MADRID, 24 (SERVIMEDIA)
El Consejo General de Economistas (CGE) planteó este jueves medidas para acometer el reto del envejecimiento en España así como el de la sostenibilidad del sistema de pensiones, como desincentivar la jubilación anticipada e incrementar la colaboración público-privada para ampliar políticas de dependencia y planes de pensiones de empleo.
Así se refleja en el estudio ‘El reto del envejecimiento desde una perspectiva integral (cómo abordar de forma multidisciplinar el envejecimiento)’, elaborado por el servicio de estudios del CGE y presentado este jueves con la participación de, entre otros, la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero, y la presidenta de la Unión Española de Entidades Aseguradoras (Unespa), Pilar González de Frutos.
Entre las medidas que propone el CGE, se encuentran también “la creación de colchones anti-cíclicos en épocas de bonanza para financiar un envejecimiento que se prevé costará el 24,6% del PIB en 2030 según la Comisión Europea”; “reducir la cuña fiscal en los trabajadores en edad laboral madura para permitir a estos destinar más recursos a planes de empleo”; y “establecer mecanismos de conversión en liquidez de bienes como la vivienda (rentas vitalicias, hipotecas inversas…) al objeto de conseguir liquidez para complementar la pensión y poder financiar los gastos propios del envejecimiento, especialmente en situación de dependencia”.
Asimismo, también aboga por “potenciar la jubilación activa y desincentivar el retiro temprano; y mejorar la flexibilidad del mercado laboral para favorecer tanto la permanencia de los trabajadores maduros como la entrada de jóvenes”.
Según recoge el estudio, los españoles vivirán de forma sana un promedio de 73,8 años y el resto de años, hasta los 83, lo hará de forma dependiente. Por otra parte, destaca que en España viven dos millones de personas mayores de 65 años solas en sus hogares, y casi 900.000 en la franja a partir de 80 años (el 31,03% de las personas de esta edad viven solas).
Ante estos datos, el presidente del CGE, Valentín Pich, “es muy probable que un alto porcentaje de esas personas mayores de 80 años que viven en soledad se encuentren, a su vez, en situación de dependencia y con una pensión media de aproximadamente 1.100 euros”.
Según Pich, “ser anciano, dependiente y solo constituye un enorme riesgo para una gran parte de los españoles, máxime si tenemos en cuenta que en España el número de plazas en residencias –públicas y privadas– no llega a las 400.000”, por lo que, para dar respuesta a este reto, pidió “una perfecta coordinación entre el sector público y el privado”.
PENSIONES
Por su parte, la presidenta de la Airef resaltó que el envejecimiento es “un reto de primera magnitud” que llega a España más tarde que a otros países europeos, por lo que abogó por analizar las medidas tomadas por estos en lo que respecta tanto a pensiones como a dependencia para conocer los aciertos y los errores cometidos en esos países.
Asimismo, respecto al sistema de pensiones, Herrero abogó por “diferenciar el corto del largo plazo” y, sobre el primero, defendió la necesidad de “quitar presión” sobre la Seguridad Social con el objetivo de arreglar “un problema de incertidumbre” trasladando su déficit a la administración general del Estado, ya que “nadie habla de quiebra” de esta administración porque “tiene más resortes de los que tirar”.
Además, la presidenta de Airef destacó la importancia de los consensos en torno al sistema de pensiones, por lo que, ante el mayor consenso sobre la reforma de 2011 que sobre la de 2013, apuntó que “lo más fácil sería profundizar en las reformas paramétricas de 2011, donde hay margen de actuación”.
Por su parte, la presidenta de la Unión Española de Entidades Aseguradoras (Unespa), Pilar González de Frutos, resaltó el “reto y el problema” que supone el envejecimiento para el sistema de pensiones y afirmó que en las décadas anteriores se deberían haber realizado “reformas más ambiciosas” para garantizar un sistema “sostenible y suficiente”, y abogó por introducir “mecanismos automáticos” para adaptar el sistema al contexto económico de cada momento sin que interceda un debate político que consideró “demasiado encendido”.
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