MADRID, 01 (SERVIMEDIA) Los ocho activistas de la Plataforma de apoyo al pueblo saharahui a los que la policía marroquí impidió desembarcar en El Aaiún creen que el Gobierno español asumirá "la versión de Marruecos" en lugar de la suya, como ha sucedido otras veces. Así lo declaró este lunes (ya en las Palmas de Gran Canaria) a Servimedia una de las retenidas, Conchi Reyes, que además preside la Asociación canaria de amistad con el pueblo saharahui. A su juicio, Marruecos dirá que "no nos dejaron bajar del barco por nuestra seguridad", ya que había manifestantes esperando en el puerto, "y España lo creerá", agregó. Es la actitud "políticamente correcta", igual que sucedió con los activistas golpeados por policías marroquíes de paisano en agosto, señaló Reyes. Asimismo, exigió investigar lo ocurrido con el niño de 14 años muerto por disparos de la policía marroquí en El Aaiún, algo que en su opinión también debería pedir el Ejecutivo. En su opinión, las autoridades españolas mantienen una actitud "hipócrita" respecto al Sahara, con la excusa de que "se tiene que implicar la comunidad internacional". TENSIÓN Reyes se mostró sorprendida por el hecho de que las autoridades marroquíes puedan detener a todo el pasaje de origen español "con los billetes comprados"; subir a un barco de bandera española, fotografiarlos e interrogarlos. "Retuvieron a todos los españoles, no solo a nosotros", precisó, y la gente que pudo bajar fue porque accedió a someterse a los interrogatorios", declaró. "Nosotros lo rechazamos, pues sabíamos que no tenían derecho a hacer eso fuera de su territorio", agregó Reyes. Además, la activista señaló que, "de todas formas, sabíamos que no nos iban a dejar bajar", pues "el barco fue blindado para que no subieran los manifestantes que nos esperaban allí, que en cuanto salíamos a cubierta nos arrojaban piedras, palos y lo que tuviesen a mano", subrayó. "Policías y manifestantes son todos lo mismo", prosiguió, y aseguró que "hubo momentos de tensión" cuando los activistas grabaron y fotografiaron a los agentes, al igual que habían hecho con ellos. Por último, Reyes denunció que los que sí lograron salir del puerto tuvieron que hacerlo montados en una moto con una bandera marroquí clavada atrás, bien visible, "como si fuese una feria". "El Aaiún vive un estado de sitio, donde el puerto y el aeropuerto están cercados y hay controles cada dos por tres", destacó Reyes. Para ella, el cerco policial es cada vez mayor porque están nerviosos ante el creciente interés de la comunidad internacional, pero "hay que seguir allí para contarlo", concluyó.
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