MADRID, 03 (SERVIMEDIA) Un 40% de los lagos, los ríos, los estuarios y las aguas costeras vigiladas de la UE están en un estado ecológico mínimo ‘bueno’ o ‘muy bueno’, en tanto que las masas de agua subterránea, como los acuíferos, gozan de buena salud. Así se desprende del informe ‘Aguas europeas: evaluación del estado y las presiones 2018’, elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y hecho público este martes. El informe indica que las aguas europeas están cada vez más limpias gracias a los avances d las últimas décadas en la mejora de la calidad medioambiental de lagos, ríos, aguas costeras y fuentes de aguas subterráneas, pero la contaminación, los embalses y la extracción excesiva siguen siendo las principales amenazas para su salubridad a largo plazo. De hecho, la gran mayoría de las masas de agua europeas siguen sin cumplir el objetivo mínimo de ‘buen estado’. El informe de la AEMA, que es el segundo de este tipo desde 2012, ofrece un control de salubridad actualizado de más de 130.000 masas de agua superficial y subterránea vigiladas por los Estados miembro de la UE sobre la base de los datos recogidos y notificados de más de 160 planes hidrológicos de cuenca que cubren el periodo 2010-2015. “Gracias a la aplicación de la legislación europea en materia de agua en los Estados miembro, la calidad del agua dulce en Europa está mejorando gradualmente, pero es necesario redoblar esfuerzos para lograr que todos los lagos, ríos, aguas costeras y masas de agua subterránea estén en buen estado. Para abordar la lucha contra la contaminación procedente de la agricultura, la industria y los hogares se requieren los esfuerzos conjuntos de todos los usuarios de agua de toda Europa”, afirmó Karmenu Vella, comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca de la UE. El director ejecutivo de la AEMA, Hans Bruyninckx, indicó que hay que incrementar los esfuerzos para garantizar que las aguas europeas estén limpas y tengan tanta capacidad de recuperación como sea posible”. “Nuestro propio bienestar y la salud de nuestros ecosistemas vitales acuáticos y marinos dependen de ello. Esto es fundamental para la sostenibilidad a largo plazo de nuestras aguas y para cumplir nuestros objetivos a largo plazo de una vida digna dentro de los límites de nuestro planeta”, apuntó. AGUAS SUPERFICIALES En comparación con las aguas superficiales, las fuentes de agua subterránea suelen presentar un mejor estado. El 74% de las aguas subterráneas han alcanzado el buen estado químico y el 89%, un buen estado cuantitativo. Los motivos por los que no se cumplieron los objetivos mínimos en ese caso se debieron principalmente a la contaminación de los yacimientos de agua por nitratos procedentes de la escorrentía agrícola, la intrusión salina y la infiltración de sustancias químicas peligrosas de lugares contaminados (por ejemplo, emplazamientos industriales, zonas mineras o lugares de almacenamiento de residuos). El norte de Escandinavia, Escocia, Estonia, Eslovaquia, Rumanía y varias cuencas hidrográficas de la región mediterránea muestran una elevada proporción de masas de agua superficial con un excelente o buen estado ecológico. Por el contrario, muchas de las cuencas hidrográficas de Europa central, con mayor densidad de población y agricultura más intensiva, tienen la mayor proporción de masas de agua que no alcanzan un buen estado ecológico. En la mayor parte de los Estados miembro, unas pocas sustancias son las responsables del mal estado químico, sobre todo el mercurio, antes muy utilizado en termómetros, baterías y pinturas, pero sigue hallando mercurio en muestras de agua, en las que también se encuentra cadmio, utilizado en fertilizantes fosfatados y en la producción de metal. Entre las principales presiones que dificultan el avance en el cumplimiento de los objetivos de la UE sobre la calidad del agua se hallan las barreras (como las presas), la recuperación de terreno y la canalización (que cambian el flujo de ríos o arroyos), la contaminación por fuentes difusas (como la escorrentía procedente de granjas) y la contaminación por fuentes puntuales (como la descarga de aguas residuales procedente del alcantarillado). Los principales efectos sobre las masas de agua superficiales son el aumento de nutrientes, la contaminación química y la alteración de los hábitats debido a cambios morfológicos. Los Estados miembros de la UE se encuentran actualmente en su segundo ciclo de seguimiento y notificación (2015-2021) con arreglo a la Directiva Marco del Agua de la UE. En este ciclo se incluyen 89.000 ríos, 18.000 lagos, 13.000 zonas de muestreo de aguas subterráneas y 3.600 zonas de muestreo de aguas costeras y de estuarios. “VOLUNTAD POLÍTICA” Por otro lado, WWF España indicó que el informe de la AEMA prueba que los países de la UE ignoran su obligación legal de recuperar la salud de las masas de agua al mantener amenazas como la construcción de presas o el uso excesivo de agua para la agricultura. “Este informe debería ser una llamada a la acción para proteger y restaurar los ecosistemas acuáticos, las verdaderas fuentes de agua de la sociedad. Recuperar la buena salud de ríos, acuíferos y humedales es nuestro mejor seguro ante el cambio climático”, aseguró la responsable de Aguas de WWF España, Eva Hernández. En España, los mayores problemas son relativos a la sobreexplotación de acuíferos (un 25% de ellos sufren una extracción excesiva de agua, según los datos oficiales) y a la contaminación puntual y difusa de los ríos, acuíferos y humedales. Además, más del 40% de las masas de agua superficiales sufren problemas de contaminación, un problema que de hecho está a punto de suponer una multa para España por la mala depuración de las aguas residuales. Está previsto que la Comisión Europea inicie en otoño de este año el proceso para revisar la ley que protege el agua. “Urgimos a la UE y a los Estados miembros a que utilicen esta oportunidad para fortalecer la implementación de esta legislación visionaria, en vez de intentar rebajar sus altas exigencias. El agua nos afecta a todos y si los Gobiernos no cambian su modo de gestionarla, las personas, la naturaleza y la economía acabarán pagando el precio”, indicó Andreas Baumüller, responsable de Recursos Naturales en la Oficina de Políticas Europeas de WWF. Hernández indicó que “para hacer frente a los retos del cambio climático necesitamos defender y recuperar la salud de nuestros ríos, humedales, estuarios y acuíferos”, y envió el mensaje a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de que “España no necesita un Pacto Nacional por el Agua porque ya tenemos uno europeo, que es la Directiva Marco del Agua”. “Tan sólo necesitamos voluntad política para cumplirlo”, concluyó.
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