MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
Los costes de desarrollo de una nueva molécula han aumentado un 67% en los últimos 10 años, mientras que el retorno de la inversión en nuevos medicamentos se sitúa en el 1,8%, el punto más bajo de la última década, según un informe de la consultora Deloitte, del que hace mención Farmaindustria en su página web.
Según recordó Farmaindustria este viernes, desde que una compañía empieza a investigar una molécula hasta que la comercializa transcurren de media entre 10 y 12 años. De hecho, sólo llegar a la fase de los ensayos clínicos, es decir, cuando el medicamento se ensaya en humanos, supone unos cuatro años en los que hay que identificar un compuesto prometedor y hacerle las primeras pruebas, básicamente para comprobar su seguridad.
Menos de un 10% de esos compuestos que logran alcanzar la fase de ensayos clínicos llega a convertirse en fármacos disponibles para médicos y pacientes. De estos, sólo tres de cada diez generarán ingresos que superen los costes medios de I+D.
En este punto se centra el informe internacional de Deloitte ‘Ten years on. Measuring the return from pharmaceutical innovation 2019’. Esta consultora evalúa anualmente desde hace diez años el rendimiento de la innovación en el sector biofarmacéutico a partir de la evolución de la cartera de medicamentos en sus últimas fases de I+D de un grupo de 12 compañías farmacéuticas líderes de todo el mundo.
BAJA RENTABILIDAD
El estudio revela que actualmente el retorno de la inversión en I+D de nuevos medicamentos para los laboratorios farmacéuticos se sitúa en apenas un 1,8%, el registro histórico más bajo de la última década. Y añade que esta rentabilidad acumula un descenso de 8,3 puntos porcentuales desde 2010, cuando el primer estudio constató una rentabilidad del 10,1%.
El informe de Deloitte también señala que las ventas máximas por nuevo medicamento que llega hasta el mercado ha bajado hasta un 54% a lo largo de la última década, pasando de los 816 millones de dólares de ventas máximas de media en 2010 a los 376 millones en 2019.
Por el contrario, el coste medio de desarrollar y comercializar un nuevo medicamento ha aumentado cerca de un 70% desde 2010, alcanzando los 1.981 millones de dólares. Este dato representa un encarecimiento de 800 millones de dólares por fármaco desde el lanzamiento del primer informe, cuando era de 1.188 millones de dólares.
FÁRMACOS BIOLÓGICOS
El socio responsable de la Industria de Life Science and Healthcare de Deloitte, Jorge Bagán, aseguró que "este incremento (del coste de investigación de un nuevo medicamento) se debe a diferentes factores, entre ellos, sin duda, la mayor sofisticación de los nuevos fármacos en busca de una mayor eficacia en las patologías objetivo, el progresivo incremento de medicamentos biológicos con un particular y más complejo proceso de I+D y producción particular, así como la mayor exigencia regulatoria en términos de seguridad y eficacia de los nuevos medicamentos que deriva en un incremento de ensayos, pruebas y, en definitiva, de los plazos y costes de la investigación".
Por su parte, el director del departamento de Estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez, añadió que “actualmente existen 7.000 fármacos en investigación, pero la probabilidad de que un fármaco que está en la primera fase clínica de investigación llegue a comercializarse es sólo del 9,6%. En 2010 esta cifra era del 12%, lo que demuestra las dificultades cada vez más grandes que afronta la industria durante todo el proceso de investigación y desarrollo de los medicamentos”.
Sánchez asegura además que hay otras razones para esta bajada de la rentabilidad que se vinculan a la evolución de la medicina tradicional a la personalizada que hoy en día ya es una realidad. "Muchos de los productos que se comercializan hoy ya no son lo que se conocía como blockbuster, es decir, no se dirigen a grandes masas de población, sino que son de nicho y van a pocos pacientes. Esto significa que los laboratorios tienen que afinar mucho más la eficiencia de su I+D y por tanto su posibilidad de fracasar aumenta”.
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