MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
La Asociación Mundial de Educadores Infantiles (Amei-Waece) reclama que se revise el currículo de la educación infantil por estar “obsoleto”.
Así lo asegura el presidente de la asociación, Juan Sánchez Muliterno, con motivo del Día Internacional de la Educación, que se conmemora este 24 de enero. “La educación de la primera infancia está cobrando una importancia muy grande debido a los estudios de las neurociencias al demostrar que los primeros años de la vida van a ser fundamentales en la vida adulta del niño”, señaló.
Según Amei-Waece, en España, la totalidad de los partidos políticos se han comprometido con la escolaridad en la etapa 0-3 y han anunciado la universalización de la educación desde el mismo momento de su nacimiento. Pero los educadores infantiles alertan “no solo hay que universalizar la educación infantil, sino hay que “revisar” como llevarla a cabo”.
Para esta asociación, “uno de los puntos fundamentales a revisar son los currículos ya que los currículos oficiales que regulan la educación están totalmente obsoletos al tener sus orígenes en la promulgación de la Logse en el año 1990. La última “ligera modificación”, a nivel estatal, data del 2006.”
“A lo largo de las dos últimas décadas la neurología nos está enseñando cómo aprenden los niños, cosa que en el 2006 se desconocía, con lo cual es fundamental y necesario elaborar un nuevo currículo que se adapte al momento actual y sirva de apoyo para que los maestros lo apliquen a sus aulas al objeto enriquecer la educación de los más pequeños y que así sirva la educación de los más pequeños para preparar futuros ciudadanos más aptos que los actuales”, sentencian.
Su objetivo es elaborar un documento que proponer a las administraciones educativas de cara a la ya anunciada Reforma Educativa basado en la opinión de expertos y maestros que trabajan cada día en sus aulas.
Según Sánchez Muliterno, “la primera infancia es una de las fases más importantes e influyentes en la vida de cualquier niño, especialmente durante los primeros 1.000 días” y en esta etapa se instauran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, se conforman los hábitos, habilidades, conocimientos y capacidades que se desarrollarán y perfeccionarán en las sucesivas fases de la vida de cada niño.
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