MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
La Real Sociedad de Matemáticas de España (RSME) ha lanzado una iniciativa para evitar que la reforma que impulsa la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, elimine la obligatoriedad de la asignatura en las modalidades de Ciencias y Ciencias Sociales. La protesta cuenta con el respaldo de una veintena de entidades científicas, académicas y profesionales.
En un comunicado, la sociedad concreta que la reforma educativa elimina la obligatoriedad de cursar Matemáticas en el Bachillerato de Ciencias y Tecnología y Matemáticas Aplicadas en el itinerario de Ciencias Sociales (absorbido por la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales), una decisión que pone a la educación matemática y científica del alumnado en una situación “muy grave”.
“Creemos que esto supone un grave retroceso en la formación de las personas que se titulen y afectará a su capacidad para enfrentarse a los estudios universitarios o de FP superior relacionados con la Ciencia, la Tecnología y las Ciencias Sociales”, asegura el presidente de la Comisión de Educación de la RSME, Luis Rodríguez Muñiz.
A este aspecto, el presidente de la RSME, Francisco Marcellán, añade el hecho de que “las Matemáticas no sólo proporcionan una base científica para conformar una ciudadanía crítica y democrática, sino que son un instrumento clave para la comprensión de la realidad, como la reciente pandemia ha puesto de manifiesto”.
Por ello, la organización ha dirigido a los distintos grupos parlamentarios del Congreso un documento con el objetivo de corregir este tratamiento en la futura ley y pide que, a través de las enmiendas que sean oportunas, ambas materias sean obligatorias en las respectivas modalidades de Bachillerato. En el caso de Humanidades y Ciencias Sociales, se propone la obligatoriedad sólo en un itinerario específico de Ciencias Sociales.
El documento subraya que la optatividad de las Matemáticas en ambas modalidades suscita una enorme preocupación en la comunidad matemática y de la comunidad científica en general, ya que el alumnado podría finalizar la modalidad de Ciencias sin haber estudiado Matemáticas o la modalidad de Ciencias Sociales sin haber cursado la materia de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales.
Destaca, en este sentido, que "los estudios sobre abandono universitario apuntan que el primer curso universitario es el más crítico dado que en todos los grados de Ciencias, de Ingeniería y Arquitectura y de Ciencias de la Salud se imparten asignaturas de fuerte contenido matemático que el alumnado no podrá afrontar con garantías sin haber cursado Matemáticas en el Bachillerato". La situación resulta especialmente preocupante en los grados de Ingeniería y Arquitectura, que acumulan en media las peores tasas de rendimiento, recalca la sociedad.
Además, en casi todos los grados de Ciencias Sociales hay asignaturas "de fuerte contenido matemático y estadístico" (especialmente en los estudios de Economía y Empresa) y en otros, como los de Educación Infantil y Primaria, resulta "imprescindible" un conocimiento de los contenidos matemáticos que se enseñarán como maestro o maestra. "Hacer optativas las matemáticas ahondará en este problema, reducirá las tasas de éxito, aumentará el abandono universitario y hará más ineficiente el sistema", sentencian.
“Si hace unos años todos los grupos políticos, incluidos los que actualmente sustentan al Gobierno y los que ejercen la oposición, respaldaban la necesidad de garantizar la formación matemática del alumnado de Bachillerato, nos resultaría contradictorio que la futura ley dé un paso atrás y modifique la postura defendida de manera unánime en aquellos momentos”, señala la RSME, pidiendo respaldo parlamentario a su planteamiento.
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