MADRID, 19 (SERVIMEDIA) El expresidente de Brasil Lula da Silva cargó hoy contra los planes de recapitalización de la banca europea y aseguró que el debate que deben abordar los mandatarios es si harán lo mismo con quienes han perdido su casa o su empleo. Lula fue uno de los líderes internacionales participantes en las jornadas organizadas por la Fundación Ideas, clausuradas por el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, y en las que se dejó ver también de nuevo Felipe González. En su opinión, el debate que deben afrontar los mandatarios europeos es si alguien se plantea recapitalizar a los hipotecados que han perdido su casa o a quienes se han quedado sin empleo, y alertó además de que la crisis debe abordarse sin pensar en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones. Es una “bobería”, añadió, pensar que la crisis es sólo de Europa, porque ese continente significa tanto para el mundo que su falta de crecimiento y consumo afectará a todos los demás y, por tanto, “todos tenemos que asumir responsabilidades” para contribuir a la solución. El proyecto que nació en Europa tras la Segunda Guerra Mundial es ya “patrimonio” de todo el mundo, aseguró, y si hay quien dice que ayudarla es caro, habría que hacer un estudio sobre el coste global de “destruirla”. Lula abogó por “más crecimiento, más comercio, menos proteccionismo”, sabiendo que el mundo no podrá descansar tranquilo hasta que la crisis haya quedado del todo atrás. No renunció a la crítica, al denunciar que la comunidad internacional se “acomodó” una vez que consideró “evitada la catástrofe”, y la crisis renació “acentuada”. El principal problema era el endeudamiento excesivo de empresas, bancos y consumidores, “que fueron obligados a creer en una política de crédito según la cual el ser humano podría gastar más de lo que ganaba sin problemas”. Los gobernantes, prosiguió, fueron después “obligados” a asumir esa deuda, que se convirtió en pública, ahogando el crecimiento y la creación de empleo. A los dirigentes presentes en las jornadas, pero sobre todo a quienes se postulan, como Pérez Rubalcaba, les recordó lo que ya defendió en la ONU en septiembre de 2008, que la crisis no podrá ser resuelta por técnicos, sino que es “la hora de la política”. Es la hora, aseguró, de políticos con el coraje necesario para aplicar “medicinas amargas” pero que eviten que los trabajadores, ajenos al origen de la crisis, “paguen la cuenta”. Esos mismos dirigentes, aseguró, deben tomar las medidas necesarias para que se cumplan las decisiones tomadas, aún no ejecutadas porque faltan instituciones multilaterales con capacidad para hacerlo. Esas intenciones apuntadas incluso hace años siguen sin materializarse porque “tenemos una economía globalizada, un comercio globalizado, pero las decisiones son individualizadas para cada país”.
|