MADRID, 19 (SERVIMEDIA) Izquierda Unida ha convocado una asamblea de activistas, militantes o simplemente simpatizantes, ante los que rendir cuentas y con los que generar un debate que permita corregir determinadas políticas que no estén siendo efectivas y mejorar su presencia en los conflictos en los que se juegan parcelas de modelo de sociedad. Será una jornada de debate, el 15 de junio, que el coordinador general de la coalición, Alberto Garzón, considera un "evento histórico" porque permitirá a toda la dirección rendir cuentas un año después de su elección. En su opinión, el saldo es positivo porque se han combatido "enormes inclemencias políticas" que dejaron a Izquierda Unida en poco más del 1% de estimación de voto en 2015, pero a pesar de ello no todo es positivo ni se pueden tapar determinadas "deficiencias". En las próximas horas la dirección de Izquierda Unida enviará a su militancia un informe de gestión y de diagnóstico que después estará disponible para el conjunto de la sociedad y que debe servir para alimentar ese debate con el que quieren mejorar su estrategia política. Garzón reconoció "cierta preocupación" por la persistencia de los problemas de visibilidad de Izquierda Unida, que antes competía con dos grandes fuerzas políticas y ahora con cuatro. Aunque sea una fuerza "aliada" de Podemos, Izquierda Unida quiere dejar claras sus diferencias, con naturalidad pero también con nitidez, y en ese sentido Garzón sigue citando el ejemplo de la iniciativa que la coalición presentó en el Congreso de los Diputados para eliminar la retransmisión de misas en TVE como parte de su lucha por la laicidad y que mediáticamente se atribuyó a Podemos. Se trata de una alianza "necesaria", dijo, pero que debe ser fortalecida también mediante el reconocimiento natural de las diferentes. Es un acuerdo entre diferentes, insistió, que no puede ser "totalizante" de uno sobre otro. Garzón quiere que Izquierda Unida sea un espacio cada vez más participativo no solo para la militancia sino para todas las personas que comparten sus valores, y hacerlo más horizontal, más asambleario, menos parecido a lo que tradicionalmente ha sido una estructura típica de partido. Su prioridad es que la coalición esté cada vez más presente en todos los conflictos sociales, de menor y mayor escala, en cuya resolución están en juego parcelas que determinan el modelo social que se va construyendo. Por ello, confía en que ese debate del 15 de julio contribuya a mejorar esa estrategia a partir de septiembre.
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