MADRID, 08 (SERVIMEDIA)
El médico especialista en Oftalmología y responsable de la Unidad de Retina y Patología Macular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Juan Donate, advirtió este miércoles a los pacientes con Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) de que estas patologías “no esperan a las vacaciones ni atienden a confinamientos” y puntualizó que no es una enfermedad “vanal” y que tiene tratamiento, por lo que juzgó “dramático obviarlo y retrasarlo”.
Así lo puso de manifiesto en el transcurso del webinario informativo ‘Mucho por ver. Pérdidas de visión en las personas mayores’, organizado por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) con la colaboración de Novartis, la asociación Acción Visión España, la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP), el Club de la Mácula y Canal Sénior y centrado en una patología que afecta a más de 800.000 españoles.
Donate se mostró convencido de que la detección precoz resulta “fundamental” y, “cuanto antes” se inicie el tratamiento, más "probabilidades" hay de que este sea eficaz, por lo que emplazó a los enfermos a acudir a su médico, a “respetar” la programación e “insistir” para que esta no se pierda, consciente de que, si no es tratada, la degeneración macular lleva “indefectiblemente a la ceguera”.
El experto reconoció que la pandemia ha supuesto un “reseteo completo” para los profesionales y ha derivado en una “bajada” de las visitas”. “Es tremendamente importante tener en mente que sigue habiendo diabéticos, gente con degeneración macular y con problemas cardíacos y no debemos dejar de atenderlos”, sentenció.
“Hemos cambiado la manera de atender estas patologías y los enfermos tienen que aprender a abordar sus problemas de manera diferente, pero no a olvidarse de ellos”, apostilló, convencido de que no es igual “llegar con un ojo ya quemado, que cogerlo cuando empiezan los síntomas”, entre los que citó empezar a ver las líneas rectas como onduladas, la visión borrosa o ver una mancha oscura en el centro de la imagen.
El doctor subrayó que el principal factor de riesgo es la edad, aunque también influyen factores genéticos o la patología vascular sistémica para, a continuación, explicar que la DMAE es una enfermedad de la mácula, ubicada en el área central de la retina y asociada a un conjunto de trastornos que afectan a una parte “muy concreta” de la retina, provoca una pérdida progresiva de la visión central y tiene consecuencias “devastadoras”, hasta el punto de que es la primera causa de ceguera no reversible en mayores de 65 en los países occidentales y la primera causa de ceguera legal en España.
El experto destacó que la DMAE más frecuente es la atrófica o seca, que representa entre el 80 y el 90% del total, puede estar “silente y aparecer de forma muy larvada” y se produce por un “adelgazamiento” de los tejidos de la mácula derivado de la edad que se traduce en el desarrollo de pequeñas acumulaciones de proteínas en la zona ocular.
Hasta un 20% de casos puede convertirse de una DMAE seca, “progresiva, poco invalidante y que permite una cierta adaptación”, a una DMAE húmeda o exudativa, que, según Donate, es una forma “más agresiva” de la enfermedad, presenta una “rápida evolución” y resulta “bastante incapacitante, porque no da tiempo a adaptarnos”, por lo que abogó por tratarla “con rapidez”.
La DMAE húmeda asociada a la edad está provocada por un exceso del factor de crecimiento endotelial vascular que provoca el crecimiento anómalo de los vasos sanguíneos en el ojo. Estos vasos sanguíneos anómalos presentan una exudación de fluido y sangre, destruyendo la mácula y presentando síntomas como visión distorsionada o borrosa, la aparición de puntos ciegos o zonas oscuras en la visión central, percepción ondulada de líneas rectas y dificultad visual al leer, ver la televisión o conducir.
Tras precisar que resulta “muy frecuente” que antes de los cinco años se “bilateralice” la DMAE húmeda, insistió en la urgencia de “no perderla de vista” dado que, de no tratarse, la vista del paciente “empeorará rápidamente” y muchos de ellos quedan ciegos legales en un periodo inferior a dos años tras el diagnóstico, alcanzando el 50% a los cinco años.
A su entender, la “mejor forma de controlar” la DMAE húmeda es mantener el plan de tratamiento indicado por el oftalmólogo así como “no saltarse ninguna visita”, porque para frenar su evolución es necesario pincharse la medicación “con mucha regularidad” además de protegerse de la luz solar con gafas con filtros especiales.
Enmarcado en la campaña ‘Mucho por ver’, el webinario también ha contado con la asistencia de la presidenta de la Federación Provincial de UDP de Ávila y Defensora del Mayor de la ciudad de Ávila, Inmaculada Ruiz, quien instó a los mayores a “no tener miedo nunca de ir al médico", por lo que valoró la importancia de disponer de información “clave” para “entender” las causas más frecuentes de la degeneración macular asociada a la edad y “atajar este miedo” porque se trata de una enfermedad “muy grave”.
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