas de 2000 a 2002 por la Fundación Digital Globe. Las imágenes revelan la casi completa desaparición del glaciar Carstensz, descubierto por primera vez por el explorador holandés Jan Carstensz en 1623, y el Firn de la Pared Este Norte ha pasado de 1.333.000 metros cuadrados a reducirse a una serie de fragmentos pequeños, el mayor de ellos de 313.334 metros cuadrados. Al mismo tiempo, la cercana mina Grasberg, la mayor de oro y la tercera de cobre en el mundo, ha continuado creciendo. “Una combinación a gran escala y a cielo abierto de minería industrial, alta precipitación y más derretimiento de los glaciares está teniendo un profundo impacto en los minerales y en el transporte de sedimentos en los sistemas fluviales locales, del que dependen la tribu local ‘amungme’ y la fauna”, explicó Lavers. Este científico apuntó que los glaciares tropicales pueden ser considerados como “un canario en la jaula” al responder “en tiempo casi real a las tendencias del rápido cambio de temperatura”, por lo que “proporcionan una ventana para mirar el consiguiente impacto ambiental”. “El cambio social es probable que refleje, en una escala ampliada, algunos de los cambios locales, como la escasez de agua y la deforestación, lo que afectará a la tribu ‘amungme’”.
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