- Pueden producir desde lagrimeo y dermatitis, hasta aturdimiento mental y fatiga MADRID, 14 (SERVIMEDIA) Una de cada mil personas en España es sensible y se ve afectada en su salud por la exposición a las ondas electromagnéticas, según aseguró a Servimedia Joaquín Fernández-Solá, corrdinador de la Unidad de Fatiga Crónica del Hospital Clínic de Barcelona. Fernández-Solá, que participó este viernes en el Simposio Europeo "La dimensión real de las radiaciones no ionizantes: Análisis científico, jurídico y social", celebrado en la sede de la Unión Europea en Madrid, explicó que la exposición a ondas electromagnéticas es un tema que no se encuentra establecido en la práctica médica y se suele banalizar con frecuencia. Así, indicó que cuando un paciente acude al hospital con un problema de este tipo no se le da la importancia médica necesaria y tampoco existen unidades clínicas que atiendan de forma especializada estos fenómenos. Este especialista señaló que muchas veces la exposición a este tipo de ondas se produce en el lugar de trabajo debido a la presencia de aparatos que las desprenden y otras ocurre en el ambiente doméstico (Wi-Fi, electrodomésticos, etcétera). "Es poco frecuente que la sensibilidad a campos electromagnéticos vaya aislada, sino que suele ir en el contexto de otro conjunto de síntomas como dolor, fatiga, desconcentración, migraña, trastornos del sueño, bajo rendimiento intelectual, etcétera, que hacen que el cuadro sea un poco abigarrado y a veces difícil de analizar", detalló. SÍNTOMAS HOMOGÉNEOS Según Fernández-Solá, lo que sí queda claro es que existe un perfil de síntomas relativamente homogéneo que puede ser picor, irritación, lagrimeo, dermatitis, pero también desorientación, dolor de cabeza, aturdimiento mental y fatiga, cuando se encuentran expuestos a esa clase de ondas. El médico explicó que en algunos casos la exposición a ellas es fácil de evitar, pues basta con dejar de utilizar el móvil o el Wi-Fi, pero en otros resulta más difícil hacerlo porque proceden de antenas de telefonía cercanas a sus domicilios con una intensidad de emisión elevada. Recalcó que hoy en día eludir la exposición es el único tratamiento que existe para paliar dichas molestias y añadió que hay personas más sensibles que otras a los campos electromagnéticos, siendo más permeables las mujeres durante su ciclo menstrual, los niños y quienes padecen enfermedades inmunológicas. "La dificultad es que la afección no tiene un reconocimiento científico, no está reconocida como enfermedad y no hay un soporte asistencial cotidiano que ayude a atender a los pacientes de forma regular", insistió Fernández-Solá. El especialista considera que una normativa más restrictiva en el ámbito de las ondas electromagnéticas ayudaría a minimizar el problema, pero hay demasiados intereses empresariales que impiden dicha posibilidad. Finalmente, aunque no hay una cuantificación exacta de las personas que se encuentran afectadas en España por este problema, dijo que aproximadamente una de cada mil lo sufren actualmente en diferente grado.
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