MADRID, 11 (SERVIMEDIA)
La Guardia Civil ha detenido a cuatro ciudadanos marroquíes que secuestraron en Alicante a dos compatriotas de 25 años para pedir un elevado rescate, al tiempo que amenazaron a los familiares con mutilar e, incluso, asesinar a las víctimas si no cobraban el dinero exigido.
Según informó este miércoles el Instituto Armado, los arrestados son cuatro hombres de entre 25 y 35 años y serán acusados de delitos de secuestro y pertenencia a organización criminal.
Las víctimas fueron asaltadas e introducidas en un vehículo en la A7, entre Alicante y Murcia, la noche del pasado 30 de septiembre, tras lo cual los captores se dirigieron a la provincia de Málaga. Durante el trayecto, otro vehículo ejerció funciones de lanzadera a fin de eludir cualquier control policial que pudiera frustrar sus pretensiones.
La voz de alarma la dieron en la provincia de Alicante la hermana y la madre de uno de los secuestrados, acudiendo a la Guardia Civil en busca de auxilio tras conocer que tenían a su familiar encerrado en algún lugar desconocido. Estos denunciantes informaron de que, a cambio de la liberación del joven, les exigían el pago de una exorbitante cantidad de dinero previa amenaza de acabar con la vida del rehén en caso de ser alertadas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
UN FAMILIAR PAGÓ
Ante la gravedad de los hechos, se activó inmediatamente un amplio dispositivo policial formado principalmente por unidades de la Guardia Civil de Alicante, Madrid y Málaga. Los rápidos avances en la investigación permitieron ubicar a los captores en una vivienda unifamiliar del núcleo urbano de Fuengirola, que tomaron la decisión de liberar a ambas víctimas ante la presión policial.
No fue hasta que se tomó manifestación a uno de los secuestrados cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que éste no había estado solo, ya que se comprobó que compartió cautiverio con otro amigo cuya familia optó por pagar el rescate y no acudir a los cuerpos policiales.
Aseguradas las víctimas, se practicó la entrada y registro en la vivienda en la que ambos permanecieron privados de libertad. Allí se intervinieron los terminales telefónicos empleados para realizar las llamadas mediante las que se habían impuesto condiciones económicas para la liberación de los dos jóvenes. También se aprehendieron los dos vehículos empleados para la comisión de los hechos y dinero en efectivo, entre otros efectos.
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